PRÍNCIPE HARRY: "MATAR MUSULMANES ES DIVERTIDO"
El príncipe Harry de Inglaterra, hijo del príncipe Carlos,
afirmó este jueves, tras cinco meses de servicio militar en Afganistán, que
matar musulmanes desde un helicóptero es tan divertido como jugar a los
videojuegos, desatando una polémica en su país con estas declaraciones.
El nieto de la reina
Isabel II fue criticado por organizaciones y movimientos pacifistas, tras
revelar que, durante su segunda estancia en Afganistán como piloto de combate,
disparó contra musulmanes y mató a algunos de ellos, para “proteger a su
pueblo”.
“Tomar una vida para salvar otras vida. De eso se trata”,
enfatizó Harry, aunque no especificó cuántas vidas habría quitado durante sus
meses de servicio activo en la sureña provincia afgana de Helmand.
Asimismo, alegó que “si hay gente que trata de hacer cosas
malas a nuestros muchachos, entonces vamos a sacarlos del juego”, en referencia
a su estadía en un país invadido, desde hace más de una década, por fuerzas
militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Harry explicó que se desempeñó como co-piloto artillero y
subrayó que, para él, matar musulmanes desde un helicóptero Apache es tan
divertido como jugar a los videosjuegos.
“Es una alegría para mí, porque yo soy una de esas personas
que le encanta jugar PlayStation y Xbox. Así que, con mis dedos, me gusta
pensar que soy probablemente muy útil”, dijo.
El Príncipe de 28 años de edad fue enviado en septiembre
pasado a “Camp Bastion”, la principal base británica en territorio afgano, a
servir en una misión de 20 semanas con las fuerzas de la OTAN.
Su traslado a la nación asiática se dio poco después de que
la prensa mundial publicara en Internet varias fotos de él desnudo, en un hotel
en Las Vegas (oeste de Estados Unidos), escandalizando a la Corona británica.
En 2008, el príncipe
Enrique de Gales, como también es llamado, estuvo diez semanas como subteniente
en Afganistán, pero tuvo que regresar con antelación tras filtrarse la noticia
de su presencia en ese país.
En 2001, Estados Unidos y sus aliados, entre ellos Reino
Unido, invadieron Afganistán con la excusa de emprender la llamada guerra de
Washington contra el terrorismo. Sin embargo, más de 10 años después, la
inseguridad sigue aumentando en este país, a pesar de la presencia de miles de
tropas extranjeras.
La Corona británica
ha avalado el envío de tropas de su país a las guerras en Afganistán e Irak, y
a la intervención militar que se perpetró en Libia en 2011. Además, ofrece
apoyo logístico a los grupos armados que siembran el terror en Siria y al
contingente francés que invadió recientemente Mali.
Adicionalmente, ha amenazado en varias ocasiones a Argentina
con iniciar una nueva guerra en las islas Malvinas, con la intención de
mantener colonizado el archipiélago ubicado en el Atlántico Sur, a pocos
kilómetros del territorio suramericano.
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