20 Noviembre 2014 - 78 años de la muerte de Buenaventura
Durruti
El 14 de julio de 1896 nace en León (Castilla, España) el
revolucionario anarquista y militante anarcosindicalista Buenaventura Durruti
Domínguez. Hijo de una familia de ferroviarios de ideas socialistas, sus padres
fueron Santiago Durruti Malgor y Anastasia Dumange Soler - el segundo apellido
de Buenaventura Durruti, Domínguez, es el resultado de la castellanización del
primer apellido catalán de su madre, Dumange. Tuvo seis hermanos (Santiago,
Vicente, Plate, Benedicto, Pedro y Manuel) y una hermana (Rosa), y él fue el
segundo hijo nacido - sólo tres sobrevivieron al finalizar la guerra. Entre los
cinco y los 14 años fue la escuela leonesa de Ricardo Fanjul, que abandonó en
esta edad para entrar a trabajar como aprendiz en el taller mecánico de Melchor
Mártinez, un socialista destacado de León. En 1912 empezó a trabajar como
ajustador mecánico en los talleres del ferrocarril e inicia su actividad
sindical en la Unión de Metalúrgicos de la Unión General de Trabajadores (UGT).
Tras abandonar el taller, trabajó como montador de lavaderos de carbón y pronto
se vio envuelto en la lucha de unos mineros de Matallana, a 30 kilómetros de
León, que pugnaban por expulsar a un ingeniero antiobrero; entre todos
consiguió que fondos despedido. En 1917, trabajando como ajustador mecánico en
la Compañía de Ferrocarriles del Norte, participó activamente en la huelga
organizada por ferroviarios ugetistas y secundada por los anarcosindicalistas -
especialmente en actos de sabotaje dirigidos a impedir el funcionamiento de los
trenes (quema de locomotoras, levantamiento de vías, etc.) -, huelga que fue
duramente reprimida por el ejército: 17 trabajadores muertos, 500 heridos y
2.000 encarcelados sin juicio.
A resultas de ello,
buscado por la Guardia Civil, despedido del trabajo y expulsado por su
radicalismo de la UGT, y de declararse desertor del ejército, tuvo que
exiliarse en Francia. Entre diciembre de 1917 y enero de 1919 trabajó de
mecánico en París, donde entró en relación con militantes anarquistas catalanes
y empezó a asimilar los planteamientos libertarios. Tras una breve estancia en
la Península, donde después de descubrirse su condición de desertor es detenido
y encarcelado, y, posteriormente, liberado por sus compañeros, se exilió de
nuevo en Francia, en julio de 1919 y trabajó como mecánico en la fábrica
Renault de París. En la primavera de 1920 volvió a cruzar los Pirineos, trabajó
primero en el País Vasco y luego recorrió gran parte de la Península. Junto con
otros compañeros crean el grupo anarquista «Los Justicieros» para hacer frente
a la represión institucionalizada y para obtener armas y dinero para el
mantenimiento de las luchas y los detenidos. El campo de su acción se repartía
entre Aragón y Guipúzcoa y una de las misiones que se plantearon fue la
ejecución del rey Alfonso XIII que había de asistir a la inauguración del Gran
Kursaal de San Sebastián; el intento fracasó por una denuncia. En 1920 se
trasladó a Barcelona, aconsejado por la anarcosindicalista Manuel Buenacasa,
donde se afilió a la anarcosindicalista Confederación Nacional del Trabajo
(CNT). En 1921 se encontraba en Andalucía trabajando en una campaña de
afiliación anarquista, cuando el 9 de marzo de ese año, un día después del
asesinato de Eduardo Dato, fue detenido en Madrid, pero engañó a la policía y
escapó en Barcelona ; se ignora su grado de participación en este atentado.
En la capital
catalana hizo amistad con Francisco Ascaso, con quien constituyó en 1922 la
agrupación anarquista "Los Solidarios» - «grupo específico o de afinidad»,
encargado de realizar acciones de represalia contra el pistolerismo patronal y
de recaudar fondos mediante golpes de mano, además de desarrollar las
estructuras de la CNT y de crear una federación anarquista de ámbito peninsular
-, de la que formaron parte García Oliver, Liberto Callejas, Aurelio Fernández
y Ricardo Sanz. En 1923 este grupo se le imputó la muerte del cardenal Juan
Soldevila y Romero, producido como represalia del asesinato de Salvador Seguí.
