El abogado que se creyó intocable
Llegó a sentirse uno de los hombres más importantes sobre la
Tierra. Así lo reconoció en una entrevista en 2005, poco antes de acumular
éxitos deportivos con el Sevilla. Ocho años después, José María del Nido,
nacido en Sevilla en 1957, va camino de la cárcel. Ha sido condenado a siete
años de prisión por el Tribunal Supremo. El motivo: los honorarios irregulares
—malversación de 2,86 millones de euros— que cobró del Ayuntamiento de Marbella
entre 1999 y 2003 en el llamado caso Minutas. La condena del Supremo, que
ratifica prácticamente la impuesta por la Audiencia de Málaga en 2011, acaba
con un personaje que se creyó invulnerable.
La llegada a la presidencia del Sevilla, en mayo de 2002,
fue el ascenso social más destacado de un abogado al que en su juventud se le
vinculó con un violento episodio de la Transición. Su nombre aparece en la prensa local de Sevilla el 25 de noviembre de
1978 presuntamente relacionado con una paliza a Jesús Damas, militante del PTE
al que se le causaron heridas graves. Su padre, José María del Nido Borrego,
fue dirigente regional de Fuerza Nueva y uno de los principales acólitos de su
líder, Blas Piñar. Los cachorros de esta fuerza política eran conocidos en
Sevilla por sus correrías en el barrio de Los Remedios y en el céntrico
vecindario del Arenal, donde tenían su sede. En concreto, en la calle Harinas.
Ahí, curiosamente, también se ubicaba la secretaría del Sevilla en los años
setenta.
José María del Nido estudió Derecho. Montó un bufete de abogados
con la ayuda de su padre, exdirectivo sevillista en los años sesenta, que
también facilitó su acceso al mundo del fútbol: en 1986, Luis Cuervas,
presidente entonces del club andaluz, lo ficha. Con 29 años, se convierte en
miembro de la directiva del Sevilla. Por
aquella época, el joven letrado había adquirido ya experiencia como defensor de
golpistas, como el militar Manuel Fernández Hidalgo, procesado en 1984 por el
intento de golpe de Estado del 27-O.
Es el fútbol el que une a Del Nido con el personaje que
cambiará su vida. En el verano de 1994, el club traspasa a Diego Simeone al
Atlético de Madrid. Del Nido hace la operación con Jesús Gil. En septiembre de
1995, Del Nido sale del club, que ha descendido a Segunda B por irregularidades
administrativas. Jesús Gil no le ha perdido la pista.
En la alcaldía de Marbella desde 1991, Gil llama a Del Nido
después de perder la confianza en su abogado de toda la vida, José Luis Sierra.
Necesita un hombre con cierta ambición para defender las múltiples causas que
empezaban a asediar al consistorio marbellí. Gil lo quiere para representar al
Ayuntamiento ante los inspectores del Tribunal de Cuentas que investigaban los
números del consistorio. Sin embargo, no es con Gil con el que Del Nido
adquiere mando en plaza en Marbella. Será con Julián Muñoz, junto al que se
alinea cuando Gil es inhabilitado y Muñoz accede a la alcaldía. “Para los
ciudadanos de Marbella la figura de Del Nido es lejana. No lo sentimos tan
cerca como otros. Cuando llegó se encontró con una sociedad que votó en cuatro
elecciones al GIL y vio que las múltiples denuncias que se presentaban contra
los desmanes del Ayuntamiento eran archivadas por los juzgados de primera
instancia”, afirma Javier de Luis, miembro de Ecologistas en Acción en Marbella,
movimiento pionero en la denuncia en los años noventa de la política
urbanística del GIL.
Presentó 79 facturas
y pagos irregulares por importe de 2,86 millones por trabajos como rellenar
formularios
“Hay un momento donde
pasa de defender a un cliente como es el Ayuntamiento a convertirse en parte de
la estructura corrupta del gilismo”, añade De Luis. Ese paso de Del Nido, que
siempre defendió su inocencia, se plasma en la dura sentencia de la Audiencia
Provincial de Málaga de 2011. 480 folios impactantes donde se detalla la
malversación de 2,86 millones de euros por parte de Del Nido de las arcas
municipales entre 1999 y 2003. “El exregidor (Julián Muñoz) y el abogado José
María del Nido empobrecieron el erario municipal con el pretexto de efectuar encargos
de servicios de asistencia jurídica con omisión de los más elementales
principios de toda actuación administrativa”, afirma la sentencia. Del Nido
presentó al Ayuntamiento de Marbella 79 facturas y cuatro pagos irregulares que
sumaron esos 2,86 millones por trabajos que podía realizar cualquier
funcionario. Por ejemplo, rellenar unos simples formularios. En el juicio, Del
Nido le suelta al fiscal alguna frase contundente: “Le daré un curso de Derecho
ante el Tribunal de Cuentas”. La fiscalía pidió 30 años de prisión. “Del Nido
aprovechó la impunidad que se vivió en Marbella. Tenía un talante distinto del
de Sierra, pero el dinero puede con todo”, recuerda Inmaculada Gálvez,
exdiputada andaluza independiente por el PSOE entre 2000 y 2004.
Ratificado el expolio del Ayuntamiento por el Tribunal
Supremo, al que recurrió Del Nido tras la condena de la Audiencia malagueña, se
explica mejor su llegada a la presidencia del Sevilla en 2002. Del Nido
compagina su cargo en la entidad con numerosas inversiones inmobiliarias, en la
hostelería y locales nocturnos. Además, hace negocios en Panamá. Ya no queda
casi nada del Del Nido abogado. Su paso por Marbella lo ha cambiado todo. Es un
empresario con 17 cargos activos en 10 empresas, según consta en la edición digital
del Boletín Oficial del Registro Mercantil, actualizado a 30 de septiembre de
2013.
Su vida experimenta
un cambio profundo. Se separa de su mujer, Ángeles Rodríguez, también condenada
por la Audiencia de Málaga. Padre ya de tres hijos, tiene otros tres en la
pasada década, con más de 50 años. En la cúspide de su poder en Sevilla, sale
incluso de costalero en una de las Hermandades de la Semana Santa, polemiza con
Joan Laporta, entonces presidente del Barcelona, y va ganando peso accionarial
en el Sevilla mediante la compra de títulos de la propia entidad, colocando a
uno de sus hijos en el consejo. En los últimos años, se le desata la pasión por
el deporte. Alardea en los palcos de la Liga de lo rápido que corre el
kilómetro. Se sentía tan fuerte que aspiraba a disputar una maratón a sus 56
años. Tiene tanta suerte que le toca la lotería de Navidad en diciembre de
2006.
No obstante, la celebración del juicio por el caso Minutas
socava su popularidad. Tiene incidentes en la Feria de Abril y en la de Ronda:
le insultan y él se enfrenta a quienes le increpan. La Fiscalía Anticorrupción
ha solicitado otra condena de 11 años de reclusión por el caso Fergocon, en el
que están procesados también sus hermanos Juan José y Óscar. Por una supuesta
obtención ilegítima de dinero público del Ayuntamiento de Marbella en la
adjudicación de obras y servicios sin seguir los procedimientos legales
habituales. Puede que el declive de Del Nido —que no respondió a las llamadas
de este periódico— aún no haya llegado a su fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario