Vida, robo y desamparo
En esta primera entrega sobre los edificios sindicales más
emblemáticos y representativos de la CNT, comenzamos por uno que tiene mucha
historia como es la Casa Sindical de Gijón.
Con la CNT como fuerza hegemónica en la ciudad, el sindicato
adquirió el solar en la zona de El Humedal en 1915 mediante pública subasta,
siendo el comité administrativo -encabezado por Pedro Sierra Álvarez, uno de
los anarcosindicalistas más conocidos de la época junto con Eleuterio
Quintanilla y otros- quien llevara a cabo la tarea. Fueron los propios
cenetistas del Sindicato de la Construcción quienes levantaron el edificio de
tres plantas en el poco tiempo libre que tenían para que los gijoneses disfrutaran
de su propia Casa del Pueblo. Aquel lugar fue testigo, entre otros, del gran
acto celebrado el 1º de Mayo de 1934 con la Alianza Obrera ya formada,
reuniendo a 10.000 obreros y obreras de todas las tendencias.
Ya durante la guerra, concretamente el 19 de diciembre de
1937, la Junta de Defensa Nacional incautaría la Casa del Pueblo anarquista y
en 1941 el Estado la vendió a la Delegación Nacional de Sindicatos. El edificio
acabaría siendo derribado y no se edificaría uno nuevo hasta 1968 para ponerlo a
disposición del Sindicato Vertical.
Muerto Franco en 1975, la CNT reaparecería al año siguiente
en la ciudad instalándose en tres locales diferentes, debido a la gran
afluencia de afiliación y la ferviente actividad de los diferentes sindicatos
(metal, construcción, enseñanza, sanidad, pensionistas…). El drama llegaría con
las divisiones internas que provocaron las diferentes escisiones, siendo la
única localidad asturiana que las sufrió y que dejaron mermada la actividad
anarcosindicalista.
De vuelta a los orígenes
En 1983, ante la incapacidad para mantener los alquileres de
los locales y como reclamación del Patrimonio Histórico, el sindicato ocupa la
primera planta de la antigua Casa Sindical. Tras el mal estado de la misma y
las continuas humedades, se decide a principios de los 90 a ocupar la sexta
planta –arrebatada al INEM que la tenía infrautilizada a pesar de su función
para dar cursos de formación ahí-, siendo la ubicación actual del sindicato
hasta la fecha.
Aquellas épocas gloriosas y de predominio anarquista
pasarían a la historia, pero la actual Sindical también sería testigo de
algunos de los enfrentamientos más violentos entre la policía y los
trabajadores del naval. La Casa Sindical es un lugar estratégico gracias a su
ubicación en plena entrada de la ciudad y con las estaciones de trenes y
autobuses al lado.
Pero tras el deficiente estado de conservación de este
histórico edificio, debido a la irresponsabilidad del Ministerio del Trabajo en
su conservación, y el afán del Ayuntamiento de especular con esos terrenos, el
futuro más próximo pasa por su derribo y posterior reubicación de todas las
organizaciones sindicales y ministeriales que actualmente se encuentran allí.
En esta situación de incertidumbre se encuentra la CNT ante
un edificio que originariamente levantó con sus propias manos, que el
franquismo se lo robó y que a día de hoy sigue sin reconocerle y se le compensa
con una cifra irrisoria pendiente de cobrar. Cosas que suceden en `democracia´…
No hay comentarios:
Publicar un comentario