Rafael Torres Escartín
El 21 de enero de
1939 es fusilado en Barcelona (España) el militante anarquista Rafael Liberato
Torres Escartín, también conocido como El Maño. Había nacido el 20 de diciembre
de 1901 a Bailo (Huesca, Aragón, España), en la Casa Cuartel de la Guardia
Civil, donde su padre, Pedro Torres Marco, natural de Bolea, estaba destinado;
su madre, Orencia Escartín Villacampa, era de Biescas. Su hermano Benito, de la
Unión General de Trabajadores, fue encausado con motivo de la huelga de 1932
que paralizó las fábricas de Sabiñánigo en demanda de mejoras laborales, las
acusaciones contra él y nueve trabajadores más fue por delitos como incendio,
explosión y tenencia ilícita de armas y de explosivos, con una petición fiscal
de 34 años de prisión por cada uno; defendidos por el famoso abogado Eduardo
Barriobero, lograron salir libres. Otro hermano, Fidel, que vivía con sus padres
en Ayerbe, fue fusilado en Huesca el 23 de agosto de 1936, tenía los mismos
apellidos que el conocido militante anarquista. Rafael Torres Escartín marchó a
estudiar a Huesca, donde Ramón Acín lo inició en el anarquismo. Pronto dejó los
libros y comenzó a hacer de pastelero. Después se instaló en Zaragoza, donde en
1918 ya militaba en el Sindicato de la Alimentación de la Confederación
Nacional del Trabajo (CNT), siguiendo en su profesión en casa Zorraquino y
otros pastelerías de la capital aragonesa. En estos años comenzó a leer los
grandes pensadores franceses y rusos, y se vegetariano estricto, sin fumar ni
probar el alcohol. Entra en contacto con los «grupos de afinidad» («Voluntad»,
«Los Justicieros») y vive estos años entre Zaragoza y Barcelona, donde
comenzó a trabajar como repostero en el Hotel Ritz a partir del 20 de octubre
de 1920. En su primera acción conocida, junto con Suberviola y Durruti,
consigue un botín de 300.000 pesetas en Eibar. En agosto de 1922 crea, con
Francisco Ascaso y Marcelino del Campo, el "Grupo Grisol», que se amplió
en octubre con militantes como Ricardo Sanz, García Oliver, García Vivancos y
otros, formando «Los Solidarios», que protagonizaron los episodios de acción
más destacados del anarquismo español de preguerra. El asesinato, en marzo de
1923, del anarcosindicalista Salvador Seguí por pistoleros del Sindicato Libre
de la patronal, provocó una reacción en los círculos confederales: «Los
Solidarios» intentaron asesinar en San Sebastián y A Coruña el general Martínez
Anido , responsable de la represión. El 4 de junio de 1923 fue asesinado el
senador y cardenal arzobispo de Zaragoza Juan Soldevila, instigador y
organizador de la violencia patronal. Ascaso fue detenido el 8 de junio,
pudiendo huir el 8 de noviembre de 1923 de la prisión de Predicadores en una
fuga de presos en masa. Torres Escartín pudo eludir el círculo policial y
reapareció el 1 de septiembre de 1923 en una expropiación de bienes del Estado
contra el Banco de España en Gijón, recaudando 650.000 ptas. Tras un
enfrentamiento armado con la Guardia Civil en Oviedo, su compañero Eusebio Grau
cayó asesinado y él fue detenido, escapándose al día siguiente junto con siete
recluidos, para acabar nuevamente detenido y apaleado en la montaña. Diseñó un
plan de escape para su traslado a la prisión de Predicadores de Zaragoza, donde
fue juzgado entre el 1 y el 4 de abril de 1925, bajo la dictadura del general
Primo de Rivera; negó todas las acusaciones, pero fue condenado a muerte por el
caso Soldevila, conmutando a la pena por cadena perpetua. Los también
encausados Esteban Salamero y Julia López Mainar fueron condenados a 12 y
seis años. Recluido en el penal de El Dueso (Santoña) en una celda especial, en
aislamiento y en oscuras durante 15 meses, sin salir, haciendo dos huelgas de
hambre, los soldados disparando diariamente sobre la celda, etc., En estas
condiciones enfermó de reuma por el frío y la humedad y enloquecer durante su
cierre. Con la reaparición de Solidaridad Obrera en agosto de 1930 se inició
una campaña pública de denuncia de su situación por parte del médico anarquista
Isaac Puente y por la amnistía. Con la llegada de la II República, fue liberado
el 30 de abril de 1931. En junio de 1931 participó en Madrid en la primera
Conferencia Peninsular de la Federación Anarquista Ibérica (FAI), previa al III
Congreso de la CNT. Fue detenido y golpeado en los calabozos de la Dirección
General de Seguridad, y al llegar a Barcelona fue detenido como sospechoso,
convirtiéndose en portavoz de los presos sociales. Una vez consiguió la
libertad, sus compañeros lo internaron en el Hospital Psiquiátrico Institut
Pere Mata, de Reus, de donde huyó en tres ocasiones, llegando una de ellas
hasta Ayerbe, donde fue detenido en casa de su hermano Fidel. Llevado como
preso gubernativo "en calidad de extremista», ingresó en la cárcel de
Huesca. En este breve periodo declaró preferir la muerte que el manicomio. Su
familia pidió hacerse cargo del enfermo, y en Solidaridad Obrera se hizo una
campaña por su libertad, pero fue internado en un psiquiátrico. El 23 de
noviembre de 1936 apareció en la segunda fila del multitudinario entierro de su
amigo y compañero Buenaventura Durruti, con aspecto demacrado y envejecido por
los años de cierre. Por entonces todavía tendrá alma para participar en
organizaciones benéficas de ayuda a la infancia y los refugiados. Las tropas
fascistas lo sacaron de una celda de dementes y lo fusilaron, sus compañeros
habían confiado en que nada se haría a un enfermo.
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