La empresa sanluqueña Proasal lleva tres meses sin abonar el sueldo a sus trabajadores. La plantilla, compuesta por 56 personas, sólo ha percibido el 80% de la paga extra correspondiente al mes de junio, pero nada de los salarios de este mes, así como de julio y de agosto. El responsable de la entidad, Juan Manuel Díaz del Río, confirmó este dato, pero prefirió no realizar más declaraciones. Los empleados se reunirán en asamblea este viernes.
Hoy está previsto que los empleados reciban el ingreso del 20% restante de la extra de verano, de la que se les ingresó recientemente en torno a los 700 euros. Esta fue la única información que quiso proporcionar Díaz del Río, quien no aportó fechas ni previsiones en torno al cobro de los sueldos. Tan sólo apuntó las «dificultades económicas» por las que atraviesa la empresa. Algo que «sabe todo Sanlúcar».
Así las cosas, la actividad industrial sigue su curso en la planta salinera de la carretera que une Bonanza con la Colonia de Monte Algaida. Sólo tres empleados -que residen en Sevilla y han de viajar a diario hacia su puesto de trabajo- han demandado a la empresa en el juzgado de lo Social de Jerez. El primer juicio ya tiene fecha, será el próximo día 18 de octubre y abordará la extinción del contrato por el incumplimiento del mismo. Así, los damnificados pretenden que la empresa los despida, les pague la indemnización y puedan comenzar a cobrar la prestación por desempleo. La segunda demanda, que aún está en tramitación, ha sido interpuesta por el impago de los sueldos que oscilan entre los 1.300 y los 1.500 euros limpios según el contrato de cada uno.
Según otras fuentes de la plantilla de Proasal, esta situación afecta a todos los empleados, cuyo comité de empresa ha convocado una reunión para este viernes en el que expondrán la situación crítica por la que atraviesan y las posibles medidas de protesta a emprender.
Miedo a denunciar
No obstante, las mismas fuentes señalaron el malestar existente dentro de la plantilla y el miedo de los empleados a perder su puesto si se movilizan. Según este trabajador, existe un alto porcentaje de hombres de edad madura que temen encontrarse en un callejón sin salida si los despiden de las salinas.
Esta planta, de gran tradición en Sanlúcar, es propietaria de 1.300 hectáreas ubicadas en el entorno natural y protegido del Parque Nacional de Doñana, las cuales están destinadas a la producción de sal marina atlántica, con una capacidad de producción anual de 130.000 toneladas.
Proasal cuenta con dos plantas de secado, refinado, y envasado de sal marina en distintos formatos. La planta está dotada de una tecnología de las más avanzadas de Europa. Por otro lado, durante la pasada temporada invernal, la empresa superó sus previsiones de venta de sal para el deshielo de países europeos como Holanda, Dinamarca y Francia. La salina de Bonanza también es un atractivo turístico promocionado por el ayuntamiento, que organiza visitas guiadas.
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