La infanta Cristina es tonta y analfabeta
Lucía Etxebarria.- Vengo de hablar con mi asesor fiscal, y
le explico mi triste situación:
- Oye, verás, es que
mi marido creó una sociedad y me puso a mí como administradora, y ahora le
reclaman una pasta de Hacienda y me llaman a mí…
- Debería verlo, pero ya te advierto que sí, que te las van
a reclamar a ti. Este… ¿Tú has firmado las cuentas anuales?
- Pues sí, yo firmaba todo lo que él me pasaba.
- Pues entonces lo siento, pero no puedo ayudarte en nada.
Tienes que pagar ese dinero.
- Es que parece que ha evadido dinero y que lo puso en una
cuenta fantasma en no sé qué paraíso fiscal.
- Eso es delito, ya te estás buscando un abogado, esto es
muy serio, puedes acabar en la cárcel.
- Pero es que yo nunca miraba lo que él me daba, yo firmaba
y punto, ¿no vale con que mi marido diga que yo no tenía ni idea?
- Ante la ley no, a no ser que tú puedas justificar que eres
analfabeta o que no tienes estudios, y no es el caso. Ahora tú eres
responsable, porque tú eres la administradora de la empresa.
- ¿De verdad me estás diciendo que no tengo salida?
- Enséñame primero toda la documentación, pero si la
situación es como la describes, ya te digo que lo mejor es que te busques un
abogado.
Y entonces le digo
que le he hecho una pregunta trampa, que en realidad estoy a punto de escribir
un artículo y que quiero entender por qué Cristina de Borbón no está imputada.
Y entonces mi gestor, señor ultra conservador, votante del PP de toda la vida,
me dice:
- Eso, querida, nadie
lo entiende.
La Infanta Cristina
recibía de Aizoon cada semana entre 600 y 700 euros por unos servicios que no
se han llegado a detallar.
La hija del Rey cobraba de la inmobiliaria por la
presentación de facturas como si fuera un proveedor más.
La Infanta, según el sumario, ganó en tres años a través de
esta empresa no menos de 510.000 euros.
La Infanta tenía que saber que Aizoon no había alquilado ni
vendido un piso en su vida.
Aparte, La Infanta Cristina recibía 72.000 euros del Rey y
250.000 de La Caixa en 2004.
La infanta Cristina es directora del Área Social de la
Fundación La Caixa, entidad para la que se supone que trabaja, aunque viva en
Guachintón y no acuda a oficina ninguna.
Según afirman la fiscalía, el abogado y su marido, la
infanta Cristina sufre cierta disminución psíquica o, quizá es analfabeta.
Porque una mujer que
firmaba cuentas anuales y presentaba cada semana facturas de 600 euros firmadas
por ella misma a una sociedad inmobiliaria que en la vida alquiló o vendió un
piso, y no se dio cuenta de que era una tapadera fiscal, no está,
evidentemente, en pleno uso de sus capacidades. O quizá no sabe leer.
Si la infanta Cristina es disminuida psíquica o analfabeta –
como afirman su marido, el abogado de su marido y la fiscalía anticorrupción –
que alguien me explique a santo de qué es Directora del Área Social de la Caixa
y por qué cobra 250.000 euros anuales por un trabajo que, está claro, no está
en condiciones de realizar.
Según su abogado, y
según su propia declaración, el cociente intelectual de Iñaki Urdangarín debe
rondar los 70 puntos dado que firmaba papeles que le incriminaban pero él no
tenía ni idea de lo que firmaba. Y además, tiene un problema cognitivo muy
serio porque no recuerda prácticamente nada de lo que hizo hace dos años.
Por cierto, Iñaki es
sordo o eso alegó cuando se libró de la mili.
Si Iñaki Urdangarín
es bobo y no tiene siquiera acabada la carrera de empresariales, aparte de
tener un serio problema cognitivo, que alguien me explique por qué trabaja en
Telefónica con un sueldo de 1,4 millones de euros anuales y por qué Telefónica
le paga su mansión en Guachintón, los colegios de los niños y los viajes a
España. O sea, en total, dos millones de euros anuales.
Si Iñaki Urdangarín
es más corto el pelo de Sinéad O´Connor, como según él mismo se presenta, y
tiene un serio problema cognitivo de ubicación en el espacio-tiempo, no me
explico por qué se le pudieron conceder 17 MILLONES DE EUROS del erario público
por la cara sin necesidad de que se presentara a Concurso Público alguno.
Y en fin, si Iñaki
Urdangarín ha reconocido el propio Rey le pidió a César Alierta en su momento
que alejara a su yerno de España y del escándalo que se avecinaba, nos está
diciendo que tanto el Rey como el Presidente de Telefónica son culpables de
haber encubierto un delito.
