Sociedades sin Estado. Una visión histórica y Antropológica.
¿Es posible una sociedad sin Estado? ¿Fue positivo el papel
del Estado en la evolución de las sociedades humanas? ¿Es el Estado una
necesidad o progreso desde el punto de vista de la evolución humana? ¿El Estado
es el único instrumento, aparato o forma organizada en que pueden convivir
todas las sociedades? En pocas palabras: ¿es el Estado una necesidad vital
humana de organización social?
Para la mayoría de
las ciencias sociales como la historia, la ciencia política, economía, derecho,
sociología, la respuesta es sí. Argumentan que los orígenes del Estado se dan
de forma inevitable, de forma natural. Representa el Estado una institución
positiva, colocada arriba de intereses particulares y de las clases sociales,
encargado de conciliar los antagonismos de los diferentes actores y sectores
sociales. El Estado además de útil, es necesario para preservar el orden
social. Su conclusión es: no puede haber sociedad sin Estado.
Antes de pasar a la
cuestión histórica y antropológica del Estado queremos hacer algunas
precisiones. ¿Será cierto que el Estado se encarga de conciliar los diferentes
intereses de las clases? Veamos algunos ejemplos del México contemporáneo. La
huelga de la UNAM en el año 1999-2000. Querían imponer cuotas a todos los
alumnos de dicha Institución: prepas, cch’s, facultades; pero de hecho
implicaba la privatización de la educación en México. Hubo una resistencia de
cerca de diez meses protagonizada por el Consejo General de Huelga (CGH). ¿Cuál
fue el papel del Estado? Encarcelar a miles de estudiantes que luchaban por la
educación pública y gratuita invadiendo la autonomía de la UNAM. Se metió a la
policía Federal Preventiva (PFP), una policía que en realidad era el ejército
disfrazado.
Se dice que el Estado
es el encargado de preservar el orden social. Y nosotros preguntamos el orden
social impuesto por quién, y respondemos: el que es impuesto por la clase
burguesa, el que tiene el poder político y económico. Tomemos como ejemplo a
los ejidatarios de San Salvador Atenco; el Estado mexicano quería comprar sus
tierras a precios bajos para construir el aeropuerto, lo cual no les iba a
beneficiar, pues a los ejidatarios se les ofreció trabajo en dicho aeropuerto,
pero de maleteros o de limpieza. Obviamente a los capitalistas no les importa
la relación cultural de los ejidatarios con la tierra. Ésta, además de tener un
potencial económico, tiene una fuerte carga simbólica, de tradición, que no
entienden los capitalistas. ¿Qué hizo el Estado? No solamente reprimió a dicho
movimiento metiendo a la policía estatal y municipal y ejercito, además hubo
violaciones sexuales de muchas compañeras e inclusive compañeros.
Y en el caso de la
Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y el Sindicato Mexicano de
Electricistas (SME) ¿quién los golpeo? La policía Federal por órdenes del
Estado. Basta con estos ejemplos para puntualizar la función de esta
Institución. Pasemos a un pequeño análisis histórico y antropológico.
El Estado visto desde la historia y la antropología.
Retomemos la primera parte de este artículo en donde se
menciona que para algunas ciencias sociales no puede existir organización
social sin la verticalidad como forma de cohesión social.
Estudios más
recientes de historia política y de antropología nos mencionan otra versión de
la convivencia humana. Todas las sociedades a los largo de la historia han
vivido al margen de ese aparato represor ideológico llamado Estado. Para ser un
poco más precisos, el Estado tal y como lo conocemos actualmente tiene de vida
2 o 3 siglos, es decir, 200 o 300 años a lo sumo. Si tomamos como base que
nuestra especie, el homo sapiens sapiens, tiene de vida aprox. 100 mil años no
significan mucho 200 o 300 años. ¿Significa esto que vivíamos salvajemente en
múltiples conflictos, con desorganización? La respuesta es no. Un pensador
importante del siglo XX, Cornelius Castoriadis, decía que puede haber
sociedades sin Estado, lo que no puede haber son sociedades sin Instituciones.
Estas Instituciones estaban desde el inicio de la humanidad, desde las formas
organizativas, de las sociedades más simples a las más complejas. Pero, ¿cómo
define este autor una Institución? Es el conjunto de normas, valores,
lenguajes, procedimientos y métodos de hacer frente a las cosas y de hacer las
cosas. Una Institución es una red simbólica. Estas Instituciones siempre han
mantenido unidos a los grupos pequeños sociales primero, y a las grandes
sociedades después. Podríamos utilizar el concepto de usos y costumbres, pero
consideramos que el concepto institución como lo maneja Castoriadis nos da más
elementos para un análisis crítico y de reflexión.
Algo fundamental para
nosotros es que no puede haber organización sin órganos colectivos de decisión.
En las sociedades simples estas cuestiones iban desde quiénes iban a cazar, a
recolectar y sembrar hasta quién organizaba los ritos agrícolas, funerarios,
culto a los dioses, etc. En las sociedades más complejas, los problemas se
centraban en quiénes se encargan de producir tal o cual producto, en qué
tiempo, y quiénes lo van a distribuir, etc. Esto no se puede lograr con una
organización espontanea. Se requiere de una organización permanente (no
burocrática) para reproducirse no solamente biológica, sino cultural y
socialmente. Y en todo este proceso no había Estado. Cito textual a Marvin
Harris, un importante antropólogo: “La vida del hombre transcurrió durante 30
mil años sin necesidad de reyes ni reinas, primeros ministros, presidentes,
parlamentos, congresos, gabinetes, gobernadores, alguaciles, fiscales,
secretarios de juzgado, coches patrulla, furgones celulares, cárceles ni
penitenciarias”. Según este autor es una enorme etapa histórica en que vivíamos
de forma horizontal, sin jerarquías y principalmente sin explotación.
Concluimos: el Estado no es algo que nos ha acompañado siempre,
tiene una fecha de inicio y más importante para nosotros, tiene una fecha de
caducidad, no lo necesitamos para vivir en sociedad. ¿Y como trabajadores y
trabajadoras, cuáles son nuestras conclusiones al respecto? El Estado no es una
forma de organización social utilizable por los trabajadores, puede y debe de
ser destruido al mismo tiempo que el capitalismo. El Estado es un instrumento
de explotación de los y las trabajadoras en provecho de los grupos o individuos
que ostentan el poder.
Finalmente como
trabajadores y trabajadoras no nos podemos engañar, el Estado aunque se
disfrace de demócrata o socialista como Venezuela, Bolivia o Cuba siempre
implicará opresión para nosotros.
Escrito por ILLIDAN SEPHIROTH
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