Eduardo Pons Prades – anarquista y escritor
(en la foto
participando en las Jornadas Culturales de Puerto Real año 2001) El 19 de
diciembre de 1920 nace en el barrio del Raval de Barcelona (Cataluña) el
militante anarcosindicalista e historiador de los movimientos sociales Eduardo
Pons Prades, también conocido como Floreado Barsino. Su padre fue un ebanista
de Alboraya (Horta Nord, Valencia), militante del Partido Federal y fundador
del Sindicato Único de la Madera, que había emigrado en el Principado. Una vez
conocida por parte de la burguesía catalana la condición sindicalista de su
padre, éste perdió el taller de ebanistería debido a la recesión de contratos y
pasó a encargarse de la biblioteca de la Casa de Valencia en Barcelona, donde
simpatizó con Vicenç Claver, conocido republicano federal e impulsor del
"Día del Libro" en la festividad de Sant Jordi. Su madre, Gloria
Prades Núñez, de Almàssera (Horta Nord, Valencia), durante los años de la II
República española militará en el Partido Sindicalista y trabajará como
telefonista en el Palau de la Generalitat gracias a la amistad que mantenía con
Martín barrera, consejero de esta institución, que conoció en la cárcel Modelo
de Barcelona en 1925.
Eduardo Pons fue el
mayor de tres hermanos varones. Cuando tenía cinco años entró como alumno de la
Escuela Racionalista fraterno y luego en la Escuela Racionalista Labor,
dirigida por Germinal Puig Elías siguiendo los principios pedagógicos de
Francisco Ferrer Guardia y ligada al Sindicato Metalúrgico de la Confederación
Nacional del Trabajo (CNT) de Barcelona. En estos años también asistió a las
conferencias que se realizaban en el «Asiático». Su vocación era la enseñanza y
para tal fin, a partir de 1932, empezó a estudiar en la Escuela del Trabajo de
la Escuela Industrial de Barcelona, pero el estallido de la Guerra Civil
truncó sus expectativas. En marzo de 1936 su padre se suicidó y, en cierto
modo, su tío, militante de la Federación Anarquista Ibérica (FAI), que llevó a
hombros el féretro de Buenaventura Durruti por Barcelona en noviembre de ese
año, el sustituyó. En 1937 se afilió a la CNT y participó activamente en el
proceso colectivizadora desde el Consejo Económico de la Madera Socializada y
en la socialización de locales, como la iglesia de la Santa Madrona del Pueblo
Seco. El 20 de agosto de 1937 se alistó voluntario en el Ejército republicano
falsificando la edad y, después de hacer un curso en la Escuela de Capacitación
de El Escorial, consiguió el título de sargento instructor de ametralladoras,
que recogió de manos del poeta Miguel Hernández, entonces comisario político de
la 46 División.
El 17 de marzo de
1938 fue herido en la defensa de Barcelona durante un bombardeo fascista. Una
vez recuperado de las graves heridas, ingresó en la llamada «Quinta del
Biberón», donde conoció Juan Llarch. Con sólo 17 años combatió en las batallas
de Madrid, de Guadarrama, de Brunete, del Segre y del Ebro encuadrado en la 105
Brigada Mixta. En estos años estaba afiliado en el Partido Sindicalista de
Ángel Pestaña. Con la caída de la República, participa en la posterior
evacuación de heridos desde los hospitales barceloneses hasta la frontera
francesa de Port Bou - entre el 15 de diciembre de 1938 y el 10 de febrero de
1939 consiguieron sacar de la Península 10.300 heridos. En 1939, exiliado en
Francia, fue ingresado herido en el hospital de Carcasona. Posteriormente,
después de trabajar una temporada guardando cerdos en Bloumac, hizo contacto
con el maquis y el Ejército francés durante la II Guerra Mundial, combatiendo
desde noviembre de 1939 contra las tropas alemanas en el sector entre Bélgica y
Luxemburgo. Durante el invierno de 1940 y 1941 colaboró en el Grupo
Solidaridad Española. Tras la derrota del Ejército francés, en 1942 conoció
Manuel Huet Piera, y con éste y el grupo de evasión de Francisco Ponzán Vidal
ayudó a salvar las vidas de judíos y de aliados caídos en territorio francés.
