La mujer que no quiso levantarse en el autobús
El jueves 1 de diciembre de 1955, Rosa Parks iba sentada en
la primera fila de un autobús de Montgomery, Alabama, en Estados Unidos. El
conductor del vehículo, James F. Blake, le dijo que debía dejar los primeros
asientos para los blancos, pero Parks no se levantó, por lo que fue arrestada y
multada. Fue el inició de una 'marea negra' que boicoteó los autobuses públicos
durante meses a favor de los derechos civiles para los negros.
El sábado 3 de diciembre, la comunidad negra inició un
boicot al transporte público en la ciudad. Por la noche, una asamblea
multitudinaria acordó mantener el boicot por tiempo indefinido, una medida que
se extendió por toda la ciudad creando serios problemas económicos a la empresa
pues la mayoría de los usuarios habituales eran negros.
La gente organizó
todo tipo de alternativas para no coger el bus. Coches compartidos, personas
que se ofrecían para llevar a otras a sus trabajos, taxistas negros que
cobraban el mismo precio que los autobuses...
Colectivos racistas
realizaron numerosas agresiones contra los negros. La casa de Martin Luther
King y de Ralph Abernathy, dos dirigentes del movimiento negro, fueron
incendiadas, al igual que cuatro iglesias Bautistas negras. Decenas de
activistas fueron multados sin ningún motivo.
El 4 de junio de 1956
el tribunal de distrito federal dictaminó que las leyes raciales de Alabama en
los autobuses eran inconstitucionales. Sin embargo, un recurso de apelación mantuvo
la segregación intacta, y el boicot continuó hasta que, finalmente, el 13 de
noviembre de 1956, la Corte Suprema confirmó el fallo del tribunal del
distrito.
Una ordenanza
municipal permitía a los pasajeros negros sentarse donde quisieran en los autobuses
de la ciudad. El boicot terminó oficialmente el 20 de diciembre de 1956. Había
pasado poco más de un año desde que Rosa
Parks se negó a ceder su asiento a un blanco.
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