ASTILLEROS NO RECUERDA NADA IGUAL
Los tres comités de empresa de las factorías de Navantia en
la Bahía (Puerto Real, San Fernando y Cádiz) habían lanzado un llamamiento a la
ciudadanía para que secundaran junto a las tres plantillas la que habían
denominado como "jornada de lucha" por el futuro de los astilleros.
La conclusión de ese llamamiento fue que miles de personas, especialmente en
Puerto Real, donde se movilizaron unos 15.000 ciudadanos, se lanzaron a la
calle.
La primera manifestación la inició la plantilla de Navantia
en San Fernando. El millar de trabajadores que integra la plantilla salió de la
factoría minutos después de las diez de la mañana para reivindicar -una vez
más- carga de trabajo que garantice su futuro y la viabilidad de la antigua
Bazán. Su malestar ante la clase política -y especialmente ante los dirigentes
del Partido Popular- se hizo patente con un simbólico gesto: llevaban caretas
con el rostro del alcalde de San Fernando y presidente de la Diputación
Provincial, José Loaiza. Hacia él se dirigieron buena parte de los lemas que
corearon durante la marcha que emprendieron hasta el centro de la ciudad, hasta
la plaza del Rey. "Loaiza escucha, Navantia está en la lucha" y
"carga de trabajo para Navantia" repitieron durante todo un trayecto
que vigiló atentamente un notorio dispositivo policial, especialmente presente
en el puente del Gran Poder con el propósito de impedir cortes de tráfico de la
autovía CA-33.
La plantilla volvió a mostrar su indignación ante las
declaraciones del presidente del PP de Cádiz, Antonio Sanz, al considerar
"inútil" la puesta en marcha de un frente integrado por los alcaldes
de la Bahía para luchar por los astilleros públicos y recordaron que la
Corporación Municipal isleña aprobó por unanimidad el pasado 26 de diciembre en
el transcurso de un Pleno impulsar una plataforma política y social por el
futuro de Navantia. "¿Dónde están los políticos?", Se preguntaban
cuando, pasadas las once de la mañana, se concentraron en el atrio del
Ayuntamiento, donde desplegaron la pancarta para reivindicar carga de trabajo
para Navantia y se pusieron las caretas de Loaiza.
También allí recordaron que, precisamente ayer, los tres
trabajadores que fueron detenidos por las protestas que se llevaron a cabo ante
la sede del PP en el pasado mes de noviembre -entre ellos, el presidente del
comité de empresa en San Fernando, José Antonio Oliva- estaban citados para
prestar declaración ante el juez. Una coincidencia que alentó el malestar de la
plantilla contra los políticos del PP, a quienes continúan responsabilizando de
la carga policial ocurrida aquella tarde.
"No nos van a cansar", clamó la plantilla de la
antigua Bazán al concentrase en el centro de la ciudad y subrayar la
importancia de la movilización de todo el grupo que ayer se llevó a cabo.
"No somos unos desalmados ni unos locos. Somos trabajadores que estamos
luchando por tener carga de trabajo, por el empleo, por esos 12.000 empleos que
teníamos hasta hace poco", afirmó Jesús Peralta, secretario del comité de
empresa de Navantia en La Isla. La plantilla consiguió cubrir el largo trayecto
que cubre La Carraca y la céntrica plaza del Rey en un tiempo récord, en una
hora. En el camino recibieron el apoyo de numerosos ciudadanos y,
especialmente, de dos colectivos isleños: la plataforma por el futuro del
hospital de San Carlos, que les dedicó un cálido aplauso al darles el encuentro
en el recorrido, y el Movimiento Ciudadano por el Empleo. A mediodía, el millar
de trabajadores de Bazán había regresado ya a la factoría poniendo fin así a
una protesta que discurrió pacíficamente y que luego continuó en otras localidades
de la Bahía.
Después le tocó el turno a la capital gaditana. Alrededor de
300 personas recorrieron la distancia que separa el dique gaditano de la plaza
San Juan de Dios, sede del Ayuntamiento. En un absoluto silencio, los
trabajadores se dirigieron a su objetivo, donde volvieron a reiterar la
exigencia de carga de trabajo.
Pero, sin duda, donde más se notó el clamor popular que
exige una solución al futuro de los astilleros fue en Puerto Real. Lo que
comenzó con un encierro de los 600 operarios de plantilla en el astillero
puertorrealeño (entre las dos y media y las cinco y media de la tarde), y que
continuó con un recorrido a pie hasta el centro del municipio (aproximadamente
siete kilómetros), finalizó con cerca de 15.000 personas en el centro del municipio.
Los operarios del astillero puertorrealeño se encaminaron al
centro de Puerto Real a través de la barriada del Río San Pedro y,
posteriormente, por la Universidad hasta llegar a la zona de Marina de la
Bahía. A pesar de que el inicio de la manifestación convocada en el pueblo era
la cercana zona del Gallinero, cientos de personas quisieron adelantarse a la
convocatoria y esperaron a la plantilla de astilleros en el puente que da
acceso a la Universidad. Los primeros, los ex trabajadores de Delphi, que
recibieron a los caminantes entre aplausos y con su pancarta que exige el
cumplimiento de los acuerdos.
Al llegar al lugar de la convocatoria, muchos de los allí
presentes no paraban de repetir una frase: "No recuerdo nada igual".
Allí les esperaba el equipo de gobierno con la alcaldesa, Maribel Peinado (PA)
al frente; y el coordinador provincial de IU, Manuel Cárdenas. Más tarde se
incorporaría el responsable provincial del PA, Héctor Lagier.
Pero los protagonistas fueron ayer en Puerto Real sus habitantes,
asociaciones de vecinos, de mujeres, deportivas y de toda índole que
respondieron al llamamiento de los trabajadores de forma masiva. Durante el
recorrido, corearon lemas ya conocidos: "Dónde están, no se ven, los
barquitos del PP", entre otros.
Costó tiempo reunir en la plaza de Jesús a todos los
participantes en la protesta. Pasadas las siete y media de la tarde, el
presidente del comité, Ramón Linares, comenzaba con una palabra:
agradecimiento, dirigido a los ex Delphi, Alestis, Gadir Solar, factorías de
Navantia en La Isla y Cádiz. Desde toda la Bahía prestaron ayer su apoyo.
Sobre la tarima, Linares arrancó varias veces el aplauso
unánime: "Hace 10 meses estábamos aquí y nos fuimos con dos ideas claras:
que seguiríamos en la lucha, y que exigíamos carga de trabajo para asegurar el
futuro no sólo de los 600 de la plantilla, sino de toda la sociedad gaditana;
por eso esta protesta, 10 meses después, vuelve a dejar claro que el futuro de
los astillero es el futuro de la sociedad gaditana.
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