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miércoles, 6 de marzo de 2013

PABLO SABATER LLIRIA - ACTIVISTA EN LA HUELGA DE LA CANADIENSE


Pablo Sabater Llíria – activista en la huelga de la Canadiense

 El 5 de marzo de 1884 nace en Algerri (Noguera, Cataluña) el militante anarcosindicalista Paz Sabater y lirios, conocido como El Tero. A raíz de los hechos de la «Semana Trágica» de 1909, marchó a África, donde se dedicó a cazar cocodrilos. Afiliado a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), trabajó en la tintorería "Canilla" del Poble Nou. En 1916 fue nombrado secretario presidente del Sindicato de Tintoreros del Ramo Textil de Barcelona de la CNT y destacó durante la huelga de «La Canadiense» (1919). Era asiduo del Centro Obrero de la calle Serrallonga de Barcelona. En el momento de su muerte, como presidente de la comisión negociadora del Ramo del Agua, llevaba una huelga en marcha. Como figuraba en la lista negra de la patronal, no podía encontrar trabajo y subsistía gracias a un pequeño comercio que llevaba su compañera Josefa Ros ligera, con quien tuvo tres hijos. A la una de la noche del 18 de julio de 1919, dos coches aparcaron frente a la fábrica de cerveza La Bohemia, en la barriada de Sant Martí de Provençals de Barcelona (Cataluña), y una banda de pistoleros formada por cuatro individuos de la llamado «Sindicato Libre", financiado por la patronal y dirigido por el ex comisario Manuel Bravo Portillo - dos fueron reconocidos: Luis Fernández García y Joan Serra, hijo de un empresario - fueron al domicilio de Pablo Sabater ( Dos de Mayo, 274 bajos), e identificándose como policías secuestraron el sindicalista llevándolo a una riera del Camp de l'Arpa, en la carretera de Montcada, cerca de Torre Baró, donde le dispararon seis tiros, dos de mortales. El cadáver lo encontraron al día siguiente, 19 de julio, y la noticia salió el domingo 20 julio en la prensa, enterándose así Josepa Ros de su asesinato. Durante su entierro, el 24 de julio, más de ocho mil obreros siguieron el cortejo desde el Hospital Clínico hasta el cementerio de Montjuïc. Circuló entre los trabajadores el rumor, parece que sin demasiado fundamento, que el industrial del automóvil Arturo Elizalde había sido uno de los patrones que había financiado su asesinato y el hijo de éste, Arturo Luis Elizalde, sufrió un atentado por militantes cenetistas el 19 de diciembre del mismo año del que resultó ileso, pero en el que murió su chofer Florencio Palomar Valero. El juicio por el asesinato de Sabater, lleno de irregularidades, se celebró entre el 10 y el 11 de mayo de 1992 y el único acusado, Luis Fernández García, fue absuelto. Pablo Sabater fue, de hecho, una de las primeras víctimas del terrorismo patronal (Terrorismo Blanco) que se desarrollará a principios de los años veinte del siglo pasado, especialmente en Cataluña, y que tendrá tres principales instigadores: el capitán general Milans del Bosch, el gobernador civil de Barcelona Severiano Martínez Anido y el jefe de policía Miguel Arlegui Bayones. El "Archivo Lasarte», conocido en la caída de Primo de Rivera, permitió descubrir la trama. Alfonso Vidal y Planas novela instaló la muerte de Sabater en su obra Bombas de Odio. Desde 2001 una calle de Barcelona lleva su nombre.

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