Destapan las condiciones insalubres de la granja de foie
gras que vende a Mercadona, Eroski o Alcampo
Patos muertos en unas instalaciones sin filtrado de aire ni
ventanas, cabezas de aves dentro de los bebederos, patos con el pico roto
obligados a seguir alimentándose, animales con infecciones oculares encerrados
en jaulas y sin poder moverse.
Estas son las condiciones en las que desarrolla sus
actividades la granja Caracierzos S.L., la segunda más grande de producción de
foie gras en España, según ha podido documentar la organización Igualdad
Animal, que hoy ha presentado una denuncia contra sus prácticas a través del
registro general del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
por "incumplir la normativa europea".
El caso no es nuevo. La organización por los derechos de los
animales ha denunciado en total 17 granjas similares en toda España, pero en
esta ocasión se trata de una de las de mayor repercusión. Caracierzos, ubicada
en Santa Eulalia del Campo, (Teruel), engorda a una media de 100.000 patos cada
año y provee a dos de las empresas líderes en el sector: Martiko y Collverd.
La primera, según datos facilitados por la propia empresa a
los investigadores de Igualdad Animal, acapara más del 70% de la couta de
mercado español y comercializa sus productos en grandes superficies como
Eroski, Alcampo, Mercadona, Carrefour y El Corte Inglés. Los productos de
Collverd, por su parte, llegan a tiendas especializadas y restaurantes en
Francia, Holanda Luxemburgo, Bélgica, México, Perú, Colombia y China. Su
director, Jordi Terol, es el presidente de la Interpalm (Asociación
Interprofesional Agroalimentaria de Palmípedas Grasas) y vicepresidente de
EuroFoieGras (Asociación Europea de Productores de Foie Gras).
"Estamos ante un escándalo de la industria del foie
gras europeo. Los productos de esta granja tienen una relación directa con
muchos consumidores y creemos que la gente debe poder elegir libremente y tener
acceso a la información relativa a lo que está consumiendo", señala Sharon
María Núñez, una de las portavoces de la organización.
Escándalos parecidos en Francia hicieron que algunas grandes
superficies de ese país dejaran de comercializar productos de foie gras.
Consultada por este periódico, Mercadona ha comunicado que se pondrá en
contacto con la empresa Martiko para "conocer la veracidad de las
informaciones y tomar una decisión".
Durante varios meses entre 2011 y 2012 un equipo de
investigadores de Igualdad Animal logró infiltrarse en la granja de Caracierzos
y captar imágenes de las condiciones en las que se mantienen y alimentan a las
aves. En su informe, el cuarto sobre la industria del foie gras en lo que va de
año, la organización denuncia, entre otros casos "un pato cubierto de
sangre y el pico roto sin ningún tipo de tratamiento veterinario", patos
con "infecciones" y "comportamientos repetitivos como señal de
estrés", aves con "dificultades para respirar" o "muertos
dentro y fuera de las jaulas".
Un pato muerto dentro de su jaula en la granja de
Caracierzos. IGUALDAD ANIMALUno pato muerto en una jaula de la granja
Caracierzos.
Además, las instalaciones presentaban carencia de "un sistema
de filtrado de aire y/o ventanas" o de "equipos y controles adecuados
para la limpieza", cita el documento. En el vídeo elaborado por la
organización se observa con total claridad cómo los patos permanecen encerrados
en jaulas individuales muy estrechas, una práctica prohibida por la normativa
europea.
Público se ha puesto en contacto con responsables de la
granja Caracierzos, que se han negado a dar explicaciones sobre las condiciones
de su actividad y se han remitido a Interpalm como la apropiada para responder
sobre el caso. Aunque se ha intentado contactar con esta asociación
agroalimentaria, ha sido imposible.
Desde Igualdad Animal afirman que la empresa aseguró,
durante la investigación, tener toda la documentación en regla y haber pasado
las correspondientes inspecciones de Sanidad, aunque en ningún momento tuvieron
acceso a ellos.
En cualquier caso, subrayan, la organización por los
derechos de los animales no persigue una adecuación a las normativas vigentes
de estas granjas sino la prohibición total de la producción de foie gras, al
considerar que su fabricación conlleva siempre el sufrimiento del animal.
En efecto, para la elaboración de este considerado manjar de
la gastronomía es necesario engordar a las aves a través del método de la alimentación
forzada. Un embudo de unos 25 centímetros de diámetro es introducido en la boca
del pato para hacerle tragar entre 400 y 900 gramos de alimento cada 12 horas,
lo que termina provocando una enfermedad en el hígado de la que se extrae el
foie gras. No existe ninguna técnica alternativa.
España es uno de los pocos países en la UE que permite su
producción, junto a Francia, Hungría, Bélgica y Bulgaria.
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