El fascismo contra el futbolista Isidro Lángara
Franco contra el futbolista Isidro Lángara.
Julián Troncoso, un golpista de la Unión Militar Española,
General del ejército franquista, durante la contienda se encargo de dirigir
actos de sabotaje y terrorismo contra la logística del gobierno republicano en
el sur de Francia. En 1939 es nombrado para gestionar presidencialistamente la
Federación Española de Futbol (F.E.F).
En el verano de ese año triunfal para el fascismo y triste
para la democracia, se dedico hacer imposible la existencia futbolística de
Isidro Lángara el hábil y potente delantero del Real Oviedo.
Lángara, se mantuvo militante de la administración
gubernamental del Frente Popular y se integro en la selección de Euzkadi, en
donde jugó a favor de la causa antifascista de los pueblos de la península
ibérica en la liga mexicana. Al finalizar la guerra se negó a regresar al
estado español dominado por los fascistas y ficho por el Club Atlético San
Lorenzo de Almagro.
Julián Troncoso, intento desde Madrid, negarle su
participación en la liga Argentina, argumentando que pertenecía a la F.E.F como
futbolista. Tuvo que intervenir la federación mejicana de Futbol, en donde
Lángara había competido con el Club Deportivo Euzkadi en la temporada 1938-39.
La tramitación de la inhabilitación como deportista por parte del Falangismo
futbolero fue desechada por las autoridades balompédicas de Buenos Aires.
Lángara será un ídolo para los exiliados republicanos, desde
el campo de concentración de Boghari en Argelia, le escribe su amigo Braulio
Fernández en Junio de 1939, relatándole el destino amargo y trágico de su
familia en la España opresiva.
En Octubre de 1934, Lángara hacia el servicio militar en un
cuartel de Oviedo, siendo su unidad movilizada por el gobierno del charlatán
Alejandro Lerroux y debe enfrentarse a mineros opuestos a la fascistización del
estado por parte de la CEDA de Gil Robles. El no intervino en ninguna refriega
armada y solo se fotografió a petición de un periódico con sus compañeros de
armas. Tiempo después su amigo y también jugador del Oviedo, el portero
Florenza, manifestaba que el oriundo de la localidad de pasajes (Guipúzcoa) en
las conversaciones que mantuvo siempre con él, eran un entusiasta con la causa
del pueblo. Lo mismo expuso el otro delantero del equipo Ovetense para Mundo
Deportivo en una entrevista el 10 de Marzo de 1937, en donde exponía la
disconformidad de Lángara con aquellos sucesos y su simpatía por la revuelta
obrera.
Por aquel acontecimiento es detenido momentáneamente y
liberado por la dirección del PNV de Andoain, mantenía inclinación por el
nacionalismo vasco.
Componente de la Selección de Euzkadi en 1937, participara
en 9 encuentros en México D.F y de allí pasara a La Habana en 1938, según el
Diario Nacional Deportivo de ese país, Lángara se convirtió en un ídolo
futbolístico para los aficionados mexicanos. Sera uno de los embajadores con el
balón de la causa antifascista vasca y del estado español por los países del
mundo, entre ellos la URSS y Francia. Sus partidos serán seguidos por la
retaguardia republicana y el nombre de Lángara por parte de los medios de
comunicación de la España republicana se une al término coraje y furia, como
denomina La vanguardia sus remates de cabeza contra la portería del América de
México. Siempre Lángara destacando sea en el campo del Dinamo de Moscú o en el
de Atlante al otro lado del océano. En 1939 resuelve quedarse a seguir
vistiendo de corto y haciendo correr los tacos de sus botas en Argentina y como
contamos al principio el régimen de Franco quiso vengarse del mejor jugador de
Futbol de España en aquella época que decidió seguir el destino de la republica
en el exilio.
Durante la posguerra siguió siendo el emblema futbolístico
de los niños “rojos” ante el delantero del Sevilla FC el “Stuka” Campanal I
favorito de los Flechas y Pelayos.
Eduardo Andradas
Investigador Histórico y poeta
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