En agosto de 1944 comandó un destacamento guerrillero por la zona del río
Ariège. Ya integra en las filas de los generales Leclerc y De Gaulle, intervino
en la liberación de la zona del río Aude.
Al terminar la
guerra, se instaló en Occitania, desde donde realizó dos viajes (en octubre de
1944 y diciembre de 1945) en la Península por encargo del Partido Sindicalista.
En un viaje posterior, cuando se disponía a regresar a Francia con un guía del
grupo de Quico Sabaté, fue detenido, el 5 de enero de 1946, por una patrulla
militar en Puigcerdà, pero pudo huir tres semanas después gracias a un soborno
al coronel que instruía el caso en Girona y desde Valencia, donde tenía
familiares, pudo retornar de nuevo a Carcasona. En 1962 pudo regresar a
Cataluña gracias a la amnistía concedida por Franco con motivo de la coronación
del Papa Juan XXIII. En marzo de 1966 se instaló en Ginebra y luego en
Perpiñán, pero en 1970 regresó definitivamente a Cataluña, trabajando en la
editorial Ariel. En Barcelona continuó su labor de periodista, de escritor y de
historiador que ya había comenzado en Francia. Participó en la fundación de la
editorial Alfaguara y fue el administrador de la revista Cuadernos. En estos
años se afilió al Sindicato de Periodistas de Cataluña. Colaboró en numerosas
publicaciones periódicas, como Papeles de Son Armadans, Historia y Vida, El
Correo Catalán, Historia 16, Nueva Historia, El Periódico, Diario de Barcelona,
El Correo de Andalucía, Insula, Letras, Índice de Artes, cenit, El Día de
Granada, Diario 16, TeleExpress, España Libre, La Hora de Mañana, Ínsula,
Tiempo de Historia, etc. Entre su innumerable obra podemos destacar La venganza
(1966), Los que sí hicimos la guerra (1973), Un soldado de la República (1974),
Republicanos españoles en la Segunda Guerra Mundial (1975 y 2003), Españoles en
los maquis franceses : verano de 1944 (1976), Los derrotados y el exilio
(1977), Guerrillas españolas (1936-1960) (1978), Los cerdos del comandante.
Españoles en los campos de exterminio nazis (1978, con Mariano Costante), Años
de muerte y esperanza (1979), ¡Destruir la columna alemana! (1982), El mensaje
de Otros mundos. Siete horas a bordo de una nave espacial extraterrestre
(1982), Crónica negra de la Transición española (1976-1985) (1987), Los
vencidos y el exilio (1989), Morir por la libertad. Españoles en los campos de
exterminio nazis (1995), Las guerras de los niños Republicanos (1936-1945)
(1997), Los senderos de la libertad (Europa 1940-1944) (2002), Los niños
Republicanos en la guerra de España ( 2004), el Holocausto de los Republicanos
españoles. Vida y muerte en los campos de exterminio alemanes (1940-1945)
(2005), Realidades de la Guerra Civil. Mitos no, ¡Hechos! (2005), etc.
También participó en documentales como
guionista-documentalista - Silencio roto (2000), de Montxo Armendáriz - o como
protagonista, como La guerrilla de la memoria (2001), de Javier Corcuera. En
2004 recibió un homenaje de la Universidad de Barcelona, por sus importantes
estudios sobre la guerrilla antifranquista y los republicanos españoles en la
II Guerra Mundial. Eduardo Pons Prades murió el 28 de mayo de 2007 en el
Hospital de la Santa Cruz y San Pablo de Barcelona (Cataluña), sin poder ver
publicado el último libro que había redactado sobre aspectos políticos de la
vida de Picasso. Estaba casado con la escritora e historiadora Antonina Rodrigo
García.
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