La huelga de la Canadiense y la
jornada de 8 horas
Para la burguesía, el anarcosindicalismo se
estaba convirtiendo en una clara amenaza para el orden social que sustentaba su
hegemonía social y económica. La prueba de fuego entre ambos se inició el 5 de
febrero de 1919 con el conflicto de la Canadiense en Barcelona, una huelga
mítica en la historia del sindicalismo libertario por su importancia, duración
y dimensiones.
Mientras en Berlín habían asesinado a
Rosa Luxemburgo el 15 de enero, en Barcelona, durante las semanas previas a la
huelga, había incidentes entre libertarios y ugetistas, con algún asesinato
durante la huelga de tipógrafos; acusaciones de Pestaña contra Cambó (Lliga
Regionalista) sobre la intención de asesinarlos a él y a Seguí; suspensión de
las garantías constitucionales; clausura de sindicatos; detenciones de
dirigentes y activistas libertarios; buques de guerra en el puerto y censura de
prensa. La cuestión de fondo que alimentó la huelga fue, además del derecho a
la sindicación, el intento de forzar a la patronal al reconocimiento definitivo
de la CNT como la interlocutora del mundo del trabajo en Cataluña.