Pedro Vallina Martínez – revolucionario antimonárquico y
anarquista
El 14 de febrero de 1970 muere en Veracruz (Veracruz,
México) el médico y activista anarquista, figura notable del anarquismo
andaluz, Pedro Vallina Martínez, también conocido como Dr. Vallina y El Tigre.
Había nacido el 29 de junio de 1879 en Guadalcanal (Sevilla, Andalucía,
España). Miembro de una familia de clase media, su infancia transcurrió en
contacto con la naturaleza. Se manifestó muy pronto amante de los libros, una
pasión que le durará el resto de su vida. En su pueblo natal fue socio de los
comités republicanos y pronto se declaró anarquista - como sus hermanos Natalia
y Juan Antonio -, enemigo de la Guardia Civil y defensor de los perseguidos.
Posteriormente se trasladó a Sevilla, donde estudió el bachillerato, escribió
poemas y artículos en El Programa, se entusiasmó con los independentistas
cubanos, frecuentó las librerías de viejo y participó en manifestaciones -
muchas veces armado. En esta época también viajó periódicamente en Santiponce
(Sevilla), donde residía su hermano y donde conoció el médico Puelles Ruíz,
padre de José Manuel Puelles de los Santos. En 1898, al terminar el
bachillerato, se marchó a Cádiz con la intención de comenzar los estudios de
Medicina y conocer Fermín Salvochea, de quien se considerará discípulo. En
septiembre de 1899 se establece en Madrid, junto a Salvochea, compatibilizando
sus estudios con una intensísima vida de revolucionario antimonárquico y
anarquista. En Madrid frecuentó el Casino Federal - donde conoció Nicolás
Estévanez, Rossend Castillo, Jaime, Latorre, Bermejo y otros - y se encarga,
hasta su detención, de una escuela fundada por albañiles de El Porvenir del
Obrero. En esta época conspira contra la monarquía con el coronel Rosendo
Castillo, médico de Sanidad Militar, y conoce Ernesto Álvarez. En 1900 asiste
al congreso de la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE), se
manifiesta en el entierro de Pi y Margall y en la sonada estreno del Electra de
Pérez Galdós. En 1901 participó en congreso de la Federación de Sociedades
Obreras de Resistencia de la Región Española (FSORE) realizado en Madrid.
Presidió en 1902 la asamblea madrileña de apoyo a los huelguistas barceloneses
y su activismo se extiende al conflicto de las cigarreras y parece que intentó
asesinar Narciso Portas, jefe de la policía especial de la represión del
anarquismo durante el proceso de Montjuïc de 1896, todo ello mezclado con
estancias en prisión. Entre mayo y octubre de 1902 quedó encarcelado debido al
complot de la Coronación, que fue un montaje policial, y al salir, gracias a
las simpatías de José Canalejas, ante la seguridad de volver ser cerrado por
presiones militares, decide abandonar el país. Con su llegada a París en
octubre de 1902 comienza un largo exilio, roto esporádicamente por viajes
clandestinos a la Península, hasta 1914. En París hará contacto con los
revolucionarios españoles (Ciudad, Nicolás Estévanez, Ferrer y Guardia), se
hace con la plana mayor del anarquismo internacional y en adelante se le
considera junto a Ferrer, Charles Malato y Llorenç Portet causa última de todas
las insurrecciones, magnicidios y huelgas que se convierten a España. En 1904
viajó a España, para preparar una revolución que luego se aplazará, y parece
que poco después, con motivo del viaje de Alfonso XIII en París, se comprometió
a poner en marcha la revolución con el asesinato del monarca, proyecto
finalmente frustrado y que supuso su detención preventiva durante seis meses
(mayo de 1905), para luego ser absuelto en el Proceso de los Cuatro (Malato,
Vallina, Harvey y Caussanel) el 27 de noviembre de 1905 y expulsado de Francia.