Ese mismo año, con la instauración de la dictadura de Primo de Rivera, se
decide que Ascaso y Durruti se trasladen a Francia para organizar un comité
revolucionario para ayudar a las actividades subversivas de los catalanes y
fundar en París una editorial anarquista («Librairie Internationale») . En esta
estancia, Durruti trabajó en la Renault y Ascaso en una fábrica de tubos de
plomo. Cabe destacar que ambos siempre que la situación lo permitía trabajaban
para mantenerse con sus salarios. A finales de 1924, Ascaso y Durruti, por
indicación del Comité de Barcelona, se embarcaron hacia América Latina (Cuba,
México, Perú, Uruguay, Chile y Argentina) para llevar a cabo una campaña de
propaganda y agitación y recaudar fondos con la expropiación a los bancos.
Trabajaron como descargadores portuarios y en otros oficios
y crean el grupo "Los Errantes". En abril de 1926 vuelven a Francia y
después de un tiempo, donde conocieron Néstor Makhno, fueron encarcelados por
un intento de atentado contra Alfonso XIII. Una multitud de gobiernos,
empezando naturalmente por el de Primo de Rivera, exigieron sus extradiciones,
sin embargo, una importante campaña de solidaridad lo impidió, y en 1927
consiguen un indulto. Una vez liberados, recorrieron varios países de Europa
(Bélgica, Luxemburgo, Suiza, Alemania). En esta época tiene una compañera fija,
Émilienne Morin, que no le abandonará nunca y con la que tendrá una hija,
Colette. En 1931, con el establecimiento de la II República, volvió a la
Península y se integró en la Federación Anarquista Ibérica (FAI). En junio de
1931, como representante del Sindicato Fabril y Textil de Barcelona, asistió,
con García Oliver, en el congreso de la CNT, donde se manifestó contrario a las
federaciones de industria. Después de la excisión treintista y de la separación
de Peiró y de Pestaña, se convirtió gradualmente en una de las figuras más
representativas y de mayor autoridad moral en la CNT y en la FAI. Opuesto por
sistema a la consolidación de la república parlamentaria, en 1932 participó
activamente en la insurrección anarquista del Alto Llobregat (Fígols, Sallent,
Súria, Berga y Cardona), por lo que fue deportado, con más de un centenar de
compañeros, primero en Bata (Guinea) y luego en Puerto Cabras (Fuerteventura,
Islas Canarias), de donde volvió ocho meses después. Formó parte del Comité
Revolucionario de la fracasada insurrección de enero de 1933 (Casas Viejas,
etc.), Y fue nuevamente encarcelado cinco meses en El Puerto de Santa María
(Cádiz).
En el Pleno de la
Confederación Regional del Trabajo de Cataluña triunfó su postura, partidaria
de la línea insurreccional (la «gimnasia revolucionaria» del grupo «Nosotros»),
y formó parte, con Isaac Puente y Cipriano Mera, del Comité Insurreccional de
diciembre de 1933, tras dirigir la abstención electoral de la CNT-FAI.
Fracasada la insurrección, fue encarcelado en Burgos. Liberado en mayo de 1934,
fue detenido la víspera del levantamiento del 6 de octubre de 1934 y confinado
en Valencia; salió de la cárcel a finales de 1935. Tras comprobar el fracaso de
la revolución de octubre de 1934 y la represión sufrida por la clase obrera,
contribuyó a que la CNT no boicoteara las elecciones de febrero de 1936, lo que
favoreció el triunfo del Frente Popular. El 17 de julio de 1936 organizó la
defensa confederal en los barrios barceloneses de Sant Martí de Provençals,
Sant Andreu de Palomar, Pueblo Nuevo y en la plaza de Cataluña. Muerte Ascaso,
asaltó las Atarazanas barcelonesas. El 20 de julio, ya derrotado el
levantamiento en Barcelona y controlando la CNT la situación, sobre todo
después de apoderarse del parque de artillería de San Andrés, sus principales
dirigentes tuvieron una entrevista con el presidente de la Generalitat catalana
, Lluís Companys. En una segunda entrevista al día siguiente, después del Pleno
de Federaciones Locales de la CNT, Durruti junto con otros principales
dirigentes de la CNT, propusieron nombrar un Comité Central de Milicias
Antifascistas de Cataluña, lo que fue aceptada por el resto de organizaciones.
