Ha sido tan poco prevista que incluso para los medios de comunicación ha pasado casi desapercibida. Este periódico pudo confirmar el sábado que el empresario Jenaro Jiménez había quedado en libertad provisional tras abonar una fianza de 3.000 euros. Jenaro había salido de prisión el pasado jueves y estuvo viviendo un par de días sin que nadie, salvo su círculo más cercano de familiares y amigos, supiera que había regresado de Puerto II. Hasta que el domingo, las páginas de LA VOZ informaran a muchos de los afectados de la nueva situación del empresario. Algunas de las primeras reacciones ante el cambio sustancial de medida cautelar del imputado han sido de «estupor» e «indignación» no sólo por su nueva situación sino por la escasa cuantía de la fianza, si se compara con el dinero que le reclama algunos de los afectados que siguen en el procedimiento.
Hay que recordar que de la lista de posibles víctimas de las supuestas estafas de Jenaro se fueron cayendo personas que consiguieron saldar sus deudas con la familia del empresario sin que mediara juicio. Pero de los que se mantienen en el procedimiento, algunos de ellos les costaba creerse la noticia de su libertad. Si bien prefieren conocer el auto del juez antes de pronunciarse en firme sobre esta última decisión judicial.
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