En la inauguración, este jueves 23, de la exposición Fronteras Invisibles, el fotógrafo del periódico DIAGONAL Edu León ha denunciado el ataque a la libertad de expresión que supuso su detención el pasado domingo, cuando fotografiaba una carga policial en Madrid. La Federación de Asociaciones de Periodistas de España pide a las fuerzas de seguridad que respeten el trabajo de los informadores gráficos.
No sabe dónde se encuentra el equipo fotográfico que le requisaron cuando le detuvieron el pasado domingo, 19 de septiembre, y aún está a la espera de que le devuelvan la cámara confiscada tras su anterior arresto el 24 de julio. El fotógrafo del periódico DIAGONAL Edu León ha pasado dos días en comisaría por tratar de documentar el domingo pasado una carga policial contra un grupo de ciudadanos ecuatorianos en la madrileña Casa de Campo. El martes por la tarde recuperó su libertad acusado por la policía de “resistencia a la autoridad” y “amenazas”, aunque la magistrada del juzgado de instrucción número 17 de Plaza Castilla que se encontraba el día 21 de guardia ha eliminado la segunda acusación.
Por su parte, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha emitido un comunicado en el que pide a las fuerzas de seguridad que faciliten y respeten el trabajo de los informadores gráficos. Tanto la FAPE, como la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y Televisión (ANIGP-TV), el Foro de Organizaciones de Periodistas (FOP) y UPIFC Sindicat de la Imatge han manifestado su preocupación por los obstáculos que encuentran los reporteros gráficos a la hora de fotografiar operativos policiales en espacios públicos. “Es la tercera vez que me detienen por desarrollar mi labor profesional, aunque yo entiendo que éste no es un ataque contra Edu León, contra mí como particular, sino contra la sociedad, a la que se le impide de nuevo una constatación veraz de la información”, ha explicado León.
El pasado domingo, como es habitual en algunos parques de Madrid, en la Casa de Campo se habían reunido decenas de ecuatorianos y ecuatorianas para almorzar y socializarse. Según varios testigos, la Policía Municipal irrumpió en el lugar y procedió a identificar a varias de las personas presentes y a requisar la comida que allí se vende. En consecuencia, algunas personas comenzaron a lanzar botellas y otros objetos contra la policía. Ésta cargó contra todos los presentes y en pocos minutos llegaron refuerzos. León, conocido por su trabajo de documentación de los controles discriminatorios realizados por los cuerpos policiales, fue informado de lo sucedido y se presentó en el lugar para trabajar. El periodista se identificó ante los agentes, quienes, tras reconocerle como reportero de otras actuaciones policiales con migrantes, le incautaron su equipo fotográfico y le agredieron, según atestigua una compañera que también fue víctima de malos tratos.
El fotógrafo pasó dos noches consecutivas en comisaría con las otras tres personas ecuatorianas detenidas. En la tarde del lunes, decenas de personas, en su mayoría fotógrafos de prensa, se concentraron para protestar por la detención del compañero y para reclamar su derecho a la libertad de prensa en el desarrollo de su trabajo. “No existe un protocolo de actuación policial con los periodistas y eso genera abusos de poder. En muchas ocasiones, lo que sucede es que los reporteros se autocensuran, borran fotos para no tener problemas”, señala León.
El periodista gráfico de DIAGONAL, quien, según refleja su parte médico, presentaba marcas en el cuello y en la cara en el momento de su detención, denuncia: “Las tres personas ecuatorianas que fueron arrestadas conmigo también sufrieron malos tratos. Eran una mujer y dos hombres. La mujer tenía moratones en la cara y me contó que le pegaron en la patrulla de la policía. ¿Quién se entera de esos abusos?”.
Fronteras Invisibles
Junto con sus compañeros Olmo Calvo y David Fernández, también coordinadores de fotografía en DIAGONAL, León se ha dedicado a poner la cámara delante de escenas que habitualmente no cuentan con testigos: redadas y controles cotidianos de identificación discriminatorios. Éste es el trabajo de documentación que recoge la exposición Fronteras Invisibles que este jueves se ha inaugurado en el Centro Cultural Lucero, en Madrid, con el objeto de hacer visibles a las personas a las que la policía obliga a identificarse únicamente por su condición de migrantes a quienes se reconoce por sus rasgos físicos.
“Los medios de comunicación somos responsables y contribuimos definitivamente a la imagen social de los migrantes, no podemos eludir este deber”, concluye León.
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