Una década después del asesinato de José Couso los culpables
siguen impunes
Luis Giménez San
Miguel
Asturbulla, 19-03-2013
Familiares y amigos del cámara fallecido por el impacto de
un proyectil estadounidense durante la entrada de las tropas en Bagdad rinden
homenaje a su memoria con un concierto para recaudar fondos en el aniversario
de su muerte el próximo 8 de abril
Hace 10 años que Estados Unidos emprendió su cruzada contra
el "eje del mal" invadiendo Irak bajo el pretexto de unas armas de
destrucción masiva que finalmente nunca existieron. Hasta allí se trasladaron
cientos de periodistas para retratar los horrores de una guerra que libraba el ejército
mejor preparado del mundo contra un país que en su mayoría no estaba dispuesto
a luchar por su dictador, Sadam Husein. Irak fue bombardeado de norte a sur e
invadido con el fin de instaurar un gobierno afín a los intereses occidentales.
Uno de esos periodistas fue José Couso, el cámara de Telecinco que se
encontraba en Bagdad el día que entraban los tanques estadounidenses. Desde el
Hotel Palestina, donde se alojaba la prensa, se asomó al balcón para intentar
grabar los enfrentamientos. En ese momento, un blindado de Estados Unidos
apuntó con el cañón a la fachada del edificio y disparó. Un periodista de
Reuters ucraniano, Taras Protsyuk, murió en el acto y poco después Couso,
mientras le operaban de sus heridas en un hospital.
Para honrar su memoria y reconocer el esfuerzo llevado a
cabo por su familia durante esta década, este viernes tiene lugar un concierto
en el que participarán Manolo García, Celtas Cortos, Leiva, Quique González,
Marwan y Andrés Suárez. El acto, que comenzará a las 20.30 horas en la sala
Arena de Madrid, también contará con la intervenciones de la madre de Couso,
Maribel Permuy, y de sus hermanos, Javier y David. Los fondos recaudados se
destinarán a la conmemoración del décimo aniversario, el próximo 8 de abril.
Este jueves en una rueda de prensa en Murcia, Javier Couso,
hermano de José, ha denunciado que la Fiscalía "haya intentado otra vez
archivar el caso" y ha anticipado acciones judiciales para exigir a las
autoridades que "reactiven y tramiten las órdenes de búsqueda y captura
contra los procesados", el sargento Thomas Gibson y sus superiores, el
teniente coronel Philip de Camp y el capitán Philip Wolford, según recoge
Europa Press. "En este décimo aniversario de esa guerra de la mentira, que
ha dejado un Irak destruido con cientos de miles de asesinados y una sociedad
destrozada, reivindico no solo la justicia por el asesinato de mi hermano, sino
de esos cientos de miles de iraquíes asesinados".
A día de hoy, a tres semanas de que se cumplan 10 años de su
muerte, el caso de Couso no se ha cerrado todavía. Los tres militares que
ordenaron, autorizaron y efectuaron el disparo están procesados. También están
imputados dos de sus superiores como ejecutores de un plan "para evitar
que los medios de comunicación pudieran informar", según señala el auto
del juez. La publicación de los cables diplomáticos de Estados Unidos,
filtrados por Wikileaks en noviembre de 2010, demostró cómo el entonces
embajador en Madrid, Eduardo Aguirre, presionó al Gobierno de José Luis
Rodríguez Zapatero para dificultar la investigación sobre el caso.
La familia de José Couso sigue pidiendo justicia, la
aplicación la legalidad internacional y que se juzgue a los responsables de su
muerte. El Ministerio Fiscal solicitó el archivo del caso el pasado mes de
febrero pese a que sus familiares y amigos presentaron varias solicitudes
denuevas diligencias en la investigación, que fueron admitidas por el juez
Santiago Pedraz.
"El Hotel Palestina estaba catalogado como posible
objetivo potencial" durante la toma de Bagdad En ellas reiteran a la Interpol la orden de
identificación y detención de los militares estadounidenses procesados, a
efectos de extradición y puesta a disposición de los juzgados españoles,
después de que en 2010 este organismo negara la búsqueda y captura de estos
soldados en virtud del artículo 3 de su Estatuto, que excluye a la organización
de "toda actividad o intervención en cuestiones o asuntos de carácter
político, militar, religioso o racial". Es la primera vez en la historia
que ponen esa objeción a una orden judicial.
Además, también solicitan la declaración como testigo de
Adrienne Kinne, exsargento del Ejército de Estados Unidos, en el momento del
asesinato de Couso. Kinne aseguró en una entrevista con la periodista Amy
Goodman en el programa Democracy Now que recibió "una lista de posibles
objetivos en Bagdad, y el Hotel Palestina estaba catalogado como posible
objetivo potencial".
Público
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