Ante las Elecciones Sindicales: No votes
¿Qué son las Elecciones Sindicales?
Es el proceso por el
que los trabajadores eligen la representación unitaria en su empresa o en su
centro de trabajo. Esta representación unitaria puede ser un comité (en empresas
de más de 50 trabajadores) o a través de delegados de personal (en empresas de
entre 6 y 50 trabajadores). En empresas de menos de seis trabajadores no hay
representación unitaria
¿Qué es la
representación unitaria?
Significa que las
personas que la ejercen pueden decidir por la totalidad de la plantilla, aunque
esta no esté de acuerdo con las decisiones. También tienen acceso a reuniones a
puerta cerrada con la patronal y a documentación de la empresa que no tienen
obligación legal de trasladar al resto de la plantilla.
¿Es obligatorio que
en una empresa exista comité o delegados de personal?
No. Es un proceso que
pueden promover los sindicatos o los trabajadores de la plantilla pero no es
obligatorio que lo hagan. En empresas de entre seis y diez trabajadores sólo se
podrán realizar elecciones si hay un acuerdo explícito por parte de la
plantilla.
Entonces, si en una
empresa no hay comité ¿en qué perjudica al trabajador?
En nada. Los
trabajadores pueden organizarse de forma horizontal a través de asambleas de
trabajadores y de secciones sindicales, que son dos instrumentos legales que
garantizan mucho más control por parte de cada trabajador al no existir un
órgano que pueda tomar decisiones a sus espaldas.
¿Puede la empresa
obligar a los trabajadores a constituir un comité de empresa cuando hay que
negociar, por ejemplo, un convenio, un ERE o cualquier otra medida que afecte a
toda la plantilla?
No. No puede pero es
habitual que lo intente. A los empresarios no les gusta tener que dar muchas
explicaciones y prefieren tratar con un grupo pequeño y cerrado antes que tener
que negociar con toda la plantilla.
Es mentira que el
comité de empresa sea el único órgano legitimado para negociar colectivamente:
la propia Constitución dice que el derecho a la negociación colectiva es propio
de sindicatos y trabajadores, de manera que una sección sindical (que son
abiertas a todo el que quiera pertenecer) siempre podrá buscar igualmente
acuerdos colectivos con la empresa.
Pero… a la empresa
tampoco le beneficia que haya comité, no? Las personas que entran en el comité
son también trabajadores de plantilla y, además, están mejor preparados: saben
mas de legislación laboral, hablan mejor en público, están asesorados por
sindicatos…
A la empresa le
beneficia que haya comité y por eso facilita que los trabajadores se organicen
en uno. Hay que tener en cuenta que en el momento en el que entras en un comité
ya no te pueden despedir de forma improcedente y tienes otras ventajas en
cuanto a horas sindicales, libertad de horarios…
Eso hace que las personas que entran en el comité no siempre
lo hagan para defender a sus compañeros ni tengan la formación necesaria para
ello, ya que también buscan beneficios personales como, por ejemplo, más
estabilidad laboral, mejorar la conciliación con su vida familiar o
directamente trabajar menos. Eso hace que firmen acuerdos que benefician a la
empresa y perjudican a la plantilla pero que a ellos les mantienen en su puesto
de forma estable y sin tener problemas.
Bueno, no siempre es
así. Hay gente que se lo curra mucho y no busca aprovecharse
Por supuesto, el
problema es que los comités dan una serie de privilegios a muy pocos
trabajadores dejando sin protección a los demás, lo que, de facto, imposibilita
que los trabajadores que no están en el comité puedan ejercer sus derechos.
Si te perjudica el acuerdo que el comité ha firmado es muy
difícil que puedas enfrentarte sin acabar despedido. Ante tu despido la empresa
tendrá las espaldas cubiertas ya que “ha negociado con los trabajadores”, pero
los trabajadores sabemos que negociar con el Comité no es lo mismo que negociar
con los trabajadores.
