Malditos sean estos presuntos sindicalistas
Emiliano Domene Fernández
Ex Secretario Provincial UGT Correos
Ex Secretario de Comunicación FSP-UGT Almería
Malditos sean todos y cada uno de los exsindicalistas o
presuntos sindicalistas que hayan metido la mano en la caja común, robado o
aprovechado su situación para beneficio propio. Malditos, mil veces malditos,
estos personajes. Aquellos en los que se demuestre que han actuado de manera
tan miserable y corrupta son lo peor de nuestra sociedad. No puede existir nada
más asqueroso que el hecho de que un representante de los trabajadores actúe
así.
Como representante de los trabajadores que fui durante
bastantes años no puedo expresar con palabras el enorme repudio y asco que me
producen estas personas y entiendo totalmente imprescindible llegar al fondo
del asunto y que todo el peso de la ley, y a ser posible algo más, caiga sobre
los culpables.
Estos desgraciados son como un tumor maligno. Han hecho un
daño irreparable a nuestra sociedad y se han convertido en los peores enemigos
de los sindicatos y de los delegados sindicales. Estos pocos han destrozado el
trabajo de miles de delegados honrados y comprometidos, porque ahora parece que
todos son iguales.
Durante mi etapa sindical tuve la suerte de conocer a
muchísimos compañeros y compañeras, de los cuales me siento orgulloso, y
lamento profundamente la situación que están viviendo. He visto a gente echarle
horas y horas a esto, a gente poner dinero de sus bolsillos y llevarse a su
casa los problemas todos los días y puedo garantizar que esos son los mayores
interesados en que se aclaren bien las cosas.
Capitulo aparte es la cobertura que desde ciertos medios de
comunicación y desde ciertos ámbitos políticos y empresariales se hace de estas
noticias, con medias verdades e informaciones sesgadas y generalizadas, dejando
las dudas en el aire. Estoy de acuerdo en que quizá deberíamos afrontar una
transformación de las organizaciones sindicales (al igual que del resto de la
sociedad), pero fruto de un debate honesto, de frente y sin mentiras.
Malditos sean porque sobre todo a quien ha hecho daño estos
chorizos (llamemos las cosas por su nombre) ha sido a la clase trabajadora de
este país, una clase que ve día a día cómo pierde sus derechos y su fuerza,
cómo se pisotean los derechos laborales conseguidos durante años de lucha
social.
Estos derechos que ahora se pierden no cayeron del cielo,
fueron ganados palmo a palmo por organizaciones sindicales fuertes peleando
codo con codo con aquellos trabajadores a los que representaban, movilizándose
de forma cohesionada y sin excusas.
Bajo mi humilde punto de vista, la prioridad máxima de los
sindicatos es actualmente llegar al fondo de este asunto, clarificando los
hechos y repudiando a los culpables, limpiando con ello el nombre de todos
aquellos que desarrollan funciones sindicales.
El movimiento se demuestra andando, compañeros. Los
trabajadores de este país os necesitamos fuertes, combativos, cercanos y, sobre
todo, honestos. Demostrad de lo que sois capaces.
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