"Pedía agua y tardaban casi 10 horas en darme de
beber"
"Ahí va el primer pavo". Fue lo primero que oyó
José Cosín, abogado y activista, mientras agentes antidisturbios le arrastraban
a golpes al interior de un furgón policial. Era la tarde del 25-S, y José –uno
de los 35 detenidos en la marcha 'Rodea el Congreso'– había acudido a la
madrileña Plaza de Neptuno para manifestarse por "una democracia más
participativa".
"Menos mearnos encima y ponernos una capucha, nos
hicieron de todo"
Más de 46 horas aislado en una celda le han dejado a José
dos regalos inesperados, una libertad condicional y una acusación por tres
delitos "alucinantes": resistencia pasiva, altercados y atentado
contra las altas instituciones del Estado.
Dice que aún no ha
denunciado los hechos, pero que lo hará en breve, como el resto de detenidos.
Aunque antes, este mismo sábado –29-S– volverá a participar en las protestas
convocadas. "Es mi forma de agradecer a la gente que se haya preocupado
tanto por mí", dice.
¿Cómo fue el momento
de su detención?
Ocurrió sobre las 18 horas. Acababa de llegar a las
cercanías del Congreso. En un momento, la valla que protegía la calle cedió y
vi cómo varios agentes se dirigían hacia donde yo me encontraba. Me tiré al
suelo de rodillas, con las manos en la cabeza y esperé. Al principio pensé que
los antidisturbios venían a ayudarme, no sabía muy bien lo que me pasaba, pero
en vez de eso me golpearon repetidamente, me pegaron con la cabeza contra la
pared de un kiosco y me metieron al furgón al grito de "ahí va el primer
pavo".
¿Qué pasó luego?
Me trasladaron a la comisaría de Moratalaz [un barrio de la
zona este de Madrid]. Nada más llegar coincidí con otro detenido en las
protestas, que estaba herido. Grité ayuda para él, pero tardaron en
proporcionársela. A mí me encerraron en una celda alejada del resto. Uno de los
agentes que me vigilaba me miraba con ojos de loco. Pasé dos noches con la luz
encendida y apenas hacían caso a mis peticiones más básicas. Cuando pedía
beber, tardaban hasta diez horas en traerme agua.
La policía dice que
'practiqué la resistencia pasiva desde el suelo'¿Qué delitos se le imputan? Ha
habido mucha polémica con eso…
Me acusan de tres delitos: resistencia pasiva, altercados y
atentado contra las altas instituciones del Estado. Mis abogados –yo también lo
soy– me dicen que este último, en concreto, es alucinante. El atestado de la
policía dice literalmente "que practiqué la resistencia pasiva desde el
suelo". Es incomprensible.
Lo considera una
acusación injusta, entonces
Sí, claro. Yo aceptaría, llegado el caso, el delito de
resistencia pasiva, aunque habría que plantearse seguir viviendo en un país en
el que puedes ser detenido y acusado por algo así.
Y, ¿ahora? ¿Lo ha
denunciado?
Recurriremos el auto de la jueza, aunque esperaré a que se
pronuncie la Comisión de Legal Sol [una de las asambleas que nacieron el 15-M].
Queremos interponer la denuncia todos los afectados juntos.
Iré a las marchas del
sábado, pero si la cosa se pone fea, me marcharé, estoy en libertad condicional
¿A quiénes denunciará
concretamente?
Denunciaremos al Ministerio del Interior y la Policía.
Este sábado hay otra
nueva manifestación…
Sí, iré. Mi abogado me ha recomendado que no lo haga, claro,
pero he recibido tantas muestras de apoyo, incluso de gente que estaba cabreada
conmigo desde hace años, que quiero devolverles tanta generosidad.
Pero es arriesgado…
Sí, por eso si la situación se llega a poner fea, me
marcharé. Estoy en libertad condicional y me podrían caer cinco años [de
cárcel].
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