Chile: reprimen movilizaciones de estudiantes secundarios
Después de semanas de tomas de escuelas y con paro nacional
en los colegios secundarios, los estudiantes chilenos volvieron a las calles
para exigir educación pública, gratuita y de calidad, como lo vienen haciendo
desde el año pasado.
En una organizada serie de 14 movilizaciones en todo
Santiago , los manifestantes marcharon en forma simultánea en los grandes
barrios y terminaron concentrados en cada una de las alcaldías. Sobre el final
de la jornada, en el centro y en la comuna de Providencia se registraron
enfrentamientos con los Carabineros, que reprimieron las movilizaciones con
palos y gases y detuvieron a 139 personas.
La protesta de ayer, impulsada por los secundarios, pero que
cuenta con el respaldo de los universitarios, fue la culminación de tres
semanas de movilizaciones que incluyeron ocupaciones de colegios, desalojos
policiales, retomas de los establecimientos y manifestaciones callejeras que
también fueron duramente reprimidas por la policía.
Después de que decenas de miles de jóvenes distribuidos en
por lo menos catorce marchas no autorizadas desfilaran pacíficamente en la
capital durante unas dos horas, estallaron los incidentes.
En el centro, los disturbios surgieron tras una manifestación
que reunió a más de 3.000 jóvenes en la Plaza de Armas, frente a la alcaldía,
cuando algunos grupos pretendieron marchar por la Alameda Bernardo O’Higgins y
algunas calles aledañas. Tras un par de advertencias por altavoces, la policía
disolvió con chorros de agua y gases a los jóvenes, que respondieron con
piedras y otros proyectiles.
En Providencia la situación fue similar, en este caso la
Policía arremetió contra unos 5.000 jóvenes que estaban frente al municipio
antes de que pudieran entregar sus demandas en la alcaldía.
También hubo presencia masiva de jóvenes en las comunas de
Ñuñoa y Maipú, en Santiago, así como en algunas ciudades como Valparaíso y
Valdivia.
En el Palacio presidencial La Moneda, el presidente
Sebastián Piñera minimizó la protesta. “Hay 11.000 escuelas y entiendo que
nueve están en toma. Eso es menos del 0,1% de las escuelas, y si bien
escuchamos a ese 0,1%, con mucha mayor razón escuchamos al 99,9% que quieren
estudiar”, señaló.
Las organizaciones estudiantiles señalan que en la capital
son alrededor de una decena los establecimientos ocupados y a nivel nacional
suman medio centenar.
Los estudiantes chilenos se movilizan desde el año pasado
por una educación pública, gratuita y administrada en el nivel básico y
secundario por el Gobierno central y no por los municipios, como en la
actualidad.
En concreto, los secundarios exigen que los colegios
públicos vuelvan a ser administrados por el Estado central y no por los
municipios como ocurre ahora tras una de las últimas leyes que emitió la
dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Según aseguran, al estar
administrados por los municipios se genera una fuerte desigualdad entre las
comunas más ricas y pobres del país. El año pasado, los estudiantes organizaron
más de 40 marchas por el centro de Santiago y ocuparon más de 200 colegios por
varios meses.
A nivel universitario buscan el fin de las altas cuotas en
muchos de los centros privados y de los altos costos de las carreras, que deben
solventar con créditos del sistema financiero.
El Gobierno respondió con ofertas de créditos más baratos,
más becas y una reforma tributaria que se debate en el Congreso, que busca
recaudar hasta 1.000 millones de dólares para la educación , pero se niega a
los cambios estructurales del sistema que exigen los estudiantes y por eso las
protestas continúan.
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