La Fundación Sauce es la encargada de gestionar el Centro de Transeúntes de la ciudad y el Centro Dora Reyes para mujeres con hijos sin recursos para mantener un hogar propio.
Ayer había caras nuevas tras la pancarta, y no es que haya nuevos trabajadores, sino que las propias mujeres que viven en el Centro han decidido solidarizarse con las trabajadoras y manifestarse también por su causa.
Para estas mujeres la situación es complicada. “Estamos al tanto de lo que está pasando y muy preocupadas por lo que pueda pasar. No sabemos en qué situación nos vamos a ver”, decía una de ellas ayer a las puertas del Ayuntamiento. “Si esto llega a más y cierran el Centro ¿dónde vamos a terminar nosotras? Estamos allí porque no tenemos medios ni recursos”, explicaba, a la vez que reconocía que “tú lo aguantas todo, pero no se puede tener a los niños dando vueltas para arriba y para abajo”.
Hay que recordar que el Ayuntamiento se vio obligado en los primeros días de la huelga a realojar de urgencia a todas las familias en pensiones de la ciudad, al no haber personal que se hiciera cargo de los dos centros gestionados por Sauce.
Las mujeres no dudan en apoyar a las trabajadoras. “Esto es una gran familia, y vamos a estar apoyándolas en todo. Ellas están con nosotras día, tarde y noche”, comentan.
Entre tanto, los empleados de esta Fundación que provee de servicios a los dos centros municipales están cada día más desesperadas. “Seguimos sin noticias de nadie. No nos dicen nada, sólo mentiras y más mentiras”, comentaban algunas de las que ayer estaban de nuevo sujetando la pancarta en la plaza de San Juan de Dios.
Una de las trabajadoras se quejaba ayer de que no se ponían en contacto con ellas ni la empresa ni el Ayuntamiento. De hecho, aseguraba que “los concejales pasan por aquí escondidos, entran disimulando para que no los paremos”.
Antes de decidir tomar medidas más radicales, las trabajadoras de Sauce acudirán el próximo viernes al Pleno ordinario del Ayuntamiento correspondiente al mes de octubre. Allí varias de ellas tomarán la palabra para volver a denunciar su situación, tras cuatro meses sin recibir su salario.
Por otro lado, ayer se celebró una asamblea de trabajadores en la que se decidió continuar de manera indefinida con las protestas diarias ante el Ayuntamiento, donde seguirán cada mañana “hasta que nos den una respuesta”, aseguran.
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