El argumento de “nos
sale más barato tener Familia Real que un presidente de la República” no se
sostiene dado que el mantenimiento de la tal Familia nos sale a todos los
españoles por un pico:
- Los Presupuestos detallan
un gasto de 25 millones, pero mantienen en secreto las partidas que pagan los
ministerios de Hacienda, Interior y Defensa. A ello hay que sumar 34 millones
para conservación de palacios y jardines.
- Por cierto: se consumieron en el ejercicio 2010-2011 unos
8,5 millones de kilovatios por hora de electricidad y otros 27 millones de gas,
así como 0,2 millones de litros de agua. Se recibieron unas 700.000 llamadas
telefónicas y se ingresaron hasta 1,8 millones de euros por la venta de un
helicóptero que estaba en leasing. Se gastaron unos 120.000 euros en limpiar
candelabros, otros 16.800 en instalar un sistema para proteger las botellas de
vino de las bodegas de palacio y otros 550.000 en una sala privada de cine…
Para que os hagáis una idea.
Pero incluso si se
sostuviera ese argumento de “La Monarquía nos sale muy barata” (que no se
sostiene por parte alguna)…
- Díganme ustedes si
es moral que tengamos que mantener los dispendios de unos señores entre todos
solo porque nacieron en un sitio y no en otro…
- Cuando tenemos un Rey que por lo visto encubre delitos y
cuya fortuna de 1.790 millones de euros nos resulta cuanto menos sospechosa
dado que siempre nos han contado que la familia española carecía de recursos
económicos propios, que durante el exilio sobrevivieron gracias a la ayuda de
las familias monárquicas y que tras la coronación de Juan Carlos I, los
Borbones se mantenían con fondos del erario público y eran un ejemplo de
austeridad en comparación con otras casas reales.
- Cuando la hija mayor, Elena, cae mal a todo el mundo, es
famosa por su mala leche y no nos representa en ninguna parte.
- Cuando su hija menor, Cristina, según nos cuenta su propio
marido, el abogado y la Fiscalía Anticorrupción, ronda el cociente intelectual
de una niña de dos años, dado que ni siquiera es capaz de leer lo que firma y
se ha casado con un señor que se reconoce a sí mismo también como un débil
mental, a quien le engañan con un dos de pipas.
- Cuando su hijo el Príncipe ni cae ni bien ni mal sino todo
lo contrario, pero fama de listo no tiene precisamente.
- Y cuando resulta que la única que cae bien de la Familia
(pero que no lleva sangre de la familia) parece que lleva tiempo enferma, pero
nadie nos lo quiere confirmar.
- Y cuando nos han dejado claro que por ser quienes son les
colocan en puestos para los que no están ni de lejos capacitados y les regalan
dinero del erario público en cantidades bochornosas sin que tengan que pasar
por concurso público ninguno.
La Infanta Elena
cobra 200.000 euros anuales por “en España de integrar laboralmente a personas
discapacitadas y niños con problemas de exclusión”. ¿No habrá personas con más
formación y con salarios más económicos para este empleo? ¿Qué sabrá la infanta
de integrar laboralmente a personas discapacitadas que no sean miembros de la
realeza?
O sea, que les tenemos que mantener porque tienen unas niñas
muy monas que quedan muy bien en las fotos. Y no porque nos salgan más baratos
que una República, porque resulta que nos salen carísimos. Pues resulta que yo
tengo una niña preciosa y fotogénica y mis impuestos al día. Dado lo cual, me
postulo para Reina, Princesa o Infanta ya mismo.
Y todavía no he
acabado la diatriba, que conste…
Lista de las facturas
personales que constan en el sumario del caso Noos o…
EN ESTO SE GASTA LA INFANTA LOS IMPUESTOS DE LOS ESPAÑOLES:
- gastos de los
móviles de la familia: 16.000 euros en cinco años (llamaban a Pekín cada tarde
o qué);
- alquileres de coches: 48.000 euros;
- catering de comida japonesa para una fiesta: 5.000 euros;
- acondicionamiento de la bodega del palacete de Pedralbes:
30.000 euros, compras de partidas de vino de Baigorri (6.500);
- más de 6.000 euros por estancias en hoteles de Roma,
África y Estados Unidos;
- 2.114 euros de vuelos entre Minneapolis y Baltimore;
- una vajilla de 1.741 euros y compras personales de la
propia Cristina de Borbón;
Y no sigo con toda la lista porque el sumario tiene 4.000
folios.
Todo esto, claro, pagado con dinero público, y no
precisamente el dinero que España paga al Rey “para el mantenimiento de su casa
y su familia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario