La Madre Teresa no predicaba con el ejemplo
Académicos
canadienses demuestran que sus misiones eran verdaderas "casas de la
muerte" y que los millones que recibió no se corresponden con el coste de
sus obras de caridad
"Su manera dudosa de cuidar a los enfermos, sus
contactos políticos cuestionables, su sospechosa gestión de las enormes sumas
de dinero que recibió y sus puntos de vista excesivamente dogmáticas relativos,
en particular, al aborto, la anticoncepción y el divorcio" han levantado
recelos sobre una de las santas más aclamadas del siglo XX: la Madre Teresa de
Calcuta. Según se desprende de un estudio de la universidades canadienses de
Ottawa y Montreal, y del que se hace eco el diario del mismo país UdemNouvelles,
el mito de altruismo que rodea la figura de Agnes Gonxha, como se llamaba
realmente, no se correspondería con la vida de una mujer que podría no haber
sido tan santa como se ha dicho hasta ahora.
"En la búsqueda de documentación sobre el fenómeno del altruismo
para un seminario sobre ética, uno de nosotros tropezamos con la vida y obra de
una de las mujeres más célebres de la Iglesia Católica. La descripción era tan
extática que despertó nuestra curiosidad y nos empujó a seguir
investigando". Así lo explica el profesor Serge Larivée, que junto a
Genevieve Chenard, ambos pertenecientes a la Universidad de Montreal, y a
Carole Sénéchal, de la Universidad de Ottawa, publicaron a principio de este
mes su estudio en la revista Studies in Religion/Sciences religieuses. Como
resultado, los tres investigadores recopilaron 502 documentos sobre la vida y
obra de la Madre Teresa. Después de eliminar 195 copias, consultaron 287
documentos para llevar a cabo su análisis, que representan el 96% de la
literatura sobre la fundadora de la Orden de las Misioneras de la Caridad
(OMC).
Aseguró que "el mundo gana con el sufrimiento de los
pobres", pero ella fue a un hospital moderno de EEUU
Durante su vida la Madre Teresa abrió 517 misiones de
acogida para los pobres y enfermos en más de 100 países. Sin embargo, estas
misiones han sido descritas como "casas de la muerte" por los médicos
que las visitaron y trabajaron en ellas en la ciudad de Calcuta. Según explica
el artículo del diario canadiense, dos tercios de las personas que acudieron
esperaban encontrar atención médica, mientras que el otro tercio sólo esperaba
encontrar una muerte en mejores condiciones. Lo que se encontraron los doctores
fue una gran falta de higiene, unas pésimas condiciones de atención,
alimentación inadecuada y una importante falta de analgésicos.
No obstante, le problema no era la falta de dinero, pues la
Fundación creada por la propia Agnes Gonxha había recaudado cientos de millones
de dólares. Más bien el problema resultó ser su particular concepción cristiana
sobre el sufrimiento y la muerte. Ella misma dijo que "hay algo hermoso en
ver a los pobres aceptar su suerte, sufren como la Pasión de Cristo. El mundo
gana mucho de su sufrimiento", para responder a las críticas, según
recogió el ya fallecido periodista Christopher Hitchens. Pero ella no se
consideraba pobre, por lo que su sufrimiento no ayudaba a nadie. Cuando
requirió cuidados paliativos los recibió en un hospital moderno de Estados
Unidos.
Tras recibir millones de dólares del dictador Duvalier sólo
envió oraciones a la India. Se desconoce qué fue del dinero Tras las
inundaciones en la India y la explosión de una planta de pesticidas en Bhopal,
ofreció numerosas oraciones y medallas de la Virgen María, pero en ningún
momento envió una ayuda monetaria directa, pese a que su fundación ya contaba
con importantes recursos. Además, no mostró ningún tipo de reparo para aceptar
la Legión de Honor y una beca de la dictadura de Duvalier en Haití. Con esa
operación, le fueron transferidos millones de dólares a cuentas bancarias de la
Orden de las Misioneras de la Caridad. A día de hoy el estado de esas cuentas
sigue siendo secreto. Ante estos hechos, el profesor Larivée se pregunta:
"Teniendo en cuenta la gestión parsimoniosa de las obras de caridad de la
Madre Teresa, uno puede cuestionarse dónde se han ido los millones de dólares
que iban para los más pobres de los pobres".
Tras esta realidad perturbadora, los académicos también se
preguntaron cómo consiguió construir su imagen de santidad y bondad. Y sus
investigaciones les llevaron a la reunión que tuvo lugar en Londres en 1968 con
el periodista británico de la BBC Malcom Muggeridge, conocido por sus
posiciones políticas derechistas y en contra del aborto, algo en lo que
coincidían ambos personajes. De esta forma, en 1969 el periodista rodó un
elogioso documental que pintaba a Teresa como una verdadera santa bienhechora a
los ojos del mundo. En los años siguientes, y gracias a esta imagen construida,
ella pudo viajar por todo el mundo y recibir, entre otros premios, el Nobel de
la Paz. En la gala de entrega, aseveró que "el mayor destructor de la paz
hoy en día es el aborto, porque es una guerra, una matanza, un asesinato de la
propia madre".
"El mayor destructor de la paz hoy en día es el
aborto" Después de su muerte, en el momento en el que el Vaticano decidió
santificarla, le atribuyeron el milagro de haber curado a una mujer, Mónica
Besra, quien había estado sufriendo de dolor abdominal intenso. Ella dijo que
después de que Gonxha le colocara una medalla se esfumó su dolor. Sin embargo,
lo que la Iglesia consideró "milagro" varios médicos aseguraron
entonces que fueron medicamentos y drogas los que hicieron desaparecer el dolor
del quiste de ovario y la tuberculosis que sufría.
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