El SAS reduce el contrato a 80 médicos del hospital Puerta
del Mar desde octubre
(la foto no es del articulo) Los recortes en Sanidad no son
de hace unos meses. Los sanitarios llevan años sufriendo las consecuencias de
tanta tijera, intentando que no perjudique a los usuarios del Sistema Andaluz
de Salud. Pero cada vez se lo ponen más difícil. Los últimos recortes en el
hospital Puerta del Mar han dado lugar a una reducción encubierta de la
plantilla de médicos que afecta de forma importante a muchos servicios,
especialmente a los que cuentan con un número importante de contratados.
El Servicio Andaluz
de Salud (SAS) les ha reducido a unos 80 facultativos entre el 75% y el 50% de
sus contratos desde el pasado uno de octubre. Desde entonces se les ha ido
renovando el acuerdo laboral mes a mes, y a partir del pasado 1 de diciembre,
se les prorrogaron los contratos hasta el 15 de enero, para cubrir los días de
fiesta durante estas Navidades.
Las primeras
consecuencias de este recorte, aparte de la precariedad laboral en la que se
encuentran estos médicos, es que afecta al funcionamiento de diferentes
servicios. Entre los que más están sufriéndolo se encuentra Medicina Interna,
donde hay 11 contratados al 75%; Anestesia con seis y Urgencias con 18 , de los
que cuatro son contratados al 50% . Ginecología y Cirugía General están
funcionando con seis médicos cada uno y Radiología, con cuatro. En total, este
recorte afecta a 28 servicios, pero en algunos casos, como Oncología, que
dispone de un número reducido de facultativos, esta reducción afecta de forma
importante al funcionamiento normal.
Estas medidas de
recorte suponen que, para poder seguir manteniendo la misma carga de trabajo,
«las plantillas son exprimidas al máximo, incluso hay casos, en los que no se
cumple con lo que establece el contrato, pues algunos de estos facultativos
reducidos al 50% o 75% realizan más de 200 horas mensuales», valoraron desde el
Sindicato Médico de Cádiz.
Estos recortes están afectando a las listas de espera de
intervenciones quirúrgicas, consultas y pruebas diagnósticas. Hace meses que el
SAS no publica el estado actual de estas listas, «porque se han disparado»,
según el Sindicato Médico.
Hay varias especialidades que para dar la primera cita está
superando los 60 días que el SAS se pone como límite, pero los profesionales
denuncian que los peores datos se encuentran en las revisiones de estos
pacientes, de las que nunca se dan estadísticas, pero que en algunas
especialidades están por encima de los cuatro meses y en algunos hasta los seis
meses.
En los procedimientos diagnósticos, como ecografias, TACs,
resonancias, entre otros, para los que el Decreto de Garantías reconoce el
derecho del usuario a no sobrepasar los 30 días de espera, no se sabe ni en
cuanto está el retraso, pero se ha disparado, pues desde octubre se han
reducido las consultas de ecografías después de que varios radiólogos pasaran
al 75% de su contrato. A esto se añade que una médico de este servicio está de
baja por maternidad y no ha sido sustituida.
Fuentes cercanas al
hospital apuntan que en las plantas, el número de pacientes por médico también
se ha disparado y muchos de los facultativos aseguran que para poder atender a
sus pacientes tienen que prolongar su horario, sin que la gerencia del centro hospitalario
se lo reconozca en sueldo o días libres.
Además, ante la
reducción del contrato a estos 80 facultativos, la única solución que
encuentran en las consultas de especialidades es aumentar el número de
pacientes por especialista, lo que se traduce en que los médicos tienen menos
tiempo por paciente, o que han que seguir trabajando fuera de su horario.
El SAS incumple la legalidad de forma rutinaria, según el
Sindicato Médico, y esta irregularidad se está instaurado como norma. «La
Administración juega con que los facultativos contratados, a pesar de ser
víctimas de continuos abusos laborales, no van a denunciar en los tribunales
estas irregularidades, como es el caso de que la mayoría de estos contratados
mes a mes, y al 75%, que llevan trabajando más de dos años en su mismo puesto y
por Ley deberían tener contratos indefinidos. Esto, en el caso de los
trabajadores sanitarios, se conoce como interinidad», según fuentes sindicales.
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