El envenenamiento por mercurio ya afecta a vecinos de la
fábrica de Asturiana de Zinc
La existencia de niveles de mercurio en la sangre por encima
del nivel normal en vecinos de San Juan de Nieva que viven en el entorno de la
fábrica de Asturiana de Zinc (AZSA), donde se habían detectado en los últimos
meses más de 50 casos de envenenamiento por este metal, ha provocado la alarma
entre la población. La anomalía ha traspasado las puertas de la empresa y ha
hecho mella entre quienes residen en las inmediaciones.
Existe al menos un caso seguro de intoxicación y varios
todavía no confirmados, pero la Consejería de Sanidad del Gobierno de Asturias
ha desestimado la posibilidad de realizar análisis de sangre entre los vecinos
para limitarlo a aquellas personas que presenten informes médicos al respecto,
lo que ha causado enorme malestar entre los posibles afectados. El Ejecutivo
autonómico se ha comprometido a realizar mediciones en el aire durante un mes
para controlar esos niveles de mercurio, y estos comenzarán a realizarse el
próximo martes, 12 de febrero.
Opacidad sobre el origen
La opacidad sobre las causas de la enfermedad que, hasta el
momento, caracterizan este proceso analítico han generado una enorme inquietud
entre los vecinos de San Juan de Nieva, inquietud incrementada por la negativa
de la Consejería de Sanidad a permitir que el centro de salud del pueblo
realice análisis de sangre de niveles de mercurio a aquellos que lo soliciten.
En el propio ambulatorio se comunica que existe una orden
del Principado que ciñe este examen a los que posean un certificado médico al
respecto, pero un responsable de la asociación de vecinos declaró que es muy
difícil que un facultativo extienda un volante para el hematólogo cuando los
síntomas de la intoxicación apenas son perceptibles en muchos casos. La
alcaldesa de Castrillón, municipio en el que está enclavada Asturiana de Zinc,
Ángela Vallina, ha planteado a las autoridades regionales la necesidad de
tranquilizar a la población y ofrecerle garantías de prevención y cuidados.
Además, el hecho de que, oficialmente, sólo una mujer haya sido diagnosticada
con niveles elevados de mercurio detectados en un análisis de orina y las
conjeturas sobre más personas afectadas han puesto nerviosos a muchos vecinos,
que reclaman soluciones médicas y preventivas inmediatas.
Controles periódicos del aire
Por el momento, la única solución ofrecida por el Gobierno
asturiano es la de efectuar controles periódicos del aire de la zona cercana a
Asturiana de Zinc para comprobar si la posible contaminación ha traspasado las
barreras de la fábrica. No obstante, estos análisis no comenzarán hasta dentro
de una semana, si bien se desarrollarán durante un mes. Algunos vecinos
entienden que el control sobre el mercurio debería hacerse cuanto antes.
Esta exigencia va unida a la denuncia de hermetismo total
por parte de los organismos empresariales y autonómicos sobre las causas de la
contaminación. Fuentes de los trabajadores han criticado la complacencia del
sindicato mayoritario en el comité de empresa de AZSA con el silencio que la
dirección de la compañía mantiene sobre las causas de la intoxicación.
Asimismo, añaden que la superación de la frontera de la factoría por el
causante de la contaminación significa que el origen de la misma ni ha sido
detectado ni se ha aislado, lo que incrementa los peligros de envenenamiento
para los habitantes de la zona.
La empresa, por otra parte, tenía previsto comenzar a
primeros de este mes la limpieza de los lodos de mercurio en el departamento de
tostación de la fábrica, lugar en el que se supone se originó el
envenenamiento, ya que fueron trabajadores de la empresa auxiliar IMSA, que
trabajaban en esa planta, los primeros en sufrir los efectos del mercurio. Los
residuos han sido trasladados a unas balsas que la empresa tiene a tal efecto
en el exterior de la compañía. Hace días, directivos de la empresa auxiliar
hicieron público su disgusto porque se considerara que fueron las propias
víctimas de la intoxicación las que tuvieran responsabilidad en el
envenenamiento, aduciendo incumplimiento de las medidas de seguridad, algo que,
a su juicio, es totalmente falso.
Tanto IMSA como Asturiana de Zinc continúan realizando
investigaciones internas para poder explicar el origen de este envenenamiento,
que supera de manera exagerada, en bastantes casos, los niveles de mercurio en
sangre. La empresa auxiliar ya ha se ha autoexculpado y carga las culpas sobre
Asturiana de Zinc, que todavía no ha dado ninguna explicación. Un juzgado de lo
Social de Avilés ha abierto diligencias de oficio por si se hubiera producido
un delito contra la salud de los trabajadores.
Por el momento, todos los casos detectados y controlados de
intoxicación por mercurio no han sido considerados graves por los médicos,
aunque al principio se produjeron algunas hospitalizaciones. Esta circunstancia
ha sosegado la intranquilidad de trabajadores y vecinos, pero la levedad de la
mayoría de los episodios no relaja las exigencias de los posibles damnificados
que cada día se desayunan con una noticia sobre el particular que no genera
especial confianza.
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