Pedro P. Bazán: "La plantilla de Suzuki sólo pensó en
la indemnización, no en mantener el empleo"
La factoría de Suzuki en Xixón cerrará definitivamente el 31
de marzo. Tras varias semanas de incertidumbre y movilizaciones, la mayoría de
la plantilla aceptó una indemnización por despido. El secretario de CNT-Xixón,
Pedro P. Bazán, no se extraña del poco apoyo que recibieron los trabajadores.
"El cierre de la factoría de Suzuki en Xixón es otro
ejemplo más del decadente panorama industrial y laboral asturiano", afirma
Bazán. "Que Suzuki pretenda cerrar una fábrica que genera riqueza y
beneficios, por el simple hecho de abaratar costes es normal desde una lógica
capitalista, pero que para ello cuente con el apoyo del gobierno asturiano y
los sindicatos UGT y CC.OO. es demencial".
El 7 de noviembre pasado, el consejero de Empleo, Graciano
Torre, "con una amplia experiencia al frente del desmantelamiento
industrial en Asturies", anuncia el cierre de la última factoría de Suzuki
en Europa, planteada de manera "irreversible" por la direcciónd de la
compañía en Japón. "Torre no parece querer acordarse de lo hipersubvencionada
que ha estado la fábrica xixonesa en toda su historia y da el asunto como
zanjado. Es decir, el gobierno regional del PSOE da por buenas las
explicaciones de la compañía y no pone ninguna traba a su cierre",
considera la central anarcosindicalista. ·"Desde ese primer momento se
lanza la consigna a seguir
por UGT y CC.OO.: la
fábrica se cierra, no puede haber ningún conflicto social en la región, pero,
¿qué hubiera ocurrido si el gobierno no fuese del PSOE?", se pregunta
Bazán. "Lo único que queda es negociar con la empresa las indemnizaciones.
En ningún momento el comité de empresa se plantea luchar porque la fábrica siga
abierta, ni por mantenerla funcionando como otra empresa, ni, como desde la CNT
siempre apoyamos, pasar a autogestionarla sus propios trabajadores".
El 90% de la plantilla secundó la propuesta del comité de
empresa (UGT, CC.OO, y el Grupo Sindical Independiente) para movilizarse por
obtener una indemnizaciones más alta que lo que marca la ley, frente a la
postura de la sección sindical de CNT en Suzuki que defendía la defensa de la
viabilidad de la factoría y la lucha por el mantenimiento del empleo. "En
las muchas asambleas celebradas, en salones del Mary Eva Palaces, alquilados a
costa de la caja común de resistencia, se acallaron las posturas de lucha, y
así una plantilla integrada en su mayoría por gente joven, la que suele llevar
la voz cantante en otros casos, aceptó las propuestas de indemnización que
favorecían a un colectivo mayoritario (los que cuentan con menor antigüedad) contra obreros que llevan más de
20 y 30 años en la empresa. El objetivo estaba claro: la división de la
plantilla hace que no se cuestionen sus intereses, como pueda ser luchar por la
fábrica en vez de darla por perdida desde el primer momento, ni sus métodos:
que no haya conflictividad laboral para no molestar al gobierno socialista
asturiano". Llegados a este punto la fábrica tiene fecha de cierre, el
último día de marzo, sabiéndose, eso sí, que los recambios de motocicleta que
se fabricaban en Porceyu se pasarán a hacer en una empresa subcontratada de
Valladolid. 169 trabajadores se quedarán en la calle "en un contexto
laboral en el que es imposible encontrar empleo" en opinión de Bazán.
"Ahora se están haciendo horas extras para completar los pedidos pendientes
y el stock de recambios que necesita la empresa antes de cerrar". Existe
pesar en la plantilla de Suzuki por la falta de apoyos que sintieron durante el
encierro mantenido en la fábrica, algo que en opinión de Bazán podría haber
sido de otro modo: "CNT y otros sindicatos coincidimos en que la plantilla
podría haber obtenido muchos más apoyos, sentido la solidaridad de la sociedad,
si hubiese planteado la continuidad de la empresa, en vez de preocuparse nada
más por conseguir una compensación lo más alta posible".
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