Reflexiones sobre una crisis inducida
Hace unos años que hemos entrado en una espiral suicida para
los intereses de la clase trabajadora y que ha sido el proceso de globalización
económica.
Este proceso nos ha llevado a un mercado libre mundial en el
que las decisiones no dependen de lo que haga ningún Gobierno, sino de lo que
dicten los mercados financieros y esta es la causa fundamental de la crisis
mundial que estamos viviendo.
Aquí, en España, esto ha sido el detonante de que, en los
últimos dos años, la masa de trabajadores parados haya crecido hasta cifras
superiores al 20 por 100 de la población activa, seis millones de personas.
Por otra parte lo que ha ocurrido, desde que se creó la Zona
Euro, es que el incremento de precios por el cambio peseta-euro fue cercano al
60 por 100, pero los salarios nunca se beneficiaron de este aumento,
continuaron subiendo lo que marcaba el IPC.
IPC que se sigue calculando según los intereses del momento,
quitando productos que se utilizan habitualmente y añadiendo otros que apenas
varían sus precios. Esto con referencia al IPC, pero si nos centramos en el
tema de la estadística del paro, son de vergüenza las variaciones que se
producen para intentar mitigar los resultados. Hace unos años se optaba por
incrementar las edades de escolarización, con lo cual se restaban un año o dos
de jóvenes que accedían al mercado laboral y, al mismo tiempo, bajaban las
cifras totales de parados. Posteriormente se inventaron aquello de considerar
como trabajador en activo, durante el mes que se controlaba, a todo aquel que
hubiese tenido un contrato de trabajo aunque fuese de unas horas, en todo un
mes.
Si dejamos el tema de los parados y nos centramos en el tema
dinero, y si establecemos una comparativa de lo que han aumentado los salarios
desde 1982 y lo que han aumentado los pisos podemos observar lo que sigue:
En 1982 un salario de peón era de aproximadamente 56.668'80
pesetas mensuales (340,59 euros al mes) y el precio de un piso de unos 90
metros cuadrados era de unos 3.000.000 de pesetas (18.030'36 euros).
En 2007 un salario de peón era aproximadamente de 149.750
pesetas mensuales ( 900 euros al mes) y el precio de un piso de unos 90 metros
cuadrados era de unos 30.000.000. de pesetas (180.303'63 euros).
Si comparamos la subida de los salarios con relación a los
pisos podemos observar que:
-Los salarios desde el año 1982 hasta el año 2007 se han
multiplicado por 2'65.
-Los precios de los pisos desde el año 1982 hasta el año
2007 se han multiplicado por 10.
Simplemente este dato nos debería alarmar y llevar a la
conclusión de que el poder adquisitivo de los salarios ha disminuido de forma
considerable. Pero se entiende mejor si vemos el tiempo que tardaría en pagar
su piso un peón en 1982 y lo que tardaría ese mismo peón (unos años más viejo)
en 2007:
Si nuestro peón fuese una persona tan austera que se
olvidase de comer, beber y divertirse para pagar su piso a precio de 1982 y con
el salario que cobraba entonces, iba a tardar 53 meses que son 4 años y unos 5
meses.
Mientras que nuestro mismo peón, siendo igual de austero que
en el anterior caso, en 2007 tardaría en pagar su piso 200 meses que son 16
años y unos 7 meses.
En definitiva nuestro trabajador tardará cuatro veces más en
ser libre de pagos, en ser solvente.
Si a esto añadimos que una persona tiene que comer, beber,
divertirse (cuando se lo permita la obligación del trabajo), pagar impuestos,
consumir, etc., todo el tiempo anterior se multiplica, como mínimo, por dos o
por tres y eso supone que mientras un obrero que destinara el 33 por 100 de su
sueldo, en el año1982, a pagar una vivienda iba a estar endeudado unos 13 años.
Ese mismo trabajador en 2007 dedicando ese mismo 33 de su salario al pago de la
vivienda iba a estar alrededor de 52 años pagando su casa. Eso supone que si empieza
a pagar el piso cuando tiene 25 años acabará de pagarla cuando tenga 77 años,
eso si no muere antes y les deja el muerto, nunca mejor dicho, a sus herederos.
