José Amedo: “Felipe González prometió indultarnos si
estábamos callados”
El ex subcomisario de la Policía y ex dirigente de los GAL,
José Amedo, asegura que Felipe González, cuando era presidente del Gobierno,
prometió el indulto a todos los cargos políticos que ingresaron en la cárcel
por la guerra sucia contra ETA y a él mismo. Según Amedo, tanto su entrada en
prisión como la de Míchel Domínguez, Rafael Vera, Julián Sancristobal y José
Barrionuevo fue “pactada” con el entonces jefe del Ejecutivo.
“Nos prometió el indulto y resolver nuestra salida de
prisión”, sentencia el ex policía en una entrevista concedida ayer al programa
radiofónico Seguridad y Tribunales. El acuerdo, continúa, consistía en “estar
una temporada en la cárcel, estar callados, tapar la responsabilidad del
Gobierno, ir a juicio, no defendernos y luego posteriormente nos concederían el
indulto y nos facilitarían el reiniciar nuestras vidas”. “Nada de eso se
cumplió, evidentemente”, apostilla Amedo, que dedica su último libro, Cal Viva,
que ya va por la quinta edición, a detallar esas relaciones política.
“Se habló de tratar de acelerar el juicio (…), que se
llevase a cabo lo antes posible”, agrega el ex funcionario, quien afirma que
todo fue a cambio de que los acusados no hablaran. “Era fundamental que no nos
defendiésemos (en el juicio) en absoluto, que no contásemos nada referente a la
verdad y a lo que sucedió; y una vez que nos hubiesen condenado, pues
automáticamente concedernos el indulto una vez saliera la sentencia del
Tribunal Supremo”, explica Amedo, quien también resalta que el alto tribunal
fallara en tan solo “tres o cuatro meses”, cuando normalmente “tardaba uno o
dos años”.
Sin embargo, González no consumó su promesa, según el ex
subcomisario. “Nos decían primero que porque Arzallus no quería que nos sacasen
en aquel momento, porque se estaba negociando la disolución de ETA, porque
estaban tratando otros pactos políticos; por una causa o por otra siempre se
iba retrasando”, afirma.
“Felipe González, como la mayoría de responsables políticos
que asumen estas decisiones tan al margen de la ley (…), pretendía que las
responsabilidades las asumieran los que cumplieron sus órdenes”, añade.
En su libro, Amedo también asegura que el Rey conocía
perfectamente las actividades de los GAL. “Es imposible que no estuviera al
tanto (…); obviamente, hay parámetros que sí indican que estaba al corriente de
la situación, informado por Felipe González”, señala Amedo durante la citada
entrevista. “E incluso Fraga Iribarne dio su consentimiento para que las
actividades de los GAL se llevasen a adelante”, subraya.
Preguntado sobre si se arrepiente de algo de lo que pasó a
principios de los 80, Amedo lo tiene claro. “No es cuestión de que me sienta
orgulloso o no; en aquel momento, después de un intento de golpe de Estado y
cuando llega Felipe González al poder, el proteccionismo de que gozaba ETA en
Francia, las muestras de apoyo que se producían en España permanentemente… Es
la única decisión que podía tomar Felipe González ante el acoso de ETA y la
posibilidad de un nuevo golpe de Estado”, remarca.
“¿Si yo volvería a hacer lo mismo? En aquella época, lo
único que hacían las fuerzas de seguridad del Estado ante la falta de
colaboración internacional contra ETA era enterrar a sus muertos. De vez en
cuando podían realizar alguna operación contra ETA, pero era difícil puesto que
estaba totalmente protegida en Francia, donde no se podía entrar legalmente a
por ellos. Con lo cual, en aquel momento yo creo que no había otra
alternativa”.
Hoy, continúa, las cosas han cambiado mucho. “ETA no mata
porque ya no puede matar”, asegura. “Los residuos que queda en Francia están
controlados, saben que no hay salida y que ya es imposible hacer el recorrido
que tenían”, añade. “Josu Ternera quiso asesinarme; a raíz de que yo empezara a
salir en prensa en el año 87 vinculado a los GAL, él mismo en persona estuvo
haciéndome seguimientos para asesinarme con un rifle con mira telescópica,
desde una enorme distancia, puesto que vio que yo tomaba determinadas
precauciones”. Según Amedo, cuando el Tribunal Supremo citó a Ternera por el
atentado contra la casa cuartel de Zaragoza, “los Servicios de Inteligencia le
recomendaron que huyese para ir preparando la disolución de ETA, porque eso
estaba pactado también”.
El ex policía tiene claro que Ternera está ahora mismo
protegido por los servicios de inteligencia españoles en algún sitio del
extranjero. “No le quepa la menor duda”, sentencia. “Si Josu Ternera fuese
detenido sería porque se ha apartado de los esquemas pactados con los servicios
de inteligencia; su misión, cuando se marchó, fue participar directamente en la
disolución de ETA, eso está clarísimo”, afirma. “Estoy convencido de que en
pocos días, después de la excarcelación de los primeros miembros de ETA
afectados por la derogación de la doctrina Parot, ETA va a dar un paso”,
vaticina.
Amedo admite que se alegró cuando apartaron a Garzón de la
carrera judicial. “Era un hombre que se había disfrazado con una toga y que
utilizaba la justicia para fines particulares; a eso no se le llama juez, sino
de otra manera, un hombre de la mafia con toga”.
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