Juan Oliva y Moncusí – ejecutado a garrote vil
El 4 de enero de 1879 es ejecutado a garrote en Madrid
(España) el obrero tonelero anarquista Joan Ramon Francisco Oliva y Moncusí -
también citado como Moncousí o Moncasí. Había nacido el 15 de noviembre de 1855
en Cabra del Camp (Alt Camp, Cataluña). Sus padres se llamaban Francisco Oliva
y Rosa Moncusí, campesinos y propietarios, y tenían dos hijos y dos hijas.
Cuando tenía 12 años fue matriculado en el Instituto Provincial de Tarragona,
pero asistió poco a clase. Luego hizo estudios de escultura y de imprenta, que
abandonó, entrando como aprendiz de botero y frecuentando la asociación de
obreros de este gremio "La Cooperadora". Rompió con su familia para
casarse el 23 de diciembre de 1877 con la criada del Centro de Lectura de Valls
Francesca Cartañà Recasens, con quien había tenido una hija (Rosa) que había
nacido el 25 de mayo de ese año. Miembro de la Internacional, se vio
influenciado por las acciones de los regicidas alemanes. Bajo la excusa de que
iba a trabajar en Argel, pidió apoyo económico a su familia, la cual le
financió el viaje a Madrid para realizar un gran magnicidio. El 25 de octubre
de 1878, en la calle Mayor de Madrid (España), intenta, sin éxito, asesinar al
rey de España Alfonso XII disparándole dos tiros, desarmado por la multitud,
fue detenido. Alfonso XII retornaba de su gira por el norte a caballo y al
frente de su Estado Mayor, pero ninguna de las dos balas hirió al monarca. La
policía aprovechó la ocasión para ordenar el registro de los locales obreros,
entre ellos "La Cooperadora" y el "Ateneo Tarraconense». Juzgado
en Madrid, el 12 de noviembre de 1878 fue condenado a muerte. El periódico
anarquista de La Chaux-de-Fonds (Neuchâtel, Suiza) L'Avant-Garde, del 18 de
noviembre de 1878, publicó una crónica de su corresponsal en España que
expresaba su solidaridad moral con Oliva, quien, según el diario , había
admirado los atentados de Max Hodelín y Karl Eduard Nobiling contra el káiser y
había decidido emularlos, dispuesto a morir en el intento. Los liberales
tarraconenses encabezados por Pedro Antonio Torres Jordi promovieron propuestas
en 34 ayuntamientos y recogieron 7.531 firmas para reclamar el indulto. El rey
recibió en audiencia particular el abogado defensor de Oliva, Jiménez del
Cerro, el procurador de la Audiencia, Manuel de Elías, y el hermano del
acusado, Gregorio, que le presentaron los pliegos de firmas recogidos. Los rey
les prometió que pediría al Presidente del Consejo de Ministros el indulto, y
su hermana, la princesa Isabel, igualmente. Antonio Cánovas del Castillo se
excusó en el Tribunal Supremo y dijo que, una vez conocida su sentencia, la
debatiría el Consejo de Ministros. El 2 de enero el fiscal del Tribunal Supremo
había devuelto informada negativamente la petición de indulto. Joan Oliva y
Moncusí, tras rechazar cualquier posible indulto, y mostrando una entereza
sorprendente, fue ejecutado a garrote el 4 de enero de 1879 en el Campo de
Guardias de Madrid (España). Parte de la prensa local tomó partido por el indulto
de modo que, consumada la ejecución, aparecieron en grandes titulares los
nombres de los consejeros del Ayuntamiento que se opusieron. Este hecho motivó
el encarcelamiento del periodista que dirigía La Opinión, Antonio Carbó
Olivella, acusado de un delito de desacato a la autoridad, que acabó entre
rejas en la prisión de Pilatos por su atrevida portada. Una vez ejecutado, el
rey otorgó, de su bolsillo, una pensión a la hija del infortunado, ya que lo
consideraba más perturbado que responsable.
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