Hay otros mecanismos
de negociación que incluyen a todos los trabajadores que defiendan sus
derechos, no solo a los del comité. En el caso de las secciones sindicales, una
acción bien programada, documentada e individualizada a la problemática de cada
trabajador, consigue que al final todos y cada uno de sus integrantes queden
protegidos contra el despido y puedan defender sus intereses en igualdad de
condiciones. Es decir, por ejemplo, en una empresa con una plantilla de 55
personas, mediante las elecciones sindicales sólo pueden protegerse contra el
despido cinco trabajadores; mediante el modelo de las secciones sindicales,
pueden hacerlo todos.
Pero la mayoría de la gente que está en los comités son
afiliados a sindicatos, así que no mirarán solo por ellos mismos y usarán esa
protección extra para tomar decisiones que beneficien si no a todos sí a la
mayoría.
Eso sería lo ideal
pero lamentablemente casi nunca es así. El problema es que los sindicatos que
se presentan a elecciones tienen sus propios intereses que poco o nada que ver
con los problemas reales de la plantilla.
Ellos buscan “mayor
representatividad” en la empresa o en el sector porque eso les supone más
subvenciones, más liberados sindicales y más rédito político. Es un engranaje
complejo en el que el trabajador rara vez sale beneficiado.
Es habitual que los
sindicatos sólo aparezcan por las empresas de cara a las elecciones sindicales
para conseguir plazas en el comité pero luego, en el día a día, simplemente no
están porque sus objetivos (tener representación) ya están cumplidos. El
sindicato ya no se relacionará con los trabajadores sino con las personas que
ha captado para el comité.
Pues entonces es
mejor que cada trabajador mire por lo suyo y no se meta en líos, porque está
claro que no te puedes fiar de los sindicatos
No. En realidad un
sindicato no es más que una unión de trabajadores para lograr objetivos que les
son comunes. La unión hace la fuerza y los trabajadores sólo pueden defenderse
de los abusos patronales estando unidos.
El problema es que
las elecciones sindicales diferencian entre trabajadores y “representantes”. A
la empresa eso le viene bien porque le resulta más barato dar beneficios a unos
pocos a cambio de que no se metan en lo demás.
Por eso debes buscar
maneras de relacionarte en el trabajo sin dar legitimidad a intereses ajenos a
los tuyos. Ese es el motivo por el que el sindicato CNT se niega a presentarse
a elecciones y no pide ser votada. Tampoco tiene liberados (ningún afiliado
cobra ni tiene horas sindicales) y tampoco pide subvenciones.
La CNT se organiza en
las empresas de forma horizontal a través de las secciones sindicales y promoviendo
asambleas de trabajadores, herramientas con las que todos los trabajadores de
la plantilla tienen la misma capacidad de control sobre las decisiones que les
afectan.
Todo eso suena bien
pero complicado y no tengo tiempo ni conocimientos… mejor votar al que conozca
más o me parezca más honesto
Eso es un error. En
las elecciones sindicales lo mejor es no votar. No existe un mínimo de gente
que tenga que votar, basta con que los que quieren entrar en el comité se voten
a sí mismos. Es mejor que, al menos, no tengan legitimidad en las urnas (que
vote poca gente) porque eso les obligará a darte más explicaciones de su
gestión, al no sentirse respaldados.
Lo razonable es que
no votes, saques algo de tiempo para formarte y aprender cosas sobre legislación
laboral que te afectan y favorezcas la convocatoria de asambleas de
trabajadores, donde todos los trabajadores son iguales. Ahí es donde se darán
explicaciones y se resolverán dudas. Es un error dar, a través de un voto,
carta blanca a gente que no está obligada a darte explicaciones. Nunca te fíes
de alguien que no tiene que darte explicaciones. Si nadie trabaja por ti, que
nadie decida por ti.
CNT-AIT
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