Urdangarin y Torres saquearon la fundación para niños
discapacitados
(la foto no es de articulo) En teoría era la fundación con la que Iñaki Urdangarin debía
lavar su imagen. En teoría el duque había dejado los negocios privados en el
2006 por orden de Zarzuela para dedicarse, esta vez sí, a la filantropía. En
teoría la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS, que había
ayudado a crear el conde de Fontao, el asesor del rey) iba a servir para
intentar que los niños discapacitados y excluidos tuvieran una vida mejor
gracias al deporte. Pero la teoría se quedó a años luz de la realidad.
Los movimientos de la cuenta central de FDCIS revelan que
Urdangarin y sus socios, los que hasta entonces habían integrado Nóos,
siguieron haciendo lo mismo que hacían en el instituto disuelto por orden de la
Casa Real: quedarse con el dinero. Con el agravante de que en la nueva
fundación casi todo eran donaciones para los niños. De los 621.528 euros que
recibieron en ese concepto entre el 2007 y el 2009 solo destinaron a fines
sociales o a la ayuda de asociaciones relacionadas con la integración el 1,5%.
La cuenta de La Caixa en la que Urdangarin y la familia de Diego Torres
centralizaron los pagos refleja un total de 214 salidas de dinero entre junio
del 2006 y noviembre del 2011 y solo siete fueron a fines sociales. En total,
en cinco años y medio la fundación solo entregó a organizaciones sociales 9.800
euros.
Y ni siquiera eso fue a parar siempre para los niños. Solo
consta una donación de 800 euros para la revista de la Federación Española de
Padres de Niños con Cáncer. Otros beneficiarios son la Asociación de
Federaciones Americanas en Cataluña y, sobre todo, la orden Hospitalaria de San
Juan de Dios.
La mayoría de los conceptos en los que Urdangarin y sus
socios se gastaron el dinero de la fundación sigue siendo una incógnita. Hay
casi 54.000 euros en cheques de procedencia desconocida, más de 5.600 euros en
tarjetas de crédito y más de 120.000 euros en recibos de empresas o privados
cuyo origen es igualmente ignoto, pero que los investigadores sospechan que se
trata de facturas giradas contra sociedades controladas por Urdangarin y Torres
o personas interpuestas, como ya hicieron antes en el Instituto Nóos.
Otros beneficiarios sí constan con nombre. Mario Sorribas,
apoderado de Urdangarin en Aizoon y testaferro de De Goes, que luego sirvió
para desviar dinero a paraísos fiscales, recibía una cantidad mensual que llegó
a superar los 3.000 euros. La empresa de la mujer de Torres, Ana María Tejeiro,
Octium, se hizo con otros casi 15.000, etcétera. Tejeiro y su marido constan en
diversas transferencias nominales. También el cuñado de Torres, Marco Antonio,
se quedó con casi 19.000. En el sumario, sin embargo, no hay apuntes que
justifiquen las transferencias.
La sociedad Madrid 2016
La cuenta de La Caixa, en su apartado de abonos, confirma
que la sociedad municipal Madrid 2016, que promocionaba la candidatura olímpica,
fue la principal donante. Esos asientos revelan que fueron 138.000 euros (y no
120.000) los que pagó en donaciones la empresa del Ayuntamiento que dirigía
Alberto Ruiz Gallardón.
No hay más donantes públicos pero sí importantes empresas:
Volvo Car, en tres entregas diferentes, ingresó 112.000 euros, Repsol entregó
50.000, la SGAE de Teddy Bautista donó 60.000, Abertis contribuyó con 30.000 y
DKV Seguros con 18.000.
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