La situación de determinados vecinos residentes en la zona del Pago del Humo se está tornando cada vez más insostenible. El motivo apunta a la falta de civismo de algunos propietarios de viviendas de este enclave situado en el extrarradio, quienes no arrojan la basura dentro de los contenedores habilitados por el Ayuntamiento.
Vecinos contra vecinos. Esta es la cuestión en Pago del Humo, porque algunos residentes no dudan en recriminar a habitantes de la zona que utilicen debidamente los contenedores creando una situación antihigiénica en una zona donde conviven miles de personas.
Así, en distintos puntos de Pago del Humo, las montañas de desperdicios se acumulan junto a los depósitos de basura, creando, por su proximidad con respecto a algunas viviendas, unas condiciones de salud muy desfavorables para los propietarios más afectados. "Incluso se han producido broncas entre vecinos por la actitud incívica de otros que no reparan en dejar bolsas con restos de comida y otros residuos fuera de la cubeta", afirmaba un residente. Ello provoca la acumulación de todo tipo de desechos junto a los contenedores, cuya basura tarda en recogerse varias semanas, según denuncia una vecina, puesto que el camión sólo retira lo que hay dentro de los depósitos. Asegura que "cuando les pedíamos que se llevaran toda la basura que había, nos decían que su trabajo era solamente recoger los contenedores".
Pero la cuestión es que el Ayuntamiento ha dispuesto carteles en los puntos de recogida en los que se explica la necesidad de usar los depósitos de basura, "algo que no cumple más de un vecino", asegura otro afectado. Llega el punto, añade, que algunos lanzan las bolsas de basura desde el propio coche, cayendo junto a los contenedores.
Las condiciones higiénicas que acarrea una situación como ésta son más que reprochables, se lamentaba una propietaria afectada, quien comenta que en más de una ocasión padece la presencia de ratas en su casa que, atraídas por la inmensa cantidad de basura que cubre la entrada a su vivienda, se cuelan dentro. Sus críticas se centran más en la mínima educación de algunos de sus vecinos, aunque también aclara que desde su punto de vista, los servicios municipales también podrían retirar con más asiduidad los desechos arrojados fuera de los contenedores.
No sólo es cuestión de que aparezcan despojos orgánicos junto a los contenedores, sino que también se tiran junto a ellos infinidad de materiales inservibles como restos de motos, neumáticos, bicicletas, colchones, muebles, viejas prendas, etc. Incluso hace pocos días, abandonaron junto a una de las cubetas un coche de 49 centímetros cúbicos, un vehículo con el que se puede circular sin carné de conducir. Al poco tiempo, quedó totalmente desguazado. Para colmo, otro vecino recordó que aún hay propietarios de casas en Pago del Humo que no pagan la tasa de la basura y que en este misma zona se ha habilitado un punto limpio para que dejen los residuos no orgánicos. En cualquier caso, estos vecinos afectados por la suciedad en sus calles piden que, arrimando el hombro entre unos y otros, se solucione de una vez por todas el problema que en lo que a higiene, salud y aspecto se refiere están padeciendo.
Vecinos contra vecinos. Esta es la cuestión en Pago del Humo, porque algunos residentes no dudan en recriminar a habitantes de la zona que utilicen debidamente los contenedores creando una situación antihigiénica en una zona donde conviven miles de personas.
Así, en distintos puntos de Pago del Humo, las montañas de desperdicios se acumulan junto a los depósitos de basura, creando, por su proximidad con respecto a algunas viviendas, unas condiciones de salud muy desfavorables para los propietarios más afectados. "Incluso se han producido broncas entre vecinos por la actitud incívica de otros que no reparan en dejar bolsas con restos de comida y otros residuos fuera de la cubeta", afirmaba un residente. Ello provoca la acumulación de todo tipo de desechos junto a los contenedores, cuya basura tarda en recogerse varias semanas, según denuncia una vecina, puesto que el camión sólo retira lo que hay dentro de los depósitos. Asegura que "cuando les pedíamos que se llevaran toda la basura que había, nos decían que su trabajo era solamente recoger los contenedores".
Pero la cuestión es que el Ayuntamiento ha dispuesto carteles en los puntos de recogida en los que se explica la necesidad de usar los depósitos de basura, "algo que no cumple más de un vecino", asegura otro afectado. Llega el punto, añade, que algunos lanzan las bolsas de basura desde el propio coche, cayendo junto a los contenedores.
Las condiciones higiénicas que acarrea una situación como ésta son más que reprochables, se lamentaba una propietaria afectada, quien comenta que en más de una ocasión padece la presencia de ratas en su casa que, atraídas por la inmensa cantidad de basura que cubre la entrada a su vivienda, se cuelan dentro. Sus críticas se centran más en la mínima educación de algunos de sus vecinos, aunque también aclara que desde su punto de vista, los servicios municipales también podrían retirar con más asiduidad los desechos arrojados fuera de los contenedores.
No sólo es cuestión de que aparezcan despojos orgánicos junto a los contenedores, sino que también se tiran junto a ellos infinidad de materiales inservibles como restos de motos, neumáticos, bicicletas, colchones, muebles, viejas prendas, etc. Incluso hace pocos días, abandonaron junto a una de las cubetas un coche de 49 centímetros cúbicos, un vehículo con el que se puede circular sin carné de conducir. Al poco tiempo, quedó totalmente desguazado. Para colmo, otro vecino recordó que aún hay propietarios de casas en Pago del Humo que no pagan la tasa de la basura y que en este misma zona se ha habilitado un punto limpio para que dejen los residuos no orgánicos. En cualquier caso, estos vecinos afectados por la suciedad en sus calles piden que, arrimando el hombro entre unos y otros, se solucione de una vez por todas el problema que en lo que a higiene, salud y aspecto se refiere están padeciendo.
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