Pablo Sabater Llíria – activista en la huelga de la
Canadiense
El 5 de marzo de 1884
nace en Algerri (Noguera, Cataluña) el militante anarcosindicalista Paz Sabater
y lirios, conocido como El Tero. A raíz de los hechos de la «Semana Trágica» de
1909, marchó a África, donde se dedicó a cazar cocodrilos. Afiliado a la
Confederación Nacional del Trabajo (CNT), trabajó en la tintorería
"Canilla" del Poble Nou. En 1916 fue nombrado secretario presidente
del Sindicato de Tintoreros del Ramo Textil de Barcelona de la CNT y destacó
durante la huelga de «La Canadiense» (1919). Era asiduo del Centro Obrero de la
calle Serrallonga de Barcelona. En el momento de su muerte, como presidente de
la comisión negociadora del Ramo del Agua, llevaba una huelga en marcha. Como
figuraba en la lista negra de la patronal, no podía encontrar trabajo y
subsistía gracias a un pequeño comercio que llevaba su compañera Josefa Ros
ligera, con quien tuvo tres hijos. A la una de la noche del 18 de julio de
1919, dos coches aparcaron frente a la fábrica de cerveza La Bohemia, en la
barriada de Sant Martí de Provençals de Barcelona (Cataluña), y una banda de
pistoleros formada por cuatro individuos de la llamado «Sindicato Libre",
financiado por la patronal y dirigido por el ex comisario Manuel Bravo Portillo
- dos fueron reconocidos: Luis Fernández García y Joan Serra, hijo de un empresario
- fueron al domicilio de Pablo Sabater ( Dos de Mayo, 274 bajos), e
identificándose como policías secuestraron el sindicalista llevándolo a una
riera del Camp de l'Arpa, en la carretera de Montcada, cerca de Torre Baró,
donde le dispararon seis tiros, dos de mortales. El cadáver lo encontraron al
día siguiente, 19 de julio, y la noticia salió el domingo 20 julio en la
prensa, enterándose así Josepa Ros de su asesinato. Durante su entierro, el 24
de julio, más de ocho mil obreros siguieron el cortejo desde el Hospital
Clínico hasta el cementerio de Montjuïc. Circuló entre los trabajadores el
rumor, parece que sin demasiado fundamento, que el industrial del automóvil
Arturo Elizalde había sido uno de los patrones que había financiado su
asesinato y el hijo de éste, Arturo Luis Elizalde, sufrió un atentado por
militantes cenetistas el 19 de diciembre del mismo año del que resultó ileso,
pero en el que murió su chofer Florencio Palomar Valero. El juicio por el
asesinato de Sabater, lleno de irregularidades, se celebró entre el 10 y el 11
de mayo de 1992 y el único acusado, Luis Fernández García, fue absuelto. Pablo
Sabater fue, de hecho, una de las primeras víctimas del terrorismo patronal
(Terrorismo Blanco) que se desarrollará a principios de los años veinte del
siglo pasado, especialmente en Cataluña, y que tendrá tres principales
instigadores: el capitán general Milans del Bosch, el gobernador civil de
Barcelona Severiano Martínez Anido y el jefe de policía Miguel Arlegui Bayones.
El "Archivo Lasarte», conocido en la caída de Primo de Rivera, permitió
descubrir la trama. Alfonso Vidal y Planas novela instaló la muerte de Sabater
en su obra Bombas de Odio. Desde 2001 una calle de Barcelona lleva su nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario