Uno por uno. Así quiere rebatir el abogado Ignacio Quintana cada argumento que en el auto de prisión respalda la detención de su cliente, el funcionario de Hacienda Clemente Ruiz, detenido ante el riesgo de fuga por la comisión de tres delitos -malversación de fondos, falsedad de documento público y falsedad de documento mercantil- relacionados con el desfalco de 7,8 millones de euros de la Caja Municipal del Consistorio isleño. Por eso, ya en la mañana de ayer el abogado trabajaba en el recurso en compañía de la pareja de Ruiz, un documento que perfilarán durante el fin de semana para presentarlo el mismo lunes. Sobre tres ejes basculará también su defensa. Así, Quintana se detuvo en un primer momento en el más llamativo de los datos. El alto nivel de vida de Ruiz y de su esposa tiene una explicación. Obviamente, matizó, los ingresos que entran en el domicilio de la familia son superiores a los 1.700 euros del salario de un funcionario. Su esposa, Manuela Oneto, trabaja también desde el año 2002 y además, ésta -decía al abogado durante la conversación telefónica mantenida con este periódico- había cobrado no hace demasiado tiempo una herencia de un familiar bastante cuantiosa, en torno a los 240.000 euros. "Y lo puede demostrar con papeles", apuntaba Quintana, al hilo de lo que le explicaba la mujer.Otro asunto que se tratará en el recurso es la relación de su cliente con el marroquí M.A.B., con el cual, así se señala en el auto, Ruiz podía estar preparando su ocultación en Marruecos. En este sentido, comentó que la existencia de unos segundos nombres marroquíes para su cliente y su pareja no se debía más que a una broma que comenzó en una barbacoa conjunta y que siguió en conversaciones posteriores. Quintana insistió en este sentido que ellos ni siquiera conocían ese país, y lo demostrarán, matizó, con la entrega de los pasaportes. Además, comentaba, "¿por qué precisamente ahora es cuando había riesgo de fuga, por qué no hace un mes o hace dos?, es algo que desconocemos porque claro, no tenemos acceso al sumario y sólo podemos basarnos en la información que nos ofrece el auto".Un tercer punto en el que basarán su defensa es en la improbabilidad de que, a su juicio, Ruiz fuera el único que tenía acceso a la hoja de caja. "Existía una clave de entrada, y no creo que fuera él el único que la conociera", apuntaba Quintana, quien además explicaba que el programa informático que se utiliza en Hacienda es manipulable. "De ahí mi temor a que puedan haber sido modificados ya elementos desde el propio Ayuntamiento". En cuanto a los cheques que supuestamente expedía este funcionario, el abogado también era tajante. "Hasta donde me ha contado mi cliente, cualquier tipo de talón que se expedía tiene que ser solicitado a Tesorería y tiene que contar con el visto bueno de este departamento. En Caja no se liberan cheques, sólo se cobran", concluía.
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