Su período francés se caracterizó por el activismo: entierro de Louise Michel,
mitin antimilitarista con Sébastien Faure, intervención directa en la
publicación de La España inquisitorial, oposición a la llegada del rey
italiano, etc., Todo con frecuentes detenciones. Desde Francia llegó a Londres
el 3 de mayo de 1906, con su amigo Max Nacht - ambos representaron España y
Portugal en el Congreso Antimilitarista de Amsterdam de donde salió un comité
internacional del que formó parte Vallina- -; fueron excelentemente recibidos
por los anarquistas judíos y por la redacción de Freedom, y retomó sus estudios
médicos. Su actividad revolucionaria no cesó: secretario y tesorero del Club
Anarquista Internacional, contactos con Tarrida del Mármol, presencia en el
Congreso Sindicalista Internacional de 1913, conferenciante anarquista y
neomaltusià, redacción con Combe del famoso manifiesto antimilitarista de 1914,
director de las protestas contra la ejecución de Ferrer Guardia, etc. En 1914
se acoge a una amnistía y retorna a España, por Portugal, estableciéndose
primero en Berlanga (Badajoz) y luego a Sevilla, donde convalidar sus estudios
médicos y ejerció la profesión a la vez que proseguía con sus tareas
revolucionarias convertido en puntal del anarquismo andaluz: participó en la
comisión reorganizadora del Centro de Estudios Sociales sevillano en 1916, fue
miembro del comité local sevillano en octubre de 1917; representó Andalucía en
el congreso anarquista de 1918; fundó y dirigir el periódico Páginas Libres de
Sevilla y presidió el comité que desencadenó la campaña de los inquilinos de
1919, por lo que será detenido y confinado con Sánchez Rosas y otras en
Fuenlabrada de los Montes (Badajoz) durante tres meses. En 1920, tras
participar en la reorganización de la CNT, será de nuevo desterrado en
Fuenlabrada de los Montes, Peñalsordo y Siruela durante dos años, destierros
que son el origen del inmenso prestigio con el que Vallina contó en esta
comarca de Badajoz denominada «la Siberia extremeña». Más tarde se estableció
en Cantillana (Sevilla), donde fundó un sanatorio de tuberculosos, y luego en
Sevilla, donde participó como tesorero en el Comité Nacional de la CNT
(1922-1923) que presidió Paulino Díez, hasta su caída. Cuando Primo de Rivera
llegó al poder, pasó medio año encarcelado y será finalmente expulsado en
Tánger, Casablanca y Lisboa. En la capital portuguesa hizo contacto con
Mogrovejo, Magalhaes Lima y Pérez y de nuevo la represión del embistió por lo
que volvió a Siruela, llamado por sus habitantes, desde donde reactivó su
prestigio como médico y como en revolucionario. Con la caída de Primo de Rivera
su confinamiento fue trasladado a Almadén, Estella y Siruela, hasta que,
liberado, viajó por Andalucía, Cataluña y Madrid haciéndose cargo del ambiente
revolucionario. Cuando el 12 de abril de 1931 las votaciones llevaron la
República, la proclamó el mismo día en Almadén (Ciudad Real) levantando el
pueblo minero, y luego partió en Sevilla, siendo detenido y encarcelado en
Ciudad Real. Instaurada la República, presidió el Pleno Nacional de Regionales
de la CNT de 1931 y se estableció en Alcalá de Guadaíra (Sevilla). Se presentó
en una candidatura republicanorevolucionària por Sevilla con Blas Infante,
Pablo Rada, Rexach y Balbontín - en 1931 se acercó al Partido
radicalrevolucionarisocialista de Balbontín y se afilió al grupito Junta
Liberalista de Andalucía de Blas Infante. Poco después se involucró en la
huelga general sevillana y estuvo encerrado en Cádiz tres meses. En 1932 creó
gran tensión en la CNT andaluza cuando acusó algunos destacados militantes
(Miguel Mendiola Osuna, Carlos Zimmermann) de haber traicionado la huelga
campesina («asunto de los explosivos») y su actuación fue criticada por
entenderse que quería llevar la CNT en el campo político. Durante los años
republicanos intentó sin éxito esparcir en octubre asturiano en Extremadura,
participó en el frustrado complot de La Tablada, sorprendió con sus opiniones
sobre la reforma agraria y, poco después del levantamiento fascista, dirigió el
expulsión de los alcaldes reaccionarios en la comarca de Herrera del Duque que
sustituyó por comités anarquistas revolucionarios. El golpe militar lo cogió en
Almadén, el comité revolucionario del cual presidió, y creó las milicias
mineras hasta que en agosto, harto de las intromisiones de los políticos,
marchó a Sigüenza, a Bajatierra, en Baides, donde hizo de médico de la milicia,
y Cañete, donde dirigió el hospital cenetista El Cañizar. En febrero de 1937
pasó a Valencia y meses más tarde se enroló en el Ejército, tras comprobar la
imposibilidad de mantener las milicias, al frente de Albacete, entre junio de
1937 y marzo de 1938, y en Barcelona. En enero de 1939 cruza la frontera, por
Massanet, y es detenido en Perpiñán. Luego será enviado a Narbona como médico
del refugio inglés de intelectuales españoles. Declarada la guerra europea,
marchó a Santo Domingo y estuvo a dos años en la colonia de Dejabón, donde
abrió una clínica para curar el paludismo y la tuberculosis de los nativos;
recalando finalmente en México, primero en la capital y luego, durante treinta
años, en Loma Bonita (Oaxaca) curando indios y campesinos al Consultorio Médico
Quirúrgico Ricardo Flores Magón - se destacó durante las inundaciones de 1944
-, hasta que ya muy anciano se trasladó a Veracruz donde murió el 14 de febrero
de 1970 con grandes penurias económicas, pero siempre fiel al pensamiento
libertario. Aunque Vallina fue más un activista, también colaboró en fuerza
publicaciones: ACAO Directa, Acracia, La Anarquía, Cénit, El Espagne
Inquisitorielle, Der Freie Generation, Germinal, El Heraldo de París, O
Libertario, Naturaleza, nervudo de París, Páginas Libres, El Porvenir del
Obrero, El Productor, El Programa, El Proletario, El Rebelde, La Revista Blanca,
Almanaque de la Revista Blanca, Solidaridad Obrera de México, Tierra y Libertad
de México, Tierra y Libertad, etc. Es autor de Aspectos de la América actual
(Toulouse, 1957), Crónica de un revolucionario. Trazos de la vida de Salvochea
(Choisy, 1958), Mis memorias (Caracas-México, 1968-1971).
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