Eduardo José Esteve – del grupo de evasión de Ponzan
El 29 de diciembre de
1996 muere en Barcelona (España) el militante anarcosindicalista Eduardo José
Esteban, también conocido bajo los seudónimos de Germen, Germen Esteve y José
López Aguado. Había nacido el 8 de mayo de 1916 en Casinos (Valencia, Valencia)
en una familia de albañiles. Huérfano de madre a los nueve años, dejó la
escuela cuando tenía 11. En marzo de 1931 se traslada a Valencia, donde queda
bastante impresionado con la proclamación de la II República. Tras la lectura
de Malatesta y de Kropotkin se declaró anarquista e ingresó en el Sindicato de
la Construcción de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Atraído por
naturismo, participará también en el grupo esperantista "Libera
Vivo", donde militan destacados miembros de las Juventudes Libertarias
valencianas. Miembro del grupo juvenil anarquista de Vega Alta, fue nombrado
delegado a la Federación Local de las Juventudes Libertarias. Después sería
nombrado secretario general de las Juventudes Libertarias locales y
provinciales, en sustitución de Manuel Morell Milla, hasta el final de la
Guerra Civil. En julio de 1936 intervino en el asalto de los cuarteles de la
Alameda y con Alorda requisó los locales para la Federación Ibérica de
Juventudes Libertarias (FIJL), días después, fue reelegido secretario del FIJL
de Valencia, cargo que mantendrá durante toda la guerra salvo unos meses que
estuvo en la Brigada 82 al frente de Teruel. Al terminar la guerra, atrapado en
Alicante, sufrió encarcelamiento en los campos de Los Almendros y Albatera, hasta
que con la ayuda del grupo «Libera Vivo" y del Comité Nacional de
Pallarols, logró llegar a Barcelona y pasar la frontera por La Pobla de Lillet.
Cerrado durante un mes en Perpiñán, fue enviado al campo de Sant Cebrià y
después, con Juan Zafón Bayo y Eleuterio Quintanilla Prieto, a una compañía de
trabajadores en la frontera belga. Hundido el frente galo, cruzó media Francia
hasta que fue apresurado y cerrado a Vernet y Argelès. Reincorporado en la 21
Compañía, marchó al arsenal de Mably y, una vez el arsenal fue requisado por
los alemanes, vivió en La Rochelle y Burdeos, ciudad de donde intentó huir en
cuatro ocasiones durante los cuatro meses que permaneció. Consiguió finalmente
huir a Toulouse y se unió a la Red Ponzán en 1941. A finales de 1942 entró en
España como responsable de un grupo de la red de Ponzán. Cuando cayó Francisco
Ponzán Vidal, restó en Barcelona, mezclado entre los trabajadores de la
capital catalana. En 1945 fue miembro del Comité Local de la CNT barcelonesa,
pero fue detenido y liberado casi inmediatamente, incorporándose de nuevo al
Comité Regional de Cataluña de la CNT. Ese mismo año, se unió al Comité
Regional de las Juventudes Libertarias de Cataluña, con el que romperá en 1946
por ser contrario a mantener contactos con el exilio. A mediados de 1946
colaboró con el Comité Regional de la CNT de Félix Carrasquer, dedicándose
sobre todo a la reorganización de las comarcas barcelonesas. Más tarde formó
parte del Comité Regional catalán de Hermes Piquer Fargas y asumió la secretaría
general en diciembre de 1946, cuando aún era secretario de la Federación Local
barcelonesa, en unos momentos de fuerte empuje confederal. Pero el 20 de mayo
de 1947 es detenido y encarcelado durante dos años en la cárcel Modelo de
Barcelona. En libertad condicional a partir de 1949, se afilió al Sindicato de
Espectáculos de la CNT, del que llegará a ser presidente en 1952. Ese mismo año
fue encarcelado y juzgado en consejo de guerra con otros compañeros
confederales en Madrid el 5 de febrero de 1954, condenado a cuatro años, de los
cuales cumplirá dos. Una vez liberado, volverá a trabajar en el mismo ramo,
cuando ya el declive confederal es un hecho. Durante la década de los 60
participó, con Ginés Camarasa, en la reconstrucción de un comité nacional cenetista,
después del periodo de Juan José Gimeno, convocando un Pleno Nacional de
Regionales del que salió elegido Ismael Rodríguez. Cuando estalló el
«cincpuntisme», que supuso la ruptura de la unidad cenetista en el interior,
Esteban condenó la aventura. Años más tarde, como miembro del Comité Regional
de Cataluña fue delegado en la Comisión de Relaciones de Francia. Durante el
período de Cipriano Damiano González, por discrepancia con el exilio, abandonó
toda tarea orgánica. En 1976 retornó a la lucha y fue elegido para representar
el Sindicato de Espectáculos de Barcelona en el V Congreso, pero se negó a
participar por no estar de acuerdo con el otro delegado. Tras la ruptura
confederal se marginó, pero siempre atento de evolución de la CNT. Durante sus
últimos años colaboró en la revista polémico. Eduard José Esteve fue de los
no muy numerosos militantes que permaneció en la España franquista y siempre
defendió las prerrogativas del interior sobre las del exilio.
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