Los astilleros de Navantia sufren una "complicada" situación. Lo reconoció ayer Aurelio Martínez, el presidente de la compañía naval, de la que dependen las tres factorías de la bahía de Cádiz.
Puerto Real acogió ayer la puesta a flote del segundo de los cuatro buques de acción marítima encargados por el Ministerio de Defensa. En estas plantas apenas hay dos años de trabajo garantizado. Después no hay nada. "Estamos presentándonos a todos los concursos en todos los países pero la crisis y los recortes presupuestarios han afectado directamente a la contratación de nuevos barcos", admitió Martínez.
El presidente de Navantia admitió sin tapujos las dificultades que atraviesa la empresa y no tuvo tampoco problemas en acercarse al medio centenar de operarios que ayer se concentró durante el acto de flotadura para exigir más cargas de trabajo.
El presidente de Navantia admitió sin tapujos las dificultades que atraviesa la empresa y no tuvo tampoco problemas en acercarse al medio centenar de operarios que ayer se concentró durante el acto de flotadura para exigir más cargas de trabajo.
Les estrechó las manos pero no convenció a los operarios. "Es desesperanzadora la falta de noticias y de compromisos", se lamentó el presidente del comité de Navantia Puerto Real, Ramón Linarez.
Preocupa ahora la repercusión que la falta de carga de trabajo tendrá a partir del año que viene en las plantillas. La ministra de Defensa, Carme Chacón, quien amadrinó el acto, se marchó de Puerto Real sin anunciar ningún nuevo encargo de Defensa para los astilleros.
Preocupa ahora la repercusión que la falta de carga de trabajo tendrá a partir del año que viene en las plantillas. La ministra de Defensa, Carme Chacón, quien amadrinó el acto, se marchó de Puerto Real sin anunciar ningún nuevo encargo de Defensa para los astilleros.
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