La Generalitat falsificó facturas para pagar al hombre de
Oriol Pujol
La Generalitat de Cataluña falsificó varias facturas para
pagar 72.000 euros a Josep Tous, presidente de la sectorial de energía de
Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y el hombre encargado,
oficiosamente, de controlar todo el área de seguridad industrial del Gobierno,
lo que incluía un nuevo mapa de las estaciones de ITV y las entidades de
certificación. El alto cargo convergente facturó al erario público a través de
tres sociedades, con el visto bueno del secretario general de la consejería de
Empresa y Ocupación, Enric Colet, y del subdirector de Seguridad Industrial,
Isidre Masalles.
Josep Tous es, según los informes incluidos en el sumario
del caso ITV, el hombre de confianza que Oriol Pujol había puesto al frente de
la operación para anular el último concurso de ITV que había realizado el
Tripartito y diseñar un nuevo mapa de estaciones de ITV. En varios de sus
informes, los investigadores subrayan que es considerado “el jefe”, que tenía
línea directa con el secretario general de CDC y que controlaba totalmente el
área de Seguridad Industrial, ya que el subdirector de quien dependía ya había
trabajado con él y era un hombre “obediente”.
“Estoy aquí gestionando muchos millones de euros y, me cago
en la puta, no sé qué cobrar”, se quejaba el 30 de septiembre de 2011 el propio
Josep Tous en una conversación con Masalles. Tous le explicó que ese mismo día
había tenido una reunión con Colet y éste le preguntó si cobraba por su trabajo
en la sombra. “Y se lo he dicho. Soy muy miserable porque soy un tío normal. No
soy Roca, que ya sabe bien esto es tanto. Digo... y aquí me estoy metiendo de
mediador dentro de muchos millones de euros y, de momento, he quedado con
Isidre para hacerle contratos menores de 18.000 euros y tal... digo...
hombre... cóbratelo, cóbratelo, porque mirarte todo esto ya tendría que haber
facturado algo, ¿no?”.
El dirigente de CDC estudia con el alto cargo de la
Generalitat cómo recibir el dinero del Gobierno.
Masalles.- O hacemos un negociado o un contrato más...
más...
Tous.- Pero un negociado, ¿cuánto tiempo tarda?
Masalles.- ¡Uff, madre mía! Como mínimo tres meses.
Tous.- Bueno, un negociado. ¿Y uno de éstos que no requieren
concurso público hasta 50.000 euros? ¿Esto es un negociado?
Masalles.- Sí, es esto, es el negociado. Entre los 18.000
más IVA, que es un menor y estos 50.000... espera,no sé si lo digo bien...
(...) 50.000 son por obra. Ahora, bueno, lo tendría que mirar, pero entonces es
un negociado sin publicidad. Pero se han de hacer unos pliegos, no sé qué...
bueno, tardan tres meses.
Tous.- Escucha, hagámoslo así, de 18 en 18 y vamos tirando y
ya veremos.
Masalles.- Vamos tirando, sí, sí. Creo que es mejor hacerlo
así de momento.
Tous.- Vamos tirando, tú. Si no ya... porque si hay tres...
cuatro empresas diferentes... ya iremos haciendo, porque si no no cobraré.
Masalles.- Exacto.
Unos días más tarde, según un informe de los investigadores,
ambos vuelven a hablar y concluyen que han de formalizar un primer contrato de
asistencia técnica para que el hombre de Convergència pueda cobrar. El
subdirector de Seguridad Industrial afirma que con eso ya pueden “tirar
volando”. Y Tous le comenta a continuación que, al margen de todos los que van
a hacer ha pensado que “también puede haber una asistencia técnica a Josep Tous
como profesional”.
Cuatro facturas de tres empresas
Las investigaciones detallan que a primeros de noviembre ya
estaba toda la operativa en marcha para que Josep Tous pudiese cobrar cuatro
facturas de 18.000 euros cada una, correspondientes a otros tantos falsos
contratos menores.
Un contrato menor es el que se realiza con una empresa y no
tiene porqué haber concurrencia. No puede sobrepasar una cantidad determinada
(en este caso,18.000 euros), pero la Administración ha de justificar su
adjudicación y enviar el expediente a Intervención. Las normas aconsejan que se
presenten varias ofertas. Un negociado, sin embargo, obliga a presentar
diversas propuestas (como mínimo, tres) para realizar el objeto del contrato.
En este caso, tanto si fuese un procedimiento como otro, la adjudicación estaba
ya pactada de antemano.
Un funcionario de la subdirección, Pere G., es el que ha de
contactar directamente con Tous. Pero se encontró con un problema: al poner la
base imponible de 18.000 euros, no lo acepta el programa como contrato menor y
entonces necesita que le volviesen a hacer otra oferta exactamente igual pero
poniendo una base imponible de 17.900 euros. En el momento en que aparece el
problema, Tous se encuentra de viaje en Chile y da al funcionario el teléfono
de su esposa para que le solucione el problema, le modifique la propuesta y se
la envíe firmada.
Según los informes de la investigación, Tous facturó sus
honorarios a través de tres empresas que controlaba: Columna Consultors,
Ieconsumo Observatorio del Consumo y Suplesa, “realizándose dichos contratos
menores lo más rápidamente posible para que entren dentro del presupuesto de
este año”. El problema era que en el mes de noviembre se cerraban los contratos
menores, por lo que debían formalizarlos e iniciar la tramitación antes de la
fecha prevista de cierre. Además, su intención era que los gastos entrasen
dentro del presupuesto del 2011 y que el dirigente de CDC cobrase en los
primeros meses del 2012.
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