De momento, parece que la edificación del templo se va a retrasar debido a las condiciones económicas actuales y a que el Obispado ha tomado la decisión de recortar gastos empezando por las nuevas infraestructuras, algo que a priori satisface a los vecinos pero que no los tranquiliza. Por ello, se están asesorando para responder por la vía judicial en cuanto el Ayuntamiento mueva ficha y deje de ser la propietaria de los terrenos.
A la espera de que esto suceda no agotan tampoco la vía diplomática. «Ya hemos presentando la alegación pertinente al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para cambiar el uso por el de deportivo o por otro que beneficie más el barrio». Como respaldo, a modo de su particular 'biblia', tienen el estudio social del barrio en el que se recoge que el 77% de los vecinos prefieren otros usos frente al 23% que sí se muestra partidario a la construcción de la iglesia. Además, se han reunido en diversas ocasiones con la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, para transmitirles sus intenciones aunque Martínez por su parte, ha dejado claro ante los medios de comunicación que se construirá lo que está contemplado en el PGOU -un plan que aún no es definitivo por estar pendiente de aprobación-.
«No tiene por qué ser unas pistas deportivas como las de pádel, aunque son necesarias ante la escasez de zonas donde hacer ejercicio en el barrio», asegura Arenal. A su juicio, también puede dedicarse a otras instalaciones como una zona recreativa o un ambulatorio «ya que el más cercano está en la avenida del Perú». Los vecinos por su parte ya dejaron clara su opinión en la que explicaron que ya están acostumbrados a ir a otras iglesias como la de San Francisco Javier o a coger el autobús para ir por ejemplo a la del Carmen.
Una polémica mezquita
Aún así, Arenal no pierde la fe. «En Sevilla hubo un antecedente parecido a lo que está ocurriendo en el barrio y consiguieron que un juez les diera la razón y que no se construyera el templo». El representante vecinal se refiere a una denuncia que interpusieron los habitantes del barrio de los Bermejales al Ayuntamiento y a la delegación de Urbanismo en marzo de 2005 para evitar que se construyera el edificio, en este caso una mezquita. La situación no termina de ser la misma ya que en esta situación, el solar estaba recogido en el PGOU sevillano como zona de servicio de interés público y social y fue el propio Consistorio quien cedió los terrenos a la comunidad islámica ignorando la calificación y cambiándola a posteriori, algo que enfureció aún más a los vecinos que llevaban años reclamando servicios básicos como un colegio o un centro de salud. Finalmente la mezquita no se construyó.
Y eso es lo que pretenden: que el Consistorio ceda finalmente, cambie la pacerla destinada para el templo y lo construya en los terrenos del antiguo cuartel de la Guardia Civil. «Estamos convencidos de que esta zona es mucho mejor, sobre todo porque dispondrían de más metros cuadrados ya que la parcela de la calle América contiene 1.800 metros cuadrados y la del antiguo cuartel ronda los 8.200 metros cuadrados. Todo apunta a que habrá que esperar a que mejore la situación económica para saber si se construye o no la iglesia.
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