La Policía Nacional Española ha detenido a dos empresarios acusados de explotar laboralmente a 22 personas, 16 bolivianos y seis españoles, a los que tenían trabajando en dos fincas agrícolas situadas en Vegas del Genil (Granada), donde recogían ajos durante 12 o 13 horas, sin permiso para beber agua y sin contrato laboral.
Se da la circunstancia de que ambos empresarios son familiares directos, padre e hijo, y a ambos se les imputa un delito contra los derechos de los trabajadores, según informó hoy en un comunicado el Cuerpo Nacional de Policía, que empezó a investigar el asunto tras recibir información de lo que estaba sucediendo por parte de la Brigada Provincial de Extranjería.
Tras las primeras investigaciones fueron localizadas las dos explotaciones agrícolas donde los trabajadores estaban siendo supuestamente explotados y los agentes activaron un dispositivo para actuar de manera simultánea en ambas.
En la primera se localizó a un total de 17 personas trabajando, de las que trece eran de nacionalidad boliviana y el resto españoles, aunque ninguno estaba contratado formalmente.
Paralelamente, en la otra finca se localizó a cinco trabajadores, de los que tres eran bolivianos y los otros españoles, careciendo todos ellos, como en la finca anterior, de contrato laboral.
Los trabajadores declararon ante los agentes, a los que contaron que ninguno de ellos estaba dado de alta en la Seguridad Social, les hacían trabajar "a contrarreloj, sin permitirles beber agua cuando tenía sed" y les recriminaban que se pararan a secarse el sudor.
Cobraban seis euros la hora una vez finalizada la recolección completa del cultivo y en caso de que alguno se quejara del trato recibido era despedido "inmediatamente", sin cobrar las horas trabajadas hasta ese momento. Finalmente el pasado 24 de este mes comparecieron en las dependencias de la la Brigada de Extranjería y Fronteras y en calidad de imputados, los dos empresarios agrícolas, tramitándose las correspondientes diligencias policiales que fueron remitidas al Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de esta capital.
Se da la circunstancia de que ambos empresarios son familiares directos, padre e hijo, y a ambos se les imputa un delito contra los derechos de los trabajadores, según informó hoy en un comunicado el Cuerpo Nacional de Policía, que empezó a investigar el asunto tras recibir información de lo que estaba sucediendo por parte de la Brigada Provincial de Extranjería.
Tras las primeras investigaciones fueron localizadas las dos explotaciones agrícolas donde los trabajadores estaban siendo supuestamente explotados y los agentes activaron un dispositivo para actuar de manera simultánea en ambas.
En la primera se localizó a un total de 17 personas trabajando, de las que trece eran de nacionalidad boliviana y el resto españoles, aunque ninguno estaba contratado formalmente.
Paralelamente, en la otra finca se localizó a cinco trabajadores, de los que tres eran bolivianos y los otros españoles, careciendo todos ellos, como en la finca anterior, de contrato laboral.
Los trabajadores declararon ante los agentes, a los que contaron que ninguno de ellos estaba dado de alta en la Seguridad Social, les hacían trabajar "a contrarreloj, sin permitirles beber agua cuando tenía sed" y les recriminaban que se pararan a secarse el sudor.
Cobraban seis euros la hora una vez finalizada la recolección completa del cultivo y en caso de que alguno se quejara del trato recibido era despedido "inmediatamente", sin cobrar las horas trabajadas hasta ese momento. Finalmente el pasado 24 de este mes comparecieron en las dependencias de la la Brigada de Extranjería y Fronteras y en calidad de imputados, los dos empresarios agrícolas, tramitándose las correspondientes diligencias policiales que fueron remitidas al Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de esta capital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario