En Comisiones Obreras empieza a haber voces disidentes con una dirección torticera y entregada a los dineros del régimen. Reproducimos el artículo que Carmen Gómez Acosta, miembro de la Ejecutiva de la FSC de Cádiz y del consejo provincial de CC.OO de Cádiz, ha publicado en Diario de Cádiz. Su título es ya todo un mensaje. Dice así:
"En toda contienda, y eso es exactamente lo que estamos viviendo en la Junta de Andalucía tras la aparición del Decreto Ley 5/2010 de reordenación del sector público andaluz, se producen bajas, la mayor parte por fuego enemigo, pero otras, desgraciadamente, también por la acción del denominado fuego amigo. Así nos sentimos, abatidos por el fuego amigo, los empleados públicos andaluces de Comisiones Obreras tras la firma del acuerdo en materia de reordenación del sector público suscrito entre el Gobierno Andaluz, UGT y Francisco Carbonero, secretario general de Comisiones Obreras en Andalucía. Una vez más -y ya van demasiadas veces- se firman acuerdos con el Gobierno sin medir las consecuencias de sus actos, sin consultar, obviando el debate interno e incluso interfiriendo en la acción sindical de la Federación a quien le corresponde ejercerla. Es el eterno problema de las superestructuras en organizaciones tan sobredimensionadas como por ejemplo, Comisiones Obreras.
Pero en algún momento esto debe cambiar, es necesario que cambie; por el interés del conjunto de los trabajadores a los que representa, y no al servicio de unos pocos burócratas sindicales aferrados a una estructura organizativa alejada del mundo laboral, de la calle, y compuesta en su mayoría por personal ajeno desde hace años de sus centros de trabajo de origen, sin experiencia en elecciones sindicales ni participación activa en sus secciones sindicales. Y lo que es más grave, que nunca formaron parte de un comité de empresa o junta de personal. Ese es el problema compañeros, nuestro problema.
Algunos llevamos años avisando del peligro real que esto genera. Dentro de nuestro sindicato se ha creado una pseudoestructura que constituye lo que hoy entendemos por representación institucional y política del sindicato, que no se conforma con este papel y que no está dispuesta a renunciar nunca al protagonismo interno ni a sus buenas relaciones con el Gobierno estatal y autonómico. En Andalucía, una vez más han vuelto a extralimitarse en sus funciones, soslayando competencias estatutarias que tan sólo cabe ejercer por una Federación, la Federación de Servicios a la Ciudadanía.
El error de fondo de estos dirigentes de CCOO-Andalucía es ignorar que el Gobierno es también Administración, y que la Administración es empresa y patrón, y que bajo la dirección de esa empresa se da un abuso claro y notorio de las condiciones laborales de miles de empleados públicos que prestan sus servicios en la Junta de Andalucía. Compañeros, la imagen hoy en día es importante y cuando os hacéis la foto del "apretón de manos" con Chaves o Griñán, debéis ser conscientes que al mismo tiempo es el abrazo al empresario, al patrón de miles de trabajadores cuyas condiciones laborales en los últimos años vienen sufriendo una merma evidente en sus derechos laborales. No sois conscientes, o quizás simplemente no os importa. Pero a nosotros que sí estamos en comités de empresa y juntas de personal, y que continuamos en nuestros centros de trabajo, a nosotros, sí nos importa. Con la firma del acuerdo al que habéis llegado con la patronal, creéis haberle dado un balón de oxígeno al Gobierno Griñán -una vez más un guiño al Poder-, identificando erróneamente Administración con Gobierno, y Gobierno con poder; y ese es y ha sido siempre vuestro error. Olvidáis que la Junta de Andalucía es en la actualidad la mayor empresa de toda la comunidad autónoma andaluza y, desgraciadamente, la más importante agencia de colocación para políticos y familiares de más que dudosa preparación. Y aún así, firmáis un acuerdo tan flojo, tan poco consistente e inconcreto, que nos cuesta entender que hayáis tenido algún tipo de asesoramiento técnico. Tanta experiencia en negociación colectiva para esto.
Basta una simple lectura del texto para comprobar que aún continúan abiertas decenas de preguntas sin respuesta. Los trabajadores de la Administración andaluza se ven con este Decreto-Ley avocados hacia un terreno de notable inseguridad jurídica; el ejercicio de la voluntariedad que tanto se proclama resulta en muchos casos inviable en la práctica, y se ignora por completo el sistema de amortización de plazas que la Junta viene ejecutando en todo aquél que deja vacante su plaza. Es, pues, muy difícil la marcha atrás para el trabajador que sea trasladado a una agencia. Se abre la posibilidad en la Administración a la puesta en marcha de EREs, y la consecuente aplicación con toda su crudeza de la reforma anti-laboral del presidente Zapatero. Vuestro mayor error está en no saber reconocer que el riesgo existe y que no opera únicamente sobre aquello que se va a crear -agencias por doquier-, sino además, en la estructura que se vaya a quedar. Escasea la información y el oscurantismo que planea en todo el sector público andaluz, del que sospechamos ni siquiera van a escapar -pasado algún tiempo- otras Administraciones como la sanitaria, docente y Justicia. Va a dar lugar a un nuevo escenario en toda la Junta de Andalucía. Pero ya no hay tiempo para más errores, es ya hora de reaccionar. Los trabajadores de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO deben asumir el protagonismo y competencias que puedan impedir este apoyo de la estructura territorial de Comisiones Obreras a la aplicación, sin garantías legales para los trabajadores de la Junta, del Decreto Ley 5/2010 de reordenación del sector público andaluz. Hemos sido abatidos por el fuego amigo pero aún estamos vivos. Los partidos y sindicatos mayoritarios en este país estamos obligados a cambiar. Hay que ser más libres, actuar con conciencia de trabajador y recuperar a la ciudadanía. Hoy la regeneración del sistema es más que necesaria... Es imprescindible. Dentro y fuera, pongámonos ya en marcha.
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