CCOO trata de hacer autocrítica en su décimo Congreso
Unidad, alternativas frente a la crisis y los recortes, y
acercamiento a la ciudadanía. Hoy ha arrancado el X Congreso de CCOO, en el que
Ignacio Fernández Toxo opta a la reelección como candidato a la secretaría
general del sindicato. A diferencia del pasado congreso, cuando Toxo se impuso
al entonces líder de CCOO, José María Fidalgo, en este no se prevén sorpresas:
no hay más candidaturas, con toda probablidad Toxo será reelegido. Una calma
interna que el sindicato necesita para reivindicar sus alternativas y tratar de
recuperar su sintonía con parte de la ciudadanía.
"Estamos en un momento de cambio necesario. España
huele a cambio de ciclo", ha asegurado Toxo ante los delegados sindicales.
En su discurso, el secretario general ha urgido al Gobierno "a rediseñar
la red de protección social" y ha pedido una renta de ciudadanía cuyo
ingreso no dependa de haber tenido antes un empleo sino de la renta de la
persona que la solicita. "La gente no está en paro porque quiere, aquí no
pasa el milagro de que la gente encuentra trabajo cuando acaban sus
prestaciones", ha señalado.
Toxo ha sido muy crítico con la reforma laboral y con la
reducción de prestaciones por desempleo que el Gobierno aprobó en junio, pero
también mencionó los recortes en educación o sanidad, la falta de crédito, la
pérdida de poder adquisitivo, la subida del IVA, el repago sanitario o las
tasas judiciales: "Es un deterioro de la calidad de vida de la
gente". El líder sindical ha subrayado que hay alternativas y que el
presidente del Gobierno tiene desde hace semanas varios folios con sus
propuestas, como una reforma de la fiscalidad o un plan de inversiones.
Toxo ha reconocido la pérdida de afiliación que ha sufrido
el sindicato desde que comenzó la crisis y que se ha agravado durante el último
año: 2012 ha sido el primer año en el que las bajas de afiliados han superado a
las nuevas altas. Un hecho que no solo ha atribuido a la crisis, la pérdida de
empleos y las bajadas salariales, sino también "a la campaña brutal contra
el sindicalismo" y a la propia actuación del sindicato. El secretario
general de CCOO ha tratado de hacer autocrítica en un momento en el que los
sindicatos están también en el punto de mira de la crítica social.
"No todo lo que
nos pasa depende de ataques externos, hay cosas que nos pasan porque las
hacemos mal", ha dicho el líder de Comisiones, que ha apostado por
reforzar la relación con la gente, "con los jóvenes que no están en los
centros de trabajo, con los parados, con los pensionistas, con los
inmigrantes". "Somos autónomos e independientes, pero la gente no nos
percibe así", ha reconocido.
Precisamente para
mejorar la gestión de unos recursos algo mermados por la pérdida de
afiliaciones, el sindicato va a reducir su estructura y su ejecutiva: si ahora
cuenta con 45 miembros, desde ahora pasará a ser menos de la mitad.
La corrupción y la
desafección ciudadana también han tenido lugar en el discurso de Toxo, que ha
abogado por discutir sobre listas abiertas, transparencia, financiación,
incluso sobre una nueva ley de partidos y una reforma de la Constitución.
"La democracia no es votar cada cuatro años y luego darle carta blanca al
Gobierno. No hay que ponerle barreras a la participación ciudadana", ha
asegurado.
A la inauguración del
Congreso han acudido representantes de organizaciones sociales, del mundo de la
cultura, del Gobierno y, como no, de la patronal, encabezada por el presidente
de la CEOE. Juan Rosell ha sido una de las personas que ha tomado la palabra,
algo que ha soliviantado al auditorio. Decenas de personas se han levantado y
han abandonado el recinto como protesta. Otras respondieron con abucheos.
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