¡¡¡ EN MEMORIA DE JENNY BARRA ROSALES !!!!
La noticia nos llegó desde CODEPU y despertó muchos
recuerdos a la vez que ratificó compromisos. Esto es lo que fue informado por
diversos medios: SANTIAGO, Chile, oct. 21 (UPI) -- La justicia chilena y el
Servicio Médico Legal identificaron a una estudiante detenida desaparecida
durante el régimen de Augusto Pinochet (1973-1990), constituyéndose en la
primera mujer reconocida por métodos científicos en esta condición. La ministra
de la Corte de Apelaciones de San Miguel, Soledad Espina, junto al director nacional
del SML, doctor Patricio Bustos Streeter, dieron a conocer a los familiares la
identificación de Jenny Barra Rosales, estudiante de enfermería de la
Universidad Católica de Chile y militante del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR), desaparecida en 1977. Su identidad fue determinada
mediante el trabajo multidisciplinario del organismo forense y los análisis
genéticos realizados por el laboratorio del Institute of Legal Medicine,
Innsbruck Medical University (GMI), de Austria. Los restos óseos identificados
con un 99,999% de probabilidad, corresponden a fragmentos encontrados en Cuesta
Barriga que subsistieron a la Operación Retiro de Televisores, consistente en
la remoción de los cuerpos de detenidos desaparecidos inhumados de forma
clandestina con el objeto de ocultarlos definitivamente. En Chile, según cifras
oficiales, un total de 4.979 mujeres estuvieron en prisión durante la
dictadura. Además, 75 fueron detenidas y ejecutadas políticas. De ellas, 11
estaban embarazadas.
Jenny Barra Rosales
nació el 27 de Octubre de 1953, por lo que en estos días habría cumplido 59
años. Pudo estar junto a su madre Laurisa, sus hermanas y hermanos, compartir
probablemente con su compañero, hijos, sobrinos y hasta nietos. Sin embargo la
dictadura dijo otra cosa y como a muchos compatriotas, la secuestró, torturó y
la hizo desaparecer. Los esbirros de los golpistas, los servidores de la
dictadura, mutaron con el tiempo y hoy lucen por ahí sus rostros radiantes. Se
permiten hablar de democracia, demandan las penas del infierno para quienes
confrontan a esta post dictadura que se esfuerza por limpiar su imagen. Se
permiten exigir, si exigir, a los familiares de ejecutados, de desaparecidos de
torturados, a los abusados en sus derechos una ·”conducta acorde a los
tiempos”. En este país extraño comparten “republicanamente”, asesinos por
acción y omisión, promotores del golpe de estado e incluso aquellos partidos a
los que pertenecían muchas de las victimas de entonces. ¿Que pensarían de esto,
todos los caídos, que sienten los amigos y familiares, los militantes honestos,
cuando ven sonrientes a los adversarios de entonces?. Puede ser válido que
algunos crean posible llegar a consensos y ciertos acuerdos con los que
entonces demandaban “la mano militar para recuperar la patria”. Es solo que tal
cosa solo puede darse si antes se hace la verdad, se aplica la justicia y se
castiga severamente a los autores y cómplices del baño de sangre. Lo contrario
de una u otra manera los hace cómplices y deberán responder ante la historia.
Hemos expresado a la madre de Jenny nuestro respaldo en este momento. Reiterado
el compromiso que asumiéramos junto a varios militantes de la vida y la
justicia, cuando constituyeron el 17 de Octubre de 1999 la Agrupación Cultural
Jenny Barra. Muchos ni siquiera habían nacido para 1973 y aunque la Agrupación
como tal dejó de estar activa, fue un enorme ejercicio con el que se logró
vencer el miedo y llegar a testimonios que fueron alumbrando el camino de esa
verdad que se negaba a aparecer. Es desde la Agrupación que se crea una
iniciativa llamada “ Por la verdad de lo ocurrido en el Cerro Chena”, con el
activo apoyo de la radio El Canelo. Estas y otras iniciativas han permitido ir
develando la verdad de lo sucedido en Chena, pero aún falta y en memoria de
Jenny y de los que aún no son encontrados hay que seguir en esta lucha hasta el
final, aunque solo sea para dejar testimonio de que jamás se han de arriar la
banderas cuando la verdad está del lado correcto, Es por la verdad en todos los
casos de violación de derechos humanos. Es por la aplicación de justicia en el
sentido mas amplio. Es por el castigo que merecen quienes se nombraron
arbitrariamente jueces y ejecutaron las penas sumarias que dictaron. El
martirio que sufrieron y la suerte que corrieron los ferroviarios de la
Maestranza Central, Jenny Barra y los demás fusilados y desaparecidos en Chena,
o que por allí pasaron para después perderse en las penumbras, los hermana por
siempre y son un claro ejemplo de consecuencia y lealtad. Honor y gloria a los
caídos, juicio y castigo a los culpables.
JENNY BARRA ROSALES,
PRESENTE. AHORA Y SIEMPRE
AMIGOS DE JENNY
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