Una empresa demanda a la madre de una niña enferma grave por
no pagar 18 euros de comedor
Una empresa de catering, que se encarga de la gestión de los
comedores en varios colegios públicos de Andalucía, ha demandado a la madre de
una niña de cinco años, alumna del CEIP La Barrosa de Chiclana de la Frontera,
para reclamarle una deuda de 18 euros que no abonó el curso pasado en concepto
de uso de sus servicios en el centro. La niña padece una enfermedad grave y no
acudió en todo el año ni a clase ni, por lo tanto, al comedor.
V.S.M., de 38 años, recibió el pasado 6 de septiembre una
carta del juzgado mixto número 2 de Chiclana. Al acudir allí al día siguiente,
el administrativo que la atendió le dijo que Dujonka SL. (La Única) —con sede
en Dos Hermanas (Sevilla)—, adjudicataria del servicio de comedor en el colegio
al que van sus hijas gemelas, le había demandado mediante un procedimiento
monitorio. Es decir, por la vía judicial rápida para reclamarle una cantidad de
dinero.
Según la empresa, una de las niñas, A.G.S.,
"disfrutó" supuestamente del servicio de comedor, pero nadie lo
abonó. En el escrito de demanda —al que ha tenido acceso 20minutos.es—,
presentado a finales de junio en el juzgado de primera instancia, consta un
recibo devuelto por el banco por un importe de 18 euros. Vista la demanda, el 9
de julio el tribunal encargado del caso acordó un "requerimiento"
dando a la madre 20 días de plazo para pagar o comparecer.
El precio del menú de un día en el colegio CEIP La Barrosa
asciende a 4,50 euros, por lo que el total correspondería a solo cuatro días de
servicio. Pero como la familia tiene derecho a una bonificación —el primer año
de colegio, de hecho, no pagaron nada—, los 18 euros podrían corresponder hasta
a un mes entero de comedor.
Ninguna de las dos hijas de V.S.M. hizo uso del comedor el
pasado curso, a pesar de que la madre solicitó plaza para ambas en marzo de
2011. Unos meses después, en agosto, se le diagnosticó una enfermedad muy grave
a una de las niñas y tuvo que ser ingresada en el Hospital Universitario Puerta
del Mar de Cádiz; el tratamiento se prolongó hasta hace poco más de una semana,
explica a 20minutos.es la madre, que dice estar "alucinada" con lo
ocurrido.
"Falta de
comunicación"
V.S.M., periodista
que tras meses de baja se ha reincorporado al trabajo, asegura que los tres
primeros meses de tratamiento los pasó con su hija en el hospital, del que solo
salió "una vez" para hablar con la jefa de estudios del centro, con
la tutora de su hija y con la jefa del comedor, que le recomendó expresamente
que llamara a la empresa La Única para explicarles que sus gemelas, una por
enfermedad, y otra —que sí iba a las clases— porque "formaba parte de la
terapia de su hermana" y la llevaban al hospital a la hora de comer, no
ocuparían sus plazas.
Me dijeron que estuviera pendiente de mi hija y no de cosas
sin importancia como el comedorAsegura que así lo hizo. Habló con dos personas,
un hombre y una mujer: "Me dijeron textualmente que estuviera pendiente de
mi hija y no de cosas sin importancia como el comedor". Por indicación de
la empresa La Única, 20minutos.es se ha puesto en contacto en varias ocasiones
con el bufete de abogados que se ocupa de los temas judiciales de la compañía;
tras varias conversaciones no han ofrecido una versión propia de los hechos.
En un primer contacto, sin embargo, una de las letradas sí
insinuó —asegurando que no contaba en ese momento con todos los datos— que todo
pudo deberse a una evidente "falta de comunicación", que hizo,
supuestamente, que el bufete no supiera de las conversaciones entre la madre y
el centro y la empresa y, por lo tanto, tramitara la correspondiente demanda,
siguiendo el procedimiento habitual en estos casos, acorde con el contrato de
adjudicación.
"No es la
primera vez que pasa"
La demanda se
presentó siete meses después de que la sucursal bancaria de la familia
devolviera el 2 de noviembre el recibo por los 18 euros que, a pesar de todo
—"y después de hablar con ellos", insiste la madre—, había emitido la
empresa del comedor, "porque no estábamos haciendo uso de él".
La abogada confirmó que normalmente antes de acudir a los
tribunales se reclama por carta el pago de las deudas. La demanda indica que la
empresa intentó ponerse en contacto con la familia de la niña en múltiples
ocasiones durante el curso. "Es mentira", asevera V.S.M., que explica
que la dirección del colegio, que supo del diagnóstico de la niña poco después
de que se produjera y que ha firmado un certificado en el que confirma que no
hizo uso del comedor, le ha expresado personalmente su "indignación".
"No es la primera vez que pasa esto", añade,
"el año pasado a una profesora con un hijo en el centro le reclamaron por
vía judicial el comedor de un solo día". Tras presentar en el juzgado un
escrito de oposición al procedimiento, adjuntando, entre otras, pruebas
médicas, la madre confía ahora en que el juez no siga adelante y "que el
sentido común" frene el proceso. V.S.M dice estar muy agradecida por las
"muestras de apoyo" que ha recibido, incluidas la del colegio y la de
la delegada de Educación del Ayuntamiento de Chiclana, que hizo público el
caso.
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