El peón del 1982 se compraba el piso a los 25 años y lo
podía acabar de pagar a los 38 años, se quedaba sin hipoteca a la mitad de los
años que el del 2007.
Una visión de lo que está pasando
1.- En 1982 el capital nos tenía amarrados con una cadena en
nuestra mano derecha o izquierda, da igual que da lo mismo. O sea, podíamos
mover una mano libremente y bailar a nuestro ritmo, aunque tuviésemos una
cadena en la mano.
2.- En 2007 el capital nos tenía encadenados de las dos
manos y los dos pies, no podíamos comer cuando queríamos ni podíamos bailar, so
pena de darnos la gran hostia.
3.- La evolución de la libertad humana va en retroceso.
4.- Consecuencia del endeudamiento de los trabajadores, los
empresarios pueden abusar de ellos todo lo que quieren y un poco más. Para
acabar de pagar antes se realizan más horas que tiene un reloj y se pagan a precios
de miseria o no se pagan.
5.- Como no se puede apenas consumir puesto que toda la
nómina tiene que ir destinada a pagar la hipoteca, el consumo se resiente y las
empresas empiezan a tener menos beneficios.
6.- Para una empresa tener menos beneficios es tener
pérdidas.
7.- Como, según ellos, tienen pérdidas, tienen que ajustar
los gastos.
8.- Los gastos más graves e innecesarios para el empresario
son los salarios que paga a los trabajadores, unos seres que, para él, son
parásitos de la labor emprendedora de los empresarios.
9.- Empiezan los despidos, en estos momentos conocidos
popularmente por ERE (Expedientes de Regulación de Empleo), que necesitan de la
bendición gubernamental.
10.- Los trabajadores afectados por un ERE y que tienen que
seguir pagando el piso dejan de hacerlo.
11.- Los bancos, que han prestado el dinero (que no es suyo,
es de los depositantes, que somos todos), se quedan sin efectivo para poder
asegurar la devolución de las imposiciones a sus clientes, que les han dejado
el dinero.
12.- Los bancos se convierten en inmobiliarias porque tienen
que quedarse con los pisos impagados por los trabajadores despedidos, y acaban
haciendo la competencia a los constructores y otros especuladores que, a su
vez, han recibido dinero prestado de los bancos (que no es suyo, es de sus
depositantes).
13.- Los constructores que han llenado el mercado de pisos y
les cuesta venderlos, se encuentran con la venta de pisos por los bancos que
los ofrecen por lo que resta de pagar de la hipoteca de los trabajadores
desposeídos por encontrarse en paro.
14.- Los constructores y otros especuladores que han
invertido en el sector inmobiliario se declaran insolventes y no pueden pagar a
los bancos el dinero que deben.
15.- Los bancos se quedan con más pisos, pero su negocio es
tener dinero y no pisos.
16.- Aparecen en escena las agencias de calificación
crediticia que, como hemos dicho, son empresas privadas que se dedican a hacer
un dictamen acerca de la solvencia de una entidad.
17.- Estas agencias empiezan a poner en duda la solvencia de
las entidades crediticias: los bancos.
18.- Esos informes son leídos por los especuladores que
juegan a la bolsa, más conocidos como mercados.
19.- Estos especuladores empiezan a vender sus acciones de
las entidades financieras.
20.- Las entidades financieras empiezan a estar al borde de
la quiebra ya que con sus fondos no podrían pagar el dinero a los clientes que
lo tienen depositados en ellas.
21.- Empiezan a forzar a los Gobiernos a intervenir y poner
dinero para salvar la insolvencia de los bancos; ese dinero que ponen es de las
arcas públicas que las alimentamos entre todos.
22.- Los bancos empiezan a restringir los créditos ya que
nadie les ofrece suficiente solvencia.
23.- Las empresas no pueden acceder al crédito para innovar
y negociar, por tanto tienen que seguir despidiendo trabajadores. Nuevo aumento
del paro.
24.- Los Gobiernos tienen que empezar a pagar de las arcas
públicas el desempleo a todos los que se quedan en la calle.
25.- Al aumentar los trabajadores en paro, estos dejan de
cotizar a la Seguridad Social, de pagar el desempleo, impuestos, consumen
menos, etc.
26.- Las empresas se resienten todavía más.
27.- Los Gobiernos se endeudan ya que sacan dinero para
cubrir las necesidades de la población (mal cubrir) y no ingresan tanto como
sacan porque hay un 20 por 100 de la población trabajadora que deja de ingresar
por impuestos.
28.- Vuelven a aparecer las famosas agencias de calificación
crediticia y, esta vez, hacen informes en contra de la solvencia de los países.
29.- Los especuladores de la bolsa se lo vuelven a creer y
empiezan a vender acciones de las empresas de los países que son víctimas de
estos informes.
30.- Los mercados financieros piden dureza a los Gobiernos
para estabilizar su solvencia.
31.- Los Gobiernos se asustan y actúan contra los que creen
que son la parte más dócil, los trabajadores. Les suben los impuestos, les
bajan los salarios, les quitan las prestaciones sociales, les congelan las
pagas de jubilación, etc.
32.- Los mercados financieros creen que eso puede contraer
la economía ya que reducirá el consumo y piden otras medidas sobre las
condiciones laborales.
33.- Los gobiernos afectados adoptan medidas que abaraten el
despido y endurezcan la situación de los trabajadores en las empresas.
34.- Los mercados (las bolsas) siguen sin estar satisfechos
porque pretenden que el mercado libre sea libre para vender y comprar cualquier
cosa, empezando por las personas y por la seguridad laboral.
36.- Los Gobiernos aumentan la edad de jubilación para no
tener gastos sociales de jubilación.
37.- Los mercados siguen descontentos…
38.- La única salida para los mercados (especuladores) es
que los trabajadores se queden sin garantías sociales, que tengan que empezar a
pagar por obtener un trabajo. Si son capaces de conceder préstamos para que los
trabajadores puedan comprar su puesto de trabajo, habrán llegado a la plenitud.
Esto no será muy difícil si tenemos claro que, en los
últimos años, ya se está pagando por ello. El ejemplo más directo son las
prácticas universitarias, me explico: Hoy en día un estudiante paga por obtener
unos créditos que son de Prácticum. Estos Prácticum se realizan en empresas o
en la administración pública y no son remuneradas a los estudiantes, en el 95
por 100 de los casos. Por tanto nuestros estudiantes universitarios, que serán
los dirigentes del mañana, están siendo educados a pagar (precio de los
créditos de los Prácticums) por realizar trabajos en las diferentes empresas o
administraciones que les admiten (en la teoría les admiten para formales de
manera práctica, pero la realidad es la contraria, les destinan a hacer
cualquier trabajo que sea necesario para la empresa o la institución sin tener
en cuenta otras cosas). Si estos futuros dirigentes están educados, por la
Universidad, de esta manera, ¿qué transmitirán en el futuro? Pues muy fácil se
dedicarán a transmitir lo que les enseñaron a ellos, a no ser que tengan una
actitud crítica con el sistema de enseñanza, cosa que no es lo más habitual.
Todo esto se resume en una cosa: Se pretende poner a los
trabajadores, que como hemos dicho antes tienen una cadena en cada mano y cada
pie, la argolla definitiva que los coja por el cuello y los convierta en
esclavos del mercado libre.
La sociedad capitalista necesita de esclavos dóciles para
poder seguir manteniéndose en pie y ésta es su única pretensión. Los mercados
no pararán hasta conseguir todo esto.
Una salida a corto plazo
La unidad de los trabajadores, con empleo y sin él, y la
lucha contra esta gran injusticia social, con un planteamiento que venimos
defendiendo desde 1990, la necesidad de rebajar las horas de trabajo semanales
a 30 o 24. Con las 30 horas semanales, conseguiríamos la jornada laboral de 6
horas trabajando 5 días a la semana. Con la de 24 horas semanales podríamos
tener una jornada de 4 horas diarias trabajando 6 días a la semana o 6 horas
diarias trabajando 4 días a la semana.
Jornadas nada irracionales cuando los avances tecnológicos
permiten que los seres humanos nos podamos liberar cada vez más de estar
trabajando constantemente para poder alcanzar una producción sostenible que nos
permita vivir, con una calidad de vida suficiente y nunca antes, en la historia
de la humanidad, alcanzada.
