El ex gerente de Istamelsa, condenado en 2001 y 2005, regresa al banquillo

Francisco Plantada Pous, ex gerente de Istamelsa, empresa dedicada al almacenamiento y distribución de productos petrolíferos que estaba ubicada en la Zona Franca de Cádiz, se sentará el próximo lunes en el banquillo, en la Audiencia Provincial, como acusado de apropiarse de 187.207 euros tras vender gasoil y fueloil propiedad de la compañía Tramp Oil. El fiscal solicita para él una pena de seis años de prisión. En 2005, Plantada fue juzgado en la Audiencia por un caso similar y condenado a tres años de prisión. Hay además una sentencia anterior, de enero de 2001, que le impuso seis años de cárcel, también por un delito de apropiación indebida.


En el procedimiento que juzgará la Sección Cuarta también fueron procesados los propietarios de Istamelsa, Antonio Santoro y su esposa María Asunción Cortázar, que ocuparon el banquillo en 2005 junto a Plantada y fueron absueltos. Antonio Santoro ha fallecido. El fiscal pide para Cortázar, apoderada de Istamelsa, tres años y seis meses de prisión porque considera que fue coautora de la apropiación indebida del gasoil perteneciente a la empresa Tramp Oil.

Los hechos sucedieron en 2002 y 2003. El escrito de acusación relata que Francisco Plantada suscribió con Tramp Oil, en nombre de Istamelsa, un contrato de depósito y venta. Las partidas de combustible para embarcaciones que fuesen adquiridas por Tramp Oil serían depositadas en las instalaciones de Istamelsa (en tanques y en una barcaza) para su venta a terceros.

Las ventas precisaban la conformidad de Tramp Oil, señala el fiscal, y serían facturadas directamente por esa empresa e ingresado el importe en una cuenta corriente a su nombre. Había una excepción: las facturaciones por ventas locales serían realizadas por Istamelsa y el importe sería transferido por ésta a Tramp Oil, que finalmente abonaría a Istamelsa el 50% de los ingresos brutos obtenidos (deducidas comisiones, gastos de transporte y costes financieros y de análisis).

En cumplimento del contrato, Tramp Oil depositó varias partidas de combustible en abril y en mayo de 2002. El fiscal sostiene que fue entonces cuando Francisco Plantada concibió la idea de distraer el importe de las cantidades que debían entregarse a Tramp Oil tras la venta de combustible a terceros.

El escrito de acusación indica que consta acreditado que el 2 de julio de 2003, Istamelsa aún tenía en su poder 436 toneladas de gasoil y 582 de fueloil de las que dispuso sin ingresar después el importe de las ventas a Tramp Oil. El fiscal sostiene que la cantidad distraída por Plantada, de mutuo acuerdo con Cortázar y su marido, fue de 187.207 euros.