CNT apoya la huelga del sector sanitario en la Comunidad de Madrid
Los planes de privatización que vienen desarrollándose en la
C.A.M en estos últimos años, han llegado a su punto de consolidación, tras las
últimas medidas adoptadas y anunciadas por la Consejería de Sanidad y que han
puesto en pie de lucha a toda la comunidad sanitaria y a los/as usuarios/as del
servicio público de salud.
El Gobierno Regional
de la C.A.M, pretende ahora asentar definitivamente el expolio y la venta de
parte del servicio público a grandes corporaciones del sector privado
sanitario; anunciando la externalicación-privatización de seis hospitales, 27
centros de salud y 26 categorías de personal no sanitario entre otras medidas,
que sumadas a los recortes de estos últimos años, la cesión y construcción de
los seis últimos hospitales de la C.A.M a empresas privadas, siendo el más
agresivo plan de deterioro, desmantelamiento y expolio de la sanidad pública en
todo el estado español.
Las jornadas de
huelga convocadas para esta semana y que se suman a las de la anterior, son
apoyadas y secundadas por la CNT; así como las múltiples y multitudinarias
movilizaciones y encierros que en estas últimas semanas se vienen produciendo y
que ponen de manifiesto, que ni el sector sanitario ni los/as usuarios/as
estamos dispuestos a que estas medidas se lleven a cabo; oponiéndonos
frontalmente y extendiendo el conflicto hasta donde sea necesario, con el
objetivo de salvaguardar de las garras del neoliberalismo, un modelo sanitario
que aún con muchas fracturas en su gestión, calidad del servicio y condiciones
laborales, “garantiza” la asistencia sanitaria para todos/as los/as
trabajadores/as y ciudadanos/as, siendo excluidos/as los inmigrantes en
condición irregular, aunque sigan siendo atendidos/as por muchos/as
profesionales que se han declarado también objetores a esta inhumana política
de lucro.
Pero no podemos pasar
por alto el papel que están jugando los sindicatos de la Mesa Sectorial
(convocantes de una de estas huelgas), que tras años de indiferencia y
complicidades con las políticas sanitarias de la C.A.M y que apoyaron (CCOO y
UGT nunca manifestó lo contrario) la aprobación de la Ley 15/97 del PSOE-PP,
piedra angular del proceso privatizador y que ahora en pleno conflicto siguen
obviando, incluso intentando catalizar y monopolizar las asambleas de
trabajadores/as que han surgido en muchos centros y que están jugando un papel
fundamental en la autoorganización, extensión y radicalización del conflicto.
CNT Federación
Comarcal Sur - Villaverde
La privatización de
la sanidad solo es posible gracias a la ley 15/97
Las medidas de
desmantelamiento y privatización anunciadas por el gobierno regional del PP
solo son posibles gracias a la Ley 15/97 (aprobada por PP, PSOE, CiU, PNV y
CC), que permite que cualquier centro sanitario o socio-sanitario pueda ser
gestionado y traspasado a empresas privadas, tal como confirmó el T.S.J. de
Valencia (“el soporte legal a la concesión administrativa de Alzira vendría
dado por la Ley 15/1997”)
Hasta ahora,
Comunidades Autónomas de diferente signo político han venido “aprovechando” las
posibilidades que ofrece esta Ley para privatizar bajo el paraguas del
eufemismo “colaboración público-privada”. Así el PP ha utilizado este sistema
de forma masiva en la Comunidad Valenciana y Madrid, además de Murcia, Galicia
y Castilla León, mientras que el PSOE lo ha aplicado, con apoyo de sus socios
de “izquierdas” en Cataluña y Baleares.
Además, durante las
anteriores dos legislaturas -casi 8 años de mayoría- el PSOE, aun viendo lo que
el PP hacía en Madrid y Valencia, mantuvo la ley en vigor e hizo oídos sordos a
numerosas y multitudinarias movilizaciones; ni siquiera ninguno de sus tres
ministros de sanidad durante ese periodo, se molestó en recibir a las
organizaciones que presentamos 500.000 firmas en el
Congreso pidiendo la
derogación de la 15/97.
Por otra parte, el
Estatuto Marco del personal al servicio del SNS, Ley 55/2003, (en cuya
elaboración participaron, entre otros, sindicatos subvencionados del sector
sanitario), introdujo la figura de los Planes de Reordenación de Recursos
Humanos, que permiten, entre otras cosas, traslados forzosos masivos de
personal de los centros públicos para vaciarlos de empleados públicos y
cedérselos a las empresas privadas (Pontones y Quintana son el ejemplo).
Ante el anuncio de
miles de despidos; privatización de la gestión sanitaria de los hospitales
modelo PFI1 (no se privatizan ahora, ya estaban privatizados antes de su
inauguración), modelo que en un principio solo afectó al personal no sanitario
y a Vallecas, San Sebastián de los Reyes, Coslada, Parla, Arganda, Aranjuez
parte del sanitario (laboratorios, diagnóstico por la imagen);
externalizaciones de servicios no sanitarios; fusiones de servicios clínicos;
privatización de centros de atención primaria; introducción del euro por
receta; desmantelamiento de La Princesa y el Carlos III, etc., corremos el
riesgo de perseguir la zanahoria que nos enseñan y olvidar el verdadero fondo
del asunto: las causas que permiten la privatización, la Ley que la posibilita,
sus responsables por acción u omisión y el negocio que persigue.
Todas estas medidas
son un paso más en el plan, perfectamente planificado y en marcha desde hace
años (1991, Informe Abril Martorell), para desmantelar el sistema sanitario,
privatizar las partes rentables, empujar a los sectores de población que puedan
pagárselo hacia los seguros privados, e ir conformando con los restos un
sistema de baja calidad, similar a los antiguos de beneficencia para el resto
de población: trabajadores, parados y excluidos, al tiempo que se inicia la
exclusión de los más desfavorecidos, los inmigrantes sin papeles.
En este momento están
surgiendo propuestas de lucha genéricas en “defensa de la sanidad pública”,
solo contra los recortes, e incluso reclamando que los hospitales de modelo PFI
se mantengan como hasta ahora (olvidando las repercusiones que este modelo
privado tiene en usuarios y trabajadores); reclamando una “falsa unidad” que
pasa por un pacto de silencio que oculte a la población y los trabajadores las
causas y los responsables de la privatización y su connivencia con el capital
privado; así como quienes han votado, mantenido y/o callado, su herramienta
fundamental: la Ley 15/97.
No debemos entrar en
este juego, la unidad es deseable, pero en base a actuar sobre las causas de la
privatización, no solo sobre los síntomas. Hacemos un llamamiento a organizarse
en cada barrio y pueblo en defensa del sistema público de salud. Solo si se
articula una alianza entre trabajadores del sistema sanitario y población para
poner en marcha un proceso continuado de movilizaciones, podremos frenarlo.
Este plan debe incluir la reivindicación de la puesta en marcha de mecanismos
de gestión democrática por parte de los propios usuarios y los trabajadores de
los centros: nunca más los centros en manos de políticos y empresas.
CAS-Madrid -
Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad Pública de Madrid
(CNT integra junto a
otras organizaciones sindicales CAS Madrid)
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