Lo único que hace falta es que erradiquemos el egoísmo y la
avaricia que nos sigue equiparando a las bestias que tienen que depredar a
otras para conseguir su supervivencia. Lo malo es que los empresarios no lo
hacen por su supervivencia, simplemente lo hacen para que su vida siga siendo
opulenta y ociosa mientras los demás somos como esclavos suyos.
Si el trabajo es tan bueno ¿Por qué los capitalistas no se
dedican a trabajar constantemente? ¿Por qué dedican buena parte de su tiempo al
deporte y a holgazanear? ¿Por qué son los únicos que pueden tener días libres y
de ocio cuando les viene en gana? Tenemos que tener claro que si el trabajo
fuese algo bueno, algo que diese dinero, algo que enriqueciese, los
empresarios, los capitalistas no nos dejarían trabajar a nadie, lo querrían
todo para ellos.
Conseguir la jornada laboral de 6 horas supondría crear, en
las empresas que trabajan a turnos durante 24 horas, un turno de trabajo más, o
sea pasar de tres turnos a cuatro turnos diarios, con lo cual habría un
incremento del 33 por 100 de plantillas en las empresas.
Si tenemos en cuenta que el paro es del 25 por 100, según
los datos oficiales, que no son ciertos, con este incremento se conseguiría
prácticamente el pleno empleo, que no les interesa a las empresas pero que sí
nos interesa a los trabajadores.
Esta es la única solución para acabar con una crisis que es
ficticia y que han generado los mismo capitalistas.
Los políticos y los gobiernos nos están engañando vilmente
diciendo que hacen reformas laborales para crear empleo, cuando lo único que
están consiguiendo, con esas reformas, es que las empresas tengan mayores
facilidades para seguir manteniendo una masa de trabajadores parados suficiente
para poder flexibilizar las condiciones de trabajo hasta puntos completamente
insospechadas.
Hay voceros del capital que dicen que implantar la jornada
de 6 horas, en todos los sectores es imposible, por dificultades estructurales;
esto es otra gran falacia de los defensores del paro endémico y de que una
parte mayoritaria de la sociedad siga bajo el control y el dominio de una
minoría. Son los defensores de que unos cuantos privilegiados sigan dominando
al 90 por 100 de la población mundial, son aquellos que quieren que la
humanidad no sea libre y se mantenga esclavizada por el sistema económico
imperante.
Es fácilmente demostrable que esta jornada de trabajo se
puede introducir en todos los sectores de la producción, si tenemos en cuenta
el sector del comercio, del que se dice que es el más difícil para poder
implantar esta jornada, podemos ver que, una vez reconvertido el sector de
forma que se está haciendo desaparecer el pequeño comercio, para introducir a
las grandes multinacionales del sector, éstas están imponiendo una apertura de
sus negocios de 12 horas diarias, y con la jornada actual de 8 horas están
obligando a sus trabajadores a realizar horas extras para cubrir la jornada de
apertura o contratan por media jornada para cubrir sus necesidades. Si se
implantase la jornada de 6 horas se podría conseguir un nuevo turno de trabajo
en estas grandes superficies, con lo que acabaríamos con los abusos que se
producen en el sector.
Esta es una de las soluciones que podemos tener para que las
personas puedan seguir viviendo dignamente, que no se vean abocadas a vivir en
la calle y sin vivienda y que se les garantice poder tener la sanidad, la
jubilación, la atención que se han ganado con su contribución durante todos los
años que han estado trabajando; es lo mínimo que como seres humanos nos
merecemos.
Lo máximo sería quitar los medios de producción de las manos
insensatas en que están y que pasen a manos del pueblo para que deje de haber
parásitos sin escrúpulos y la igualdad social sea lo que facilite un mundo
justo y sin explotación, caminemos juntos hacia la revolución que permita acabar
con la explotación del hombre por el hombre y con la explotación de cualquier
tipo, por un mundo sin opresores ni oprimidos, sin desigualdades, libre y donde
cada uno sea el dueño de su vida y de su destino, viviendo colectivamente lo
que nos atañe a todos y teniendo la solidaridad y el apoyo mutuo como el
principal referente humano. Un sistema social donde las fronteras y las razas
queden olvidadas para conseguir la comunidad universal de seres humanos libres.
Manuel Vicent
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