Yo te contesto Bergoglio
Carta de María Cristina Saborido, exdetenida-desaparecida
durante la dictadura argentina, nuevo Papa de la iglesia católica. El nuevo
traje blanco de Jorge Mario Bergoglio no va a borrar su sucio pasado cómplice
de los militares genocidas. ¡Ni olvido ni perdón!
Tal vez porque después de tanto tiempo puedo tomar
distancia.
Tal vez porque después de tanto tiempo ya no siento que se
subleva mi corazón y se enloquece la vena de mi garganta ante tanta desfachatez
de parte tuya y de los curas que te acompañan.
Tal vez porque los años pasaron para vos y para mí y al
pasar me dejaron esa desolada sensación que es extrañar.
Yo te contesto.
Y le contesto a ese solapado intento de trazar los caminos
que al parecer debemos caminar para salvar el alma y vivir en un país en el que
reine la concordia a partir de perdonarnos o tal vez reconciliarnos.
Despojado de la humildad que debieras mostrar por tener el
culo sucio de reconciliación has hablado.
Y te planteo, ¿reconciliarnos? ¿Con quién o con quiénes?
¿Con los que comulgaban de día y asesinaban de noche?
¿Con los que nos pasaban sus sucias manos por los pechos y
pezones mientras con sus lenguas nos baboseaban estando atadas y sin poder defendernos?
¿Con los que robaban los hijos de las que parían para
entregarlos a familias de milicos?
¿Con los que se burlaban de nuestras madres y las llamaban
locas?
¿Con los que nos estrellaban las cabezas contra las rejas de
las celdas para gozar sádicamente con los lamentos y los gritos de dolor que el
hierro rompiéndonos la carne producía en nuestros cuerpos?
Te has atrevido a sermonear teniendo el alma oscura y el
culo sucio.
Y al hacerlo lo has hecho desde la impudicia de la
inmoralidad que debiera hacerte guardar un silencio recoleto.
Porque debieras responder con el silencio al silencio que
producen en mi alma la muerte de tantos compañeros que no aparecen.
30.000 compañeros no volvieron, 30.000 silencios en el
silencio de ese horror que fue que la Iglesia delatara y entregara a los
corderos a la muerte.
¿Por qué hablas ahora y no lo hiciste entonces?
Pudiste hacerlo... otros lo hicieron.
Vestían la sotana y andaban por las villas. Fueron mis
compañeros.
No regresaron...
Desde este extrañar que se hizo costumbre en cada día de mis
días.
Desde este llorar por las noches a escondidas.
Desde este sentir que algún día volveré a abrazarme en un
abrazo con tantos compañeros que se fueron.
Desde esta convicción de saber que la Iglesia fue una mierda
delatora que entregaba y señalaba.
Desde este sentimiento de resistir a tanto inmoral vestido
con sotana que cree que el discurso y las palabras han de acallar los gritos
que duermen en mi alma.
¡YO TE CONTESTO BERGOGLIO!
Y lo hago convencida que hay otros como yo que sienten lo
que siento.
Teniendo el culo sucio, teniendo el alma oscura y habiendo
pactado con el diablo no podés venir a hablar cuando callaste.
Silencio recoleto, mea culpa y muchas oraciones que tal vez
perdonen tus pecados
Porque yo, que soy sobreviviente, no te perdono.
Tampoco olvido.
Y menos aún me reconcilio.
Profesora María Cristina Saborido
Exdetenida
desaparecida en Pozo de Banfield/Quilmes en julio de 1977
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