NO HAY NOCHE SIN DIA NI LIBERTAD SIN ANARQUIA - LOS BIENES MAS PRECIADOS SON LA VIDA Y LA LIBERTAD - SALUD, ANARQUIA Y REVOLUCIÓN SOCIAL-

domingo, 9 de septiembre de 2012

HIMNO - HIJOS DEL PUEBLO


 
HIMNO    Hijos del pueblo

 Hijo del pueblo, te oprimen cadenas

y esa injusticia no puede seguir,

si tu existencia es un mundo de penas

antes que esclavo prefiere morir.

Esos burgueses, asaz egoístas,

que así desprecian la Humanidad,

serán barridos por los anarquistas

al fuerte grito de libertad.

 

Rojo pendón,

no más sufrir,

la explotación

ha de sucumbir.

Levántate, pueblo leal,

al grito de revolución social.

Vindicación

no hay que pedir;

sólo la unión

la podrá exigir.

Nuestro pavés

no romperás.

Torpe burgués.

¡Atrás! ¡Atrás!

 

Los corazones obreros que laten

por nuestra causa, felices serán;

si entusiasmados y unidos combaten,

de la victoria la palma obtendrán.

Los proletarios a la burguesía

han de tratarla con altivez,

y combatirla también a porfía

por su malvada estupidez.

 

Rojo pendón,

no más sufrir,

la explotación

ha de sucumbir.

Levántate, pueblo leal,

al grito de revolución social.

Vindicación

no hay que pedir;

sólo la unión

la podrá exigir.

Nuestro pavés

no romperás.

Torpe burgués.

¡Atrás! ¡Atrás!

 

 

Este himno fue presentado al Segundo Certamen Socialista (Barcelona, 1889) por su autor, que ocultó su nombre tras las siglas R.C.R. El Certamen fue muy importante para la evolución y enriquecimiento teórico del anarquismo hispano. Hijos del Pueblo se convertiría en el himno favorito de los anarquistas de lengua española.

Años más tarde, alguien lo dota de una nueva letra, por considerar que la anterior "es poco revolucionaria": Salud, proletarios: llegó el gran día; / dejemos los antros de la explotación, / no ser más esclavos de la burguesía, / dejemos suspensa la producción. / ¡Iguales derechos e iguales deberes / tenga por norma la sociedad, / y sobre la Tierra los humanos seres / vivan felices en fraternidad! // Trabajador, / no más sufrir. / El opresor / ha de sucumbir. / A derrocar / al capital, / al grito de revolución social. / Acracia al fin / triunfará. / Bello jardín / la Tierra será. / Todo lo vil / a eliminar. / Pueblo viril, / ¡Luchar! ¡Luchar! // No más supremacía de dioses y reyes, / no más de tiranos la vil opresión; / y vallas, fronteras, gobiernos y leyes / derrúmbense al paso de la rebelión. / Formemos un mundo de paz y armonía / do libres imperen artes y amor, / viviendo la libre anarquía... / Natura brinda en su rica labor. // Trabajador, (etc.)

En los años de la Segunda República se compuso una nueva letra: Hijo del pueblo, te oprimen cadenas, / y esa injusticia no puede seguir; / si tu existencia es un mundo de penas / antes que esclavo prefiere morir. / En la batalla, la hiena fascista / por nuestro esfuerzo sucumbirá; y el pueblo entero, con los anarquistas, / hará que triunfe la libertad. // Trabajador, no más sufrir, / el opresor ha de sucumbir. / Levántate, pueblo leal, / al grito de revolución social. / Fuerte unidad de fe y de acción / producirá la revolución. / Nuestro pendón uno ha de ser: / sólo en la unión está el vencer.

Periódico Tierra y Libertad

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