Eduardo Alsina
Bilbeny – asesinado por pistoleros del sindicato libre
El 22 de junio de
1921 se asesinado por pistoleros del Sindicato Libre en la calle Espaseria de
Barcelona (Cataluña) el anarquista y anarcosindicalista Eduard Alsina Bilneny,
también conocido como Cinto de la Paja. Había nacido en 1889 en Badalona
(Barcelona, España) en una familia acomodada - sus padres eran unos fuertes
comerciantes de paja, además de explotar una fonda de las más acreditadas de la
costa catalana en Badalona - y muy joven abrazó las ideas libertarias. De
adolescente entró a trabajar como maquinista y mecánico ajustador en la
«Compañia de Ferrocarriles Madrid-Zaragoza-Alicante» (Compañía de Ferrocarriles
MZA), pero en 1912 fue despedido a raíz de la fracasada huelga de ferroviarios
del mes de octubre. En 1914 fue readmitido y definitivamente despedido - junto
con seis mil ferroviarios de todo el Estado - después de la huelga general
revolucionaria de agosto de 1917, en la que tuvo una destacada participación.
Ante la persecución policial y el boicot patronal del Fomento del Trabajo
Nacional (FTN), que la inscribió en su lista negra, en 1919 creó, con dos
compañeros metalúrgicos - un fundidor y un tornero -, su propio taller mecánico
y trabajó como ajustador autónomo.
Tuvieron cuidado de no alquilar ningún obrero, para no
encontrarse en contradicción con las ideas que los tres compañeros profesaban y
no ingresaron en ninguna asociación patronal. Unió en relación libre con una
joven prostituta que había liberado del burdel de Can Rovatxol, lo que causó un
gran escándalo en las mentes bienpensantes catalanas. El 29 de enero de 1920
fue detenido en Badalona para ejercer coacciones y para llevar propaganda
anarcosindicalista y un revólver con 29 balas; fue liberado el 20 de mayo de
ese año. Como destacado militante del Sindicato Único de los Obreros
Metalúrgicos de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), el pistoleros del
Sindicato Libre atentaron dos veces contra su vida.
La tercera fue la
definitiva, cuando salía - junto con el concejal del Ayuntamiento de Badalona,
Pere Sabater Curto - de entrevistarse con el general Severiano Martínez Anido
en su despacho del Gobierno Civil de Barcelona, fue asesinado por un pelotón
formado por seis pistoleros que cosieron a tiros. Una ambulancia de la Cruz
Roja lo llevó al Hospital Clínico donde murió horas después. A pesar del 27
disparos que contaron a su cuerpo los médicos de guardia, tardó en morir a
causa de su enorme presencia física. La entrevista, en realidad, había sido una
trampa preparada por el mismo Martínez Anido para acabar con su vida. Su
asesinato fue muy sentido en Badalona, y la CNT decretó una huelga general de
protesta observada por todos los trabajadores y, de una manera casi general,
para todo el comercio de la ciudad. El 26 de junio fue enterrado en el
cementerio civil de Badalona rodeado de cientos de compañeros y bajo la
vigilancia de un Tercio de la Guardia Civil de Caballería, que Martínez Anido
envió desde Barcelona
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