La falta de encargos aboca a Navantia a desmantelar su
planta de Puerto Real
Navantia ha entrado en una espiral de problemas que tienen
difícil solución. La compañía necesita con urgencia soltar lastre para
mantenerse a flote mientras no haya carga de trabajo. Para ello trabaja en un
plan de viabilidad que ya ha iniciado con la reordenación de su cúpula
directiva. Ahora le toca el turno a sus centros de trabajo tanto en Galicia, la
Bahía como Cartagena. La empresa tiene en estos momentos un exceso de plantilla
y se encuentra sobredimensionada. No hay contratos a la vista que aguanten su estructura.
Los astilleros gaditanos de San Fernando y Puerto Real llevan un año sin
actividad, mientras que las plantas gallegas de Ferrol y Fene recibieron la
pasada semana la peor de las noticias. Navantia ha quedado excluida del
concurso para la construcción de un barco logístico para la Armada Noruega,
similar al buque 'Cantabria', fabricado hace cinco años en la planta de Puerto
Real. Este revés deja también a los centros gallegos, con 2.500 empleados, sin
expectativas de futuro y se colocan en la misma situación de inactividad que
soportan las plantas gaditanas desde hace meses. La Sociedad Española de
Participaciones Industriales (SEPI), responsable de Navantia, trata de buscar
una salida a la grave crisis de la empresa, cuyas pérdidas durante el pasado
año podrían superar los 50 millones de euros. Necesita liquidez para aguantar
el temporal de las vacas flacas. Una de las alternativas que tiene más a mano
es ofrecer sus instalaciones a otras empresas para su explotación. En esta
operación entraría de lleno el astillero de Puerto Real, propiedad de Navantia,
con una infraestructura excepcional para desarrollar proyectos eólicos y
construir plataformas marinas de petróleo y gas. La empresa mejor posicionada
para ocupar en un futuro las instalaciones de Navantia en Puerto Real sería la
compañía Dragados Offshore, ubicada en el Bajo de La Cabezuela. Los directivos
de ambas empresas podrían haber mantenido un primer contacto en este sentido
sin que, de momento, haya fructificado acuerdo alguno. No hay que olvidar que
Dragados Offshore acaba de firmar un contrato con la petrolera noruega Statoil
para construir en su planta de Puerto Real una de las mayores plataformas
petrolíferas del mundo y aguarda también otros acuerdos en Brasil para nuevos
encargos.
Parálisis de los
proyectos eólicos
Navantia se embarcó también hace dos años en el negocio de
las energías renovables de la mano de Acciona para la construcción de
plataformas eólicas-marinas. Sin embargo, esta iniciativa parece, de momento,
aparcada por parte de la constructora naval. Todo apunta a que el negocio más
inmediato lo busque en la venta o alquiler de los terrenos que son de su
propiedad.
Los trabajadores de
la factoría de Puerto Real mantuvieron ayer una asamblea para analizar la
situación. La empresa ha comunicado a la plantilla un plan de traslados
voluntarios a otros centros de producción con cargas de trabajo puntuales. La
reubicación afectaría a unas 200 personas del astillero de Puerto Real durante
cuatro o cinco años. Se trata de tres cuartas partes de la plantilla. Esta mano
de obra se acoplaría en la planta de San Fernando, donde ha comenzado la
construcción de doce lanchas de desembarco para la Armada australiana, y en
Cádiz, donde se prevé una punta de trabajo importante a partir de la primavera
con la entrada de los primeros cruceros para reparaciones. Además, se abre el
abanico para ubicar en el astillero de Cartagena a otra parte de este
contingente, que se encargaría de apoyar el programa de construcción de los
submarinos S80. La asamblea votó ayer en contra de esta propuesta de traslados
y exigió a la empresa el cumplimiento del convenio colectivo para llevar a cabo
este tipo de medidas laborales. El presidente del comité de empresa del
astillero de Puerto Real, Ramón Linares, de CC OO, reconoció al término de la
reunión que Navantia ha activado el proceso para «desmantelar» esta planta ante
la falta de contratos que la puedan mantener. Comentó al respecto que la media
de edad en el astillero es de 51 años y se teme, por tanto, la aplicación de un
ERE y bajas incentivadas. El portavoz de los trabajadores lamentó la falta de
apuesta e interés tanto de la Sepi como de Navantia por la construcción naval
en la Bahía y se pregunta «dónde están los contratos que prometió el 21 de
septiembre el presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, y el titular de Navantia,
José Manuel Revuelta».
La situación se antoja especialmente crítica para un
astillero sin actividad desde hace un año y sin expectativas de trabajo a corto
o medio plazo. Su mantenimiento no es rentable y resulta inviable, por tanto,
su supervivencia. La última reconversión naval tuvo lugar en 2004 con el cambio
de Izar a Navantia. La operación significó entonces la privatización de los
astilleros de Sevilla, Sestao y Manises. Por el contrario, Ferrol, Fene, Cádiz,
San Fernando, Puerto Real y Cartagena se salvaron de la criba y se han
mantenido como astilleros públicos, especializados en la construcción militar y
en las reparaciones. La reconversión, aunque traumática por la eliminación de
tres astilleros públicos, partía con 6.500 millones de euros en carga de
trabajo para el resto de factorías. Es decir, Navantia nacía con algo de luz en
el horizonte. El escenario ahora es totalmente diferente. Navantia solo cuenta
con 800 millones de euros en su cartera de pedidos y corresponden, básicamente,
al portaviones 'Adelaide' que se construye en Ferrol para Australia, que se
entregará el próximo verano. Una vez culminado este contrato, la compañía
tendrá que esperar a que fructifiquen otras ofertas.
Este periódico ha
podido saber que el plan de restructuración y optimización de recursos en el
que trabaja Navantia no se ciñe exclusivamente a la Bahía de Cádiz sino que
afecta a toda la empresa en su conjunto. Mientras la SEPI y Navantia deshojan
la margarita sobre el futuro de los astilleros, los trabajadores de Puerto Real
han votado a favor de continuar con las movilizaciones y la ronda de contactos
con las autoridades políticas.
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