Este comité - formado por libertarios, republicanos, nacionalistas y marxistas
- se convirtió en el verdadero poder en Cataluña, ratificando la Generalitat
posteriormente lo que se decidía.
Cansado de las disputas
internas y el desgaste debido al hecho de encontrarse en una guerra civil, del
Comité de Milicias Antifascistas - del que era jefe del Departamento de
Transportes - decidió pasar al frente bélico, empezando por liberar los
fascistas Zaragoza, que, como Barcelona, era otro gran núcleo urbano
anarquista de la península. El 23 de julio creó, a instancias del Comité
Central de Milicias Antifascistas, la «Columna Durruti», que tomó rumbo hacia
Zaragoza. En la columna se le negó por parte de las instituciones el suministro
de armas, de artillería y de infraestructura. A medida que iban toman pueblos
aragoneses, desde Caspe a Pina, a las tropas fascistas, los campesinos se veían
libres para hacer la revolución: los terratenientes eran expropiados de sus
tierras, las cuales eran colectivizadas, se abolía la propiedad privada y se
instauraba el comunismo libertario. En esta coyuntura favoreció la creación del
Consejo de Defensa de Aragón. Zaragoza no pudo ser tomada por falta de
armamento. Llamado por García Oliver y Abad de Santillán volvió a Barcelona,
donde se mostró contrario a la organización militar clásica ya la
participación de la CNT-FAI en los gobiernos republicanos catalán y español,
manteniendo una militarización de las fuerzas. El 13 de noviembre de 1936
marchó al frente de Madrid con su columna de 3.500 milicianos para ayudar a
contener la ofensiva de las tropas franquistas (batalla de Madrid). El 19 de
noviembre de 1936, cuando se encontraba en las inmediaciones del Hospital
Clínico de la Ciudad Universitaria de Madrid, ocupado por los sublevados, fue
herido mortalmente por un disparo en el pulmón cuya procedencia no está muy
clara, existiendo diversas hipótesis sobre el origen de la bala que le hirió.
Mientras algunas versiones afirman que fue disparada
accidentalmente por su propio naranjero - versión hispana del subfusil
Schmeisser MP28 II -, otras apuntan a que pudo ser asesinado por agentes
estalinistas. La versión del accidente es bastante verosímil, por cuanto el
citado modelo de subfusil carecía de seguro y podía dispararse por un simple
golpe de la culata contra el suelo. El hecho, sin embargo, es que Durruti nunca
usó naranjero. Buenaventura Durruti murió a las 4 horas del 20 de noviembre de
1936 en la habitación número 15 del Hotel Ritz (Hospital de la «Columna
Durruti») de Madrid (España). Su entierro el 22 de noviembre de 1936 en
Barcelona, al que asistieron unas 200.000 personas, tuvo un enorme eco
popular. Al morir, surgió en Cataluña el grupo «Los Amigos de Durruti», creado
para defender sus ideas, eran partidarios del insurreccionalismo revolucionario
y contrarios a la colaboración con la burguesía y con los sectores reformistas,
que García Oliver y de otros dirigentes anarquistas aceptaron, al tiempo que
criticaban la burocratización de la CNT y las maniobras contrarrevolucionarias
del comunismo marxista. Durruti es una de las grandes referencias del
movimiento libertario hispano y prototipo del revolucionario anarquista.
Existe abundante
literatura sobre su figura, siendo el estudio más significativo la obra del
militante y estudioso del anarquismo Abel Paz Durruti en la Revolución
española, publicado en numerosas ediciones, y sobre el cual, en 1998, el
realizador Paco Ríos realizó un documental con el mismo título. En 1999, la compañía
teatral Els Joglars participó y coproduce el filme francés llamado Buenaventura
Durruti, anarquista, dirigido por Jean-Louis Comolli y Ginette Lavigne.
Buenaventura Durruti Domínguez (1896-1936).
CNT-AIT PUERTO REAL