Estos jóvenes pasaron toda la noche en los calabozos de la comisaría, fueron fichados, con toma de huellas y fotos incluidas, mientras la policía se esmeraba en averiguar “que organización les instigaba o pagaba para realizar estos actos”, mezclándolo con sus clásicas amenazas que no tuvieron el menor efecto entre los detenidos, ahora mismo se encuentran en libertad con cargos.
Esta detención por parte de la policía nacional entendemos que no es fruto del “calentón profesional” de los agentes. La detención ante unas pintadas es algo que no es ni habitual ni lógico ya que normalmente no pasa de ser una mera sanción administrativa.
¿Por qué entonces una respuesta tan desproporcionada?
Tenemos algo más que sospechas de que la delegación de gobierno ante la inminencia de la huelga general ha dado la directriz de recrudecer la represión sobre los elementos agitadores, gobierno y fuerzas estatales, con un objetivo fundamental: Impedir el triunfo de la huelga general, principalmente a través de intentar sembrar el miedo entre los trabajadores y estudiantes más activos.
Nos llegan noticias de que la misma noche que ocurrió esto, otros dos trabajadores sufrieron la represión simplemente por estar con unas octavillas llamando a la huelga general, ante lo cual la policía nacional expuso la “ilegalidad de repartir propaganda convocando esa manifestación”. Resultado “democrático”: una noche en el calabozo para uno y libertad con cargos para otro.
Esta es una maniobra de clara represión política. A nadie se le escapa que si las pintadas de las que les acusan hubieran tenido cualquier otro mensaje no hubieran pasado de una simple toma de datos e incautación de los sprays, y lo mismo con los compañeros de las octavillas, nos muestra de manera ejemplificante, algo que ya sabíamos, que el estado no es neutral. El estado defiende los intereses de la clase dominante. El gobierno no solo tema a la huelga general en sí, sino que le horroriza la organización y toma de conciencia de muchos trabajadores en este proceso.
Nos demuestran también que bajo la dictadura del capital, la libertad de expresión la tienen únicamente los grupos empresariales, las minorías dominantes. Los trabajadores tenemos libertad de expresión con la condición de no usarla y más aun cuando es para defender nuestros intereses directos chocando asi con la obtención del máximo beneficio empresarial.
Denunciamos también la falsedad de que bajo este sistema los trabajadores podemos participar en la toma de decisiones que nos afectan, esta falacia ya no pueden sostenerla ni ellos, ya que sería imposible que nos preguntaran directamente si queremos vivir como animales para, simplemente, producirles beneficio. ¿Por qué no someten a un referéndum vinculante la reforma laboral? Porque nuestro papel en esta falsa democracia es de meros productores y consumidores, a pesar de ser la mayoría, de ser los que movemos esta sociedad.
Pensarán, fuerzas represivas y gobierno, aquella máxima de “golpear a 4 para enseñar a 100” Y si, nos han enseñado. Nos enseñan la necesidad vital de luchar con todas las fuerzas contra este sistema que no es el nuestro.
NI NOS CALLARÁN, NI NOS DOBLEGARÁN.
ADELANTE LA HUELGA